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11 de mayo de 2021

Helados

A pesar de que ya llevo viviendo unos cuantos años en Alemania hay una costumbre de este país a la que no termino de adaptarme: comer helados cuando hace sol, sin importar el frío que haga.

No sé si será algo típico de todo el país, si solo se hace en mi ciudad o es exclusivo de mi barrio, pero en cuanto salen unos rayitos de sol se puede ver a la gente por la calle con el helado. Da igual el frío que haga: hay sol, es hora de helado. Será cosa mía, pero a mí no me apetece nada uno cuando estamos a 5 grados. En cambio, he llegado a ver gente con uno haciendo malabarismos para que no se le cayese con los guantes y no mancharse la bufanda. No sé, es un concepto que no me termina de pegar. Guantes y bufanda son sinónimos de chocolate caliente. Para mí un helado es igual a calor y verano. No lo asocio a que haya sol, sino a una temperatura alta, que es cuando me apetece algo fresquito.


Al lado de mi casa hay una heladería bastante famosa y los días en los que hace sol, a partir de marzo y hasta octubre, que es cuando abren, siempre se forman colas. Y en los fines de semana, como haya un par de rayitos, puede haber una cola inmensa, de bastantes metros, muchos, algunas veces hasta desmoralizante, que piensas, «mejor me voy a la heladería de al lado, no están tan buenos, pero no tengo que echar media mañana esperando».

En estas últimas semanas de tiempo loco, un día hace frío, otro calor, sale el sol o se pone a llover, he visto casi todos los días a alguien con un helado. Yo voy embutida en mi abrigo, pensando en una taza de algo caliente, cuando me cruzo con esa persona, toda feliz con su helado. Y aunque ya no me sorprende, me sigue sorprendiendo que a alguien le apetezca comerse un helado con temperaturas que no llegan a los 10 grados, pero oye, hace sol, y cada cual que haga lo que quiera.

Decidme, ¿vosotros habéis visto estas situaciones? ¿También os choca? O quizá soy yo la única a la que le parece raro…


Atención: Para aquellos que recibís las notificaciones por correo cada vez que subo una entrada, el servicio que utilizo deja de funcionar, con lo que los correos no van a ser enviados más a partir de julio. De momento no tengo elegido otro sistema de notificaciones por correo automática, así que, si no os queréis perder ninguna entrada, os recomiendo que me sigáis en alguna de mis redes sociales, ya sea Facebook o bien en Instagram, donde siempre anuncio cuando hay una entrada nueva.
Siento las molestias.


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¿Curioso? ¿Interesante? ¿Descabellado? Los alemanes nunca van a dejar de sorprendernos, siempre habrá algo nuevo que descubrir. Si quieres conocer más "alemanadas", esas costumbres de los alemanes que nos resultan curiosas, échale un vistazo a esta página.


Un saludo.




16 de marzo de 2020

El misterio del quark

Hace ya mucho tiempo que hablamos de dos remedios caseros alemanes de lo más curiosos: las friegas de cebolla y el quark.

No voy a volver a repetir sus supuestas propiedades y beneficios para la salud, si queréis leerlo, pinchad en estos enlaces, aunque el del quark os recomiendo leerlo para que entendáis lo que os voy a contar ahora:

-Quark.
-Las cebollas mágicas.

Siempre he querido encontrarme con algún profesional de la salud que recomendase el untado del quark, que vendría a ser algo así como requesón, como método terapéutico para ayudar a bajar la inflamación. Y resulta que hace un par de semanas tuve la oportunidad de hacerlo. La respuesta a mis preguntas la tenía muy cerca; en mi trabajo, pues mi jefa y una compañera lo recomiendan. Mi jefa tendrá cerca de cincuenta años, y mi compañera no llega a los veinticinco, así que es un remedio que no solo aconseja la gente más “mayor”.

Obviamente, cuando me enteré de que conocían y aprobaban este método no pude evitar preguntar sobre ello.


No hay ningún estudio que lo abale, y que se crean esto me resultó un tanto extraño. En Alemania necesitas un papel para justificar todo, aunque por otro lado, también está muy extendido el uso de la homeopatía…

La razón por la cual el quark es recomendado como remedio para bajar las inflamaciones es bastante simple. Dicen que, debido a su consistencia, al pegarlo al cuerpo mantiene el frío durante mucho más tiempo que otros productos, y además es un frío diferente, un frío que no quema. Todos sabemos que el frío ayuda a reducir las inflamaciones, y es por eso por lo que se recomienda.

Reconozco que la explicación que me dieron me pareció un tanto pobre, me esperaba algo más..., no sé, fundamentado, contundente. Solo porque el frío se mantiene mejor no me parece razón suficiente como para que se recomiende de la manera en la que lo he escuchado. Más bien me suena a remedio casero que se lleva haciendo por siglos y siglos, y como siempre se ha hecho, tendrá que ser bueno.


Ellas lo contaron muy convencidas, pero en la conversación estábamos otra compañera y yo, chilena, y ninguna de las dos quedamos demasiado satisfechas con la explicación. Nos sonaba un poco a cuento chino, y me parece un poco guarrada eso de untarte requesón en el cuerpo. Pero no sé, igual sí que funciona.

¿Conocíais este remedio? ¿Alguna vez lo habéis probado?

Imagino que en España también tendremos algún remedio casero que a los extranjeros les hace levantar las cejas con incredulidad, ¿se os ocurre alguno? O quizá conocéis algún remedio de otro país que os parezca raro.


¡Un saludo!



5 de diciembre de 2019

Luftschlösser bauen


Luftschlösser bauen
Construir palacios de aire.

Esta expresión se utiliza cuando queremos decir que alguien hace planes irreales, imposibles, que no tienen sentido.

En español tenemos una expresión muy similar que usamos en el mismo contexto y de la misma manera: hacer castillos en el aire.

Y no somos los únicos, en inglés se dice «castle in the air», y en neederlandés «luchtkastelen», mi neederlandés deja mucho que desear, pero en este caso me parece que queda bastante claro.

Hay muchas versiones diferentes que quieren explicar el origen de este refrán. Una de las que más me ha convencido ha sido una que se remonta a los tiempos de Cristo: un cristiano no debe preocuparse por hacer tesoros en este mundo, sino en el reino de los cielos, (la frase es más o menos así). Conforme la religión cristiana fue perdiendo fuerza, es posible que ese concepto fuese tergiversado y convertido en burla. Algunos se mofarían de los cristianos que vivían según la doctrina de la biblia y que creían en ese reino de los cielos. Pero para los no creyentes, ese mundo era inexistente, y para ellos, los esfuerzos de los cristianos eran completamente infructuosos, pues no hay un reino en los cielos, no hay castillos en el aire. Con lo cual, nada de lo que hacen sirve para nada.


En inglés también existe la expresión de «to build castles in Spain», proviene del francés, de «Bâtir des châteaux en Espagne», construir castillos en España. Parece que el origen de esta expresión viene de un poema francés del siglo XIV, «Roman de la Rose», que dice:
Entonces construirás castillos
en España y no se alegrará tanto en nada como en dar vueltas
engañándose con este pensamiento delicioso que solo contiene
mentiras y fábulas. Pero no podrás detenerte mucho en este
pensamiento. Entonces comenzarás a llorar y dirás:
"¡Dios! ¿He estado soñando? ¿Qué es esto?
Las dos explicaciones más extendidas al origen de esta frase, construir castillos en España como algo sin sentido, son que construir, literalmente, castillos en España era una pérdida de tiempo, pues los árabes los acabarían conquistando. Y la otra, es que los gastos que generaba la construcción de un castillo en España nunca eran pagados, y los caballeros franceses que prestaban el dinero, jamás lo recuperaban.

Quién sabe cuál de las dos explicaciones sea verdad, sino lo son las dos. Pero, de alguna manera, estas dos expresiones se quedaron en la memoria popular y han acabado traducidas a un montón de idiomas con el mismo significado.


Durante todo este tiempo hemos estado hablando de castillos, sin embargo, el refrán en alemán es un poco diferente: Luftschlösser bauen, que significa palacio. ¿Por qué se utiliza un edificio diferente?

Parece ser que en el alemán antiguo las palabras Schloss, palacio, y Burg, castillo, tenían el mismo significado. Esto es bastante curioso, pues por eso, algunas veces podemos tener confusiones con estas dos palabras.

Cuando se introdujeron las armas de fuego se decidió hacer una distinción entre estos dos edificios y se decidió que palacio sería la residencia lujosa, y castillo el de protección.

Dado que antaño estas dos palabras eran sinónimas en alemán, en la actualidad podemos encontrarnos con construcciones que, para mí, bien podrían ser castillos, con el nombre de palacio. Como el Heidelberger Schloss, castillo de Heidelberg. Teniendo en cuenta que en la Edad Media los proyectiles eran lanzados desde catapultas, esas ventanas están a muchos metros del suelo, por lo que aunque no sean muy pequeñas, tampoco son especialmente peligrosas.

Foto sacada de la wikipedia

No sé mucho de arquitectura, pero un edificio amurallado, encima de una colina con una entrada en curva, me suena más a castillo que a palacio.

Otro ejemplo es el famoso castillo de Neuschwanstein, Schloss Neuschwanstein en alemán. Aunque este edificio es un poco diferente, fue construido a mediados del siglo XIX, cuando los castillos y las fortalezas ya no se usaban como punto fuerte en las estrategias militares. Luis II de Baviera lo construyó porque pudo y porque quiso, igual que el Marqués de Santa Cruz.

De todas formas, la idea que yo tengo de un castillo es algo más ruda y tosca, que ninguno de estos edificios alemanes.


Ahí se ve bien clara la idea de defensa, la belleza les era indiferente. En cambio, en la gran mayoría de los castillos alemanes parece que tienen en cuenta la estética.


¿Conocíais esta expresión? ¿La habéis utilizado alguna vez? ¿Sabéis su traducción a otros idiomas?

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El alemán es un idioma muy rico, tiene una gran cantidad de palabras y de expresiones que muchas veces desconocemos. Para descubrirlas solo tienes que pinchar en este enlace: Peculiaridades del alemán.

¡Un saludo!



5 de noviembre de 2019

Pronunciación - Umlaut

Hace ya mucho tiempo que no hablamos de la pronunciación del alemán, os dejo las entradas anteriores:

Pronunciación – Logopedia
Pronunciación: Sch, st, sp.
El truco está en pronunciar todas las letras.

En esta ocasión vamos a continuar hablando de uno de los mayores problemas que tenemos los hispanohablantes para hablar correctamente este idioma: las temidas umlauts.

En alemán existen todas nuestras vocales, a saber: a, e, i, o, u. Pero también tienen tres que nosotros no tenemos, y como en español no existen, su pronunciación siempre se nos resiste mucho: ä, ö y ü.

Vamos a verlas una por una:

Ä

Para mí esta es la más sencilla de pronunciar, pues es como una «e» normal, pero alargándola un poco.

Por ejemplo:

Der Käse, el queso, sería /kee se/.
Das Mädchen, la chica, se pronuncia como /meed chen/.
Der Bär, el oso, es /bee a/. Aquí tenemos otro caso especial, pues en alemán una «r» al final se pronuncia como «a», más o menos. De esto hablaremos en otra ocasión.
Die Käfer, los escarabajos, se pronuncia como /kee fa/. De nuevo «r» final.

Creo que con estos ejemplos queda bastante claro. Solo acordaros de alargar un poco la «e», y ya.



Ö 

Para pronunciar la «ö» pondremos los labios como si quisiésemos decir una «o», pero intentamos decir una «e», siempre manteniendo la misma posición. Es un poco lioso, pero el sonido que sale es bastante parecido, sino igual al que hacen los alemanes.

Hören, escuchar, se pronuncia… me es imposible escribir la fonética, yo lo escucho como una especie de «u», pero tampoco es eso exacto. Probad el truco de antes, seguro que os sale.

Otros ejemplos:
Österreich, Austria.
Das Wörterbuch, el diccionario.
Die Dörfer, los pueblos.
Das Öl, el aceite.
Der Löwe, el león.


Ü

Para pronunciar correctamente esta vocal pondremos los labios como si quisiéramos decir una «u», pero decimos una «i».

Über, encima.
Fünf, cinco.
Die Überraschung, la sorpresa.
Das Parfüm, el perfume.


Äu 

En alemán existen varios diptongos que tienen una pronunciación única, pero en este caso nos vamos a quedar con este, que es el único que posee una umlaut.

Este diptongo es muy curioso, pues no se pronuncia ni como «a», ni como «u», o como la «ä»: es decir: «e». Sino que tomamos las otras dos vocales que nos quedan: «oi», y así es como se pronuncia.

Die Kräuter, las hierbas, /krói ter/. Haciendo énfasis en la «o» del diptóngo.
Der Vorläufer, el precursor, /for lói fa/. Recordemos que las «v» son una «f».
Aufräumen, recoger, ordenar. /Auf rói men/.
Die Zäune, las vallas, /tsói ne/. Salvando las diferencias entre la «z» alemana con la nuestra, que más o menos se pronunciaría como una «ts».
Die Verkäuferin, la vendedora. /Fer kói fe rin/. 

Atención a este diptongo, pues no todas las palabras con «äu» lo son. Como:
Das Jubiläum, el aniversario. Va con «äu», pero las vocales se pronuncian separadas, porque es un «um», no un «äu». Se dice /ju bi le um/, aquí, la «ä» es una normal, como las que hemos visto antes.

¿Cómo diferenciamos la «äu» de diptongo de las que no? Diciendo la palabra, equivocándonos y que alguien nos corrija. Habría que meterse en la etimología del vocablo en cuestión para saberlo, y creo que nuestro nivel de alemán no llega a tanto. Pero, por lo general, un «äu» siempre se va a pronunciar como /oi/.

En Google traductor tenemos una opción que nos pronuncia la palabra, suele ser bastante fiable, y también está Duden, al final del artículo de la palabra que hayamos buscado suele haber un icono de pronunciación.
Aufräumen

Y para terminar, ¿cómo escribimos las vocales con umlaut en nuestro teclado español? Es muy sencillo, ya que en castellano tenemos la diéresis, y se escribe exactamente igual; pulsamos la tecla y a continuación la vocal que queramos.
Gracias pingüino, vergüenza y desagüe por facilitarnos un poco las cosas.

En el caso de que no podáis escribirlo, la alternativa es poner la vocal sencilla y añadir detrás una «e», de esa manera se sobreentiende que la vocal de antes es una umlaut. Y por eso el famoso Goethe no se pronuncia /go e te/, sino /gö te/, una «e» tras una «o»: ¡Umlaut!

En algunas ocasiones encontraréis las umlaut escritas de otra manera, en lugar de con la diéresis, con un guión largo encima de la vocal, o dos guiones pequeños. Es lo mismo.

Si seguís estos trucos de pronunciación, no tendréis problemas para decir ninguna de estas vocales. Aunque entiendo perfectamente la pereza que da tener que estar pensando en cada momento cómo debemos poner los labios y qué es lo que hay que decir para pronunciar la palabra bien. Sin embargo, es una cuestión de tiempo, paciencia y constancia. Con el paso de los meses dejaremos de tener que pensar en cómo se hacía, y lo acabaremos haciendo de forma automática.

Así que, no desistáis y mucho ánimo.

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Todos aquellos que no hemos aprendido el alemán desde pequeños sabemos lo difícil que puede resultar este aprendizaje, pero no es imposible, eso te lo aseguro. Pincha aquí para ver todas las lecciones que ya hemos visto.

¡No desistas! Al final lo conseguirás.

¡Un saludo!



24 de octubre de 2019

Confusiones con el alemán

Regresamos con uno de los temas más recurrentes en el aprendizaje de los idiomas: las confusiones entre palabras muy parecidas, pero con significados totalmente diferentes.
En algunas ocasiones se queda como una simple anécdota, sin embargo, otras veces lo que acabamos diciendo son auténticas barbaridades.

Todavía tengo pensar cuando quiero decir que hay un mensaje en el AB, Anrufbeantworter, es decir, contestador, para no acabar diciendo BH, abreviatura de Brusthalter, o lo que es lo mismo: sujetador.

No será la primera vez que le digo a mi jefa que tiene un mensaje en el sostén…

Pero es que, ¿a quién se le ocurrió ponerles a esas cosas tan diferentes, dos siglas tan similares? (Indignación).


Nunca tuve especial problema con las palabras terremoto y fresa en alemán. Son sencillas de aprender y las tengo bien asentadas. Pero yo soy una gran fan de las fresas, podría comer fresas todos los días, y es una palabra que está bastante presente en mi vocabulario. En cambio, terremoto no lo está tanto, por suerte, no vivo terremotos todos los días.

Hace unos meses estuvimos de viaje en Japón, y durante nuestra estancia hubo un terremoto en el país. Fue muy lejos de donde nosotros estábamos, y no sentimos nada. Pero aún así la gente me preguntó, y ahí la lié.

—Es war ein starkes Erdbeben. Fast 7 Grad in der Richterskala.

O eso pensé yo que dije, hasta que la persona con la que hablaba me miró con una sonrisilla en la cara.

—Bist du sicher? Eine Erdbeere so stark habe ich nie gesehen.

Sí, confundí Erdbeben con Erdbeere. Por que las fresas japonesas tienen una fuerza monstruosa, sino, ¿de dónde creéis que sale Godzilla? Es porque es un amante acérrimo de las fresas, por supuesto. ¡Tokio por unas fresas! 


Y como no podía ser de otra forma, cada vez que cuento esta historia en alemán, siempre, siempre me equivoco, acabo mezclando las palabras y salen terremotos rosas y fresas forzudas.


Esta equivocación le pasó a una amiga mía. Trabaja en una oficina, y aunque su alemán es bueno, no es perfecto. Desconocía la palabra hervorragend, y uno de sus compañeros la utilizaba siempre que hablaba por teléfono.

Día tras día ella solo escuchaba una cosa: herr Voragend.

Pasaron las semanas y no dejaba de sorprenderse con las veces que su compañero hablaba con el tal Voragend. Parecía que cada llamada era con él. Y, al final, la curiosidad le pudo.

Por supuesto, cuando preguntó por el señor Voragend su compañero la miró con cara de no entender nada. Él no conocía a ningún hombre con un apellido tan raro.

Después de un rato enfrascados en una conversación de besugos, que habría pagado por haber podido escuchar, entendieron el problema. Por si no lo sabéis, hervorragend es una manera de decir excelente, perfecto, maravilloso. Y eso era lo que el compañero decía a cada hora en cada conversación telefónica. No es que estuviese obsesionado con ningún herr Voragend, sino que es un hombre muy positivo al que todo le parece maravilloso.


Otras dos palabras que siempre me hacen pensar son el sustantivo der Pickel, grano de la cara, espinilla, o como lo llaméis, y pinkeln, forma vulgar y poco fina de decir orinar, es decir, mear, así tal cual, así de feo.

No son dos palabras especialmente bonitas, pero entre decir que tienes un grano en la cara, a tienes meado en la cara, va un buen trecho.

Siempre lo pienso, pero algunas veces, bastantes, me lío, y al final, a mi alrededor, mucha gente va por la calle con pipí en el rostro, lo siento…


Esto de las equivocaciones entre palabras del mismo idioma da para escribir libros enteros. Seguro que a vosotros también os ha pasado alguna vez, ¿os animáis a contarnos vuestras metidas de pata?

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El alemán es un idioma muy rico, tiene una gran cantidad de palabras y de expresiones que muchas veces desconocemos. Para descubrirlas solo tienes que pinchar en este enlace: Peculiaridades del alemán.

¡Un saludo!



10 de septiembre de 2019

Strohwitwe


Strohwitwer para un hombre, y Strohwitwe si nos referimos a una mujer, son dos palabras que se utilizan cuando en una pareja, una de las partes se va, por un corto periodo de tiempo limitado, dejando a la otra persona sola.

No se sabe de dónde provienen estas palabras, y hay diferentes especulaciones sobre su origen, pero la que más me ha llamado la atención ha sido una en la que se asegura que el término viene de la palabra en femenino, Strohwitwe. Según dicen, deriva de otro vocablo del antiguo bajo alemán: Graswitwe, y era el nombre que se les daba a las mujeres que se habían quedado embarazadas antes del matrimonio. Estas mujeres no podían llevar una corona de mirto, durante la boda, pues simboliza la virginidad, sino que tenían que llevar una corona de paja: Strohkranz. Por lo que más tarde serían llamadas Strohbraut, es decir, novias de paja. Y de ahí derivó a la palabra actual, viuda de paja. (Y quién sabe si estas señoras luego se quedaban muchos días sin marido).

Otro posible origen es que durante el siglo XVIII muchos hombres jóvenes ofrecían, en verano, sus servicios para ayudar a trabajar las tierras, y en una gran mayoría de los casos su trabajo consistía en ocuparse del grano, por eso, a las mujeres de esos hombres que se quedaban en el hogar se las llamaba viudas de paja.

El propio Goethe, en Fausto, su obra más conocida, también hace referencia a esta palabra.

“Dort klagt Marthe über ihren Ehemann. Er geht stracks in die Welt hinein / Und lässt mich auf dem Stroh allein.”
Allí se quejó Marta sobre su marido. Él va directo hacia el mundo / y me deja sola en la cama. Stroh, paja, es traducido al resto de idiomas como cama, pero literalmente dice: me deja sola en la paja. Es decir, una mujer de paja… Strohwitwe, una mujer sola.

Para el término masculino no he encontrado nada especialmente esclarecedor, hay un montón de conjeturas, pero la que más me ha gustado (aunque no he terminado de ver la conexión entre eso y quedarse solo en casa), es esta: algunos aseguran que el vocablo proviene del francés, de homme de paille, es decir, hombre de paja (Strohmann). En alemán no se utilizó para referirse a los espantapájaros, que se dice Vogelscheuche, sino que su significado derivó en un término despectivo para referirse a una persona que presta su identidad en un negocio a cambio de ocultar la de un tercero, el verdadero interesado, y que paga por ese servicio. En español a esta persona se la llama testaferro, pero como digo, no tengo mucha idea de cómo se entrecruzan las dos historias…

Un ejemplo práctico:
Wirklich, du bist ja heute abend Strohwitwer?« bemerkte sie. »Deine Frau kommt erst morgen früh zurück, nicht wahr?« de Emile Zola, Nana, Siebentes Kapitel, z.n. Projekt Gutenberg.


Imagino que la expresión española, homónima, de esta palabra estará dando vueltas por vuestra cabeza desde hace un rato, es decir: estar de Rodríguez. Una forma, cuanto menos, curiosa para decir que alguien se queda solo en casa. Pero, ¿de dónde la hemos sacado?

De nuevo, debemos especular un poco, pero en esta ocasión parece que la gran mayoría de la gente está de acuerdo con que su origen proviene de los años 60, cuando en España se puso de moda eso de irse a la playa en verano. Pero claro, una familia normal no podía permitirse el lujo de estar dos semanas de vacaciones enteras, así que la madre y los hijos se marchaban y dejaban al padre en casa, trabajando… y aprovechando los días de soledad con los amigos y, en algunas ocasiones, con alguna amiga.

1 de julio de 2019

Frases que son así II

Hace ya un tiempo comenzamos a ver diferentes expresiones que no se pueden traducir de manera literal del español al alemán. Frases que se dicen de una manera determinada y así es como uno tiene que aprendérselas.


Hoy vamos a seguir viendo algunas de esas expresiones.

Dies und das.

Aunque también lo he escuchado con dies und jenes.
Sería la expresión homónima de nuestra esto y aquello. Esto y lo otro.
Lo utilizan en el mismo contexto que nosotros y con el mismo significado. Hice esto y lo otro.


Pass auf dich auf.

Es la forma alemana de decirle a alguien “cuídate”.
"Buen viaje, ten cuidado."
El verbo es aufpassen, pero como es de los que se separaban el segundo auf es el que pertenece al verbo, el primer auf es la preposición y el dich sería el tú.


Mach es gut.

Pásalo bien, disfruta. Es una manera de despedirse de alguien y desearle que pase un buen tiempo. No se puede traducir de manera literal, pues sería “hazlo bien” y eso no tiene nada que ver con el significado real de lo que te están queriendo decir.


Schön dass ihr da seid.

Esta frase se dice al principio de las presentaciones, reuniones y demás encuentros. Sería como un “me alegro de que estéis aquí”.



Zu zweit, zu dritt, zu viert…

Esta es una de esas frases propias de un idioma que es complicado de traducir con exactitud. Es la manera de expresar que estamos dos, tres o x número de personas.
Vamos dos. Somos tres.
Wir kommen zu zweit. Wir sind zu dritt.


Acthung, fertig, los!

Preparados, listos, ¡ya!




Los gehts!

Esta es otra manera de dar comienzo a algo, sería algo así como nuestro “¡vamos!”.


Hay muchísimas frases de estas. Las que hemos visto en esta entrada son muy usadas por los alemanes en el día a día, ¿vosotros las utilizáis también? ¿Conocéis más frases parecidas?

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El alemán es un idioma muy rico, tiene una gran cantidad de palabras y de expresiones que muchas veces desconocemos, pero para descubrirlas solo tienes que pinchar en este enlace: Peculiaridades del alemán.

¡Un saludo!




19 de marzo de 2019

Flexibel wie eine Bahnschwelle


Llevo ya unos cuantos años en Alemania, y hace tiempo que no vivo los llamados “choques culturales”, esos que ocurren cuando vivimos en un lugar con costumbres diferentes. Ahora, esas sorpresas vienen con el idioma. Cada vez que me voy adentrando más en el alemán, descubre cosas más interesantes sobre él.

Pero como uno nunca puede decir nunca, la semana pasada me ocurrió una alemanada nueva, además me pilló completamente por sorpresa, pues yo pensaba que ya estaba hecha a estas cosas.

Os pongo en situación:

Para los que no conozcáis un poco de mi historia, yo soy fisioterapeuta, y trabajo en una clínica donde de vez en cuando tengo que realizar visitas a domicilio.

Trato a uno de los miembros de una familia desde finales del año pasado. Son gente super amable y simpáticos. Nunca he tenido ningún problema con ellos, hasta el miércoles pasado.

Les llevaba avisando desde hacía semanas que el horario iba a cambiar. Que en lugar de llegar a las 8 iba a hacerlo a las 9.

—Perfecto —me dijo la mujer la primera vez que se lo dije—. Así puedo dormir un poco más. Llego muy tarde del trabajo, y tengo que levantarme temprano para tener la casa ordenada para cuando llegue.

Que por mí, ya verás, como si quiere tener las camas sin hacer y los platos sin fregar, está en su casa, pero entiendo que quiera tenerlo todo presentable, a mi también me daría vergüenza tenerlo todo manga por hombro y que alguien viniese a mi casa y fuese testigo de ese caos.

Yo salgo de mi casa siempre a la misma hora para ir al trabajo, y como la visita a domicilio está al lado de la clínica, pues llegaba siempre a las 8 clavadas, o incluso un poco antes. Nunca tuve ninguna queja. Pero cuando esta semana lo hice a las 9…

15 de octubre de 2018

Blogparade - Mitos en Alemania


Hace unos meses los blogueros hispanos que nos encontramos en Alemania comenzamos a realizar una serie de entradas temáticas, Blogsparade. En esta ocasión os vengo con la tercera propuesta que se ha lanzado. Viene de la mano del blog Romundeando y vamos a tratar el tema de los mitos alemanes; esas cosas que siempre hemos escuchado de ellos y comprobaremos si se cumplen o no.

He hablado en diferentes entradas sobre algunos de los mitos que tenemos sobre los alemanes, pero en esta ocasión vamos a hacer un vistazo general.

Antes de empezar quiero aclarar que aquí vamos a generalizar mucho, mucho. Está claro que no todos los alemanes cumplirán los mitos que vamos a nombrar. Y por supuesto, esto es algo muy subjetivo. Os voy a hablar desde mi experiencia. Igual en otras partes de Alemania o incluso en otro barrio de mi misma ciudad, se dan circunstancias diferentes u opuestas.


Aquellos que se cumplen:

- Lo estrictos que son a la hora de cumplir la burocracia. El papeleo, en todos los países, siempre es pesado, pero en Alemania hay que rellenar miles y miles de formularios. Y no puede faltar ni uno solo. Todo tiene que ir colocado tal y como está especificado, sin una cruz de menos o de más.

- Sentido del humor. No voy a decir que nulo, pues sería mentira. Mejor dirá extraño o diferente. Te puedes reír con los alemanes, por supuesto, y hay gente muy graciosa, pero por lo general, su sentido del humor es un poco diferente al nuestro, y algunas veces eso puede chocarnos y parecer que no tienen gracia, o hacer que para ellos tú no la tengas.

-Chanclas con calcetines. Sí. En verano todas las que quieras. Y cuanto más estirados estén puestos los calcetines y más blancos sean, mejor.

-Beben mucha cerveza. Otra verdad gigante. De hecho, el agua es más cara que la cerveza. Con eso lo digo todo.

-Racismo. En general, muy general, creo que puedo decir que los alemanes no son racistas. Quitando esa extrema derecha, AfD. Yo nunca me he sentido excluida por ser extranjera, pero también debo decir que soy de España. Creo que hay un racismo por países: los turcos, rumanos, polacos… de esas nacionalidades sí que he escuchado comentaros despectivos. Pero voy a ser sincera, nada que no haya escuchado en España con anterioridad. Por lo que si no considero mi país y mi gente como un país racista, no puedo decirlo de Alemania, donde he escuchado comentarios muy similares.


Los que no se cumplen:

13 de septiembre de 2018

Expresiones regionales

Hace unos días una de mis compañeras de trabajo me sorprendió con dos frases hechas que me dejaron pensando durante un rato.

Estábamos en el trabajo y alguien había traído varias tartas gigantes, de esas que les gusta hacer a los alemanes. Ella estaba cortando los trozos, me pidió que le pasase mi plato y al ir a poner un trozo dijo una frase muy curiosa.

—A ver, con cuidado, que no recibas una suegra malvada.

Sus palabras fueron “böse Schwiegermutter”, y yo me quedé con cara de no haber entendido nada de lo que estaba ocurriendo.

Luego me contó que es una frase hecha, como algunos en España dicen que si te barren los pies no te vas a casar. Pues en Alemania tiene esta frase, cuando alguien te pasa un trozo de comida y al ponerlo en el plato el trozo vuelca y se queda de lado, significa que tendrás una suegra malvada…


He preguntando a más alemanes si conocen esta frase, pero a casi nadie la sonaba, así que creo que es algo regional. Pero aun así me ha parecido de lo más curioso.

Las clases de alemán no acabaron ahí. Había otra tarta, esta era bastante inestable, y como solo teníamos un cuchillo me preguntó que si el trozo podía ir “zu Fuß”, es decir, andando.

Y me volví a quedar mirándola con cara de no saber qué me estaba contando.

Resulta que cuando alguien te dice eso te está preguntando que si puede darte el trozo con los dedos: el pan, un trozo de tarta, una pieza de fruta…

Esta última expresión también la he preguntado. La conocía mucha más gente que la otra, pero no todo el mundo, así que en este caso no sé si es regional o no…

¿Vosotros las conocíais? ¿Os atrevéis a preguntarle a los alemanes que conozcáis sobre estas frases para que podamos saber en qué regiones se dicen?

¿Os sabéis alguna frase regional que solo se usa en el lugar en el que vivís?

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El alemán es un idioma muy rico, tiene una gran cantidad de palabras y de expresiones que muchas veces desconocemos. Para descubrirlas solo tienes que pinchar en este enlace: Peculiaridades del alemán.

¡Un saludo!


9 de agosto de 2018

Ola de calor

El verano del 2018 está siendo extremo en Alemania. Por lo general en este país solemos tener como mucho tres semanas de calor intenso repartidas en los tres meses que dura el verano, pero siempre suele haber una tormenta que refresca el ambiente. En cambio, este año hemos superado con creces esas tres semanas, y el país lo está notando.

Alemania no está preparada para estas altas temperaturas que se mantienen en el tiempo durante tantos días. Los preciosos parques verdes alemanes se están secando, está todo amarillo secucho y la falta de aire acondicionado en los locales, hace que la búsqueda de una mesa en una terraza sea una lucha a vida o muerte. 


Pero hay tres cosas que me han llamado la atención de esta ola de calor.

Parece que algunos alemanes no han asumido que tenemos más de 30 grados, y siguen realizando su rutina diaria con total normalidad. Y si ellos se van a correr después del trabajo, pues lo siguen haciendo. Y si están acostumbrados a hacer largas rutas de bici los sábados, los más de 35 grados que hay a las 2 de la tarde, no les van a chafar la ruta de 40km.

Y así es cómo podemos ver a gente con las bicicletas de montaña o corriendo cuando tenemos estas extremas temperaturas.

Está claro que no todos los alemanes lo hacen, pero es algo que ha llamado mucho la atención, y que he visto en tantas ocasiones que hasta en la radio han estado diciendo que, por favor, dejen de hacerlo, que es peligroso.

Otra de las cosas que me ha llamado la atención es la enorme cantidad de gente que va en bici con las chanclas. Una vez me dijeron que en Alemania no está prohibido conducir el coche en chanclas, no sé si eso es cierto, pero lo he visto en tantas ocasiones que diría que es verdad. Y bueno, si conducen el coche con chanclas, ¿por qué no van a hacerlo con la bicicleta? En esta semana he sido testigo de cómo cinco personas medio morían porque se les salía una chancla y otras dos que directamente se la han pegado.

Es como si no pudiesen amoldarse un poco a este calor. No están acostumbrados a él y no saben cómo reaccionar. Y hablo en general. Hay alemanes a los que les parece una locura salir con la bicicleta a recorrer 50km con 35 grados de temperatura. O que evitan montar en bici con chanclas.

Y la tercera anécdota que me ha sorprendido ha sido la ingente cantidad de artilugios de agua que tienen, y llamo a artilugios de agua a colchonetas de todos los tamaños, colores y formas, o a tablas o a rollos o a un millón de cosas más que uno puede utilizar en el agua. 


Cada vez que hemos ido a un lago me he sorprendido muchísimo con todas las cosas que había. Y me sorprende porque por lo general el verano alemán dura poquísimo, y dado que no parece que esas colchonetas gigantes se puedan usar en las piscinas, al menos no en las que yo he ido, solo las pueden usar en los lagos un par de veces al año.

Daba la sensación de que cada familia tenía su colchoneta o su pelota de playa, que no deben de ser como las españolas de Nivea, que como bien dice Luis Piedrahita, van rulando de familia en familia.

La verdad es que este verano está siendo interesante. Estamos viviendo una situación nueva y me siento otra vez como hace unos años, cuando comenzaba a conocer el país y todo me era un poco extraño.

¿Cómo lleváis vosotros el calor? ¿Habéis visto estas cosas? ¿Qué pensáis sobre ellas?

¡Un saludo!


2 de agosto de 2018

Descalzarse al entrar en las casas

Alguna vez hemos hablado de la costumbre alemana de quitarse los zapatos cuando se entra en las casas, o en cualquier espacio techado/al aire libre. Y tengo que decir que es algo que me gusta bastante. No sé porqué, pero es una costumbre que he aceptado y adaptado con rapidez.

Aunque curiosamente, es algo que hago en otras casas pero no en la mía. Siempre que voy por primera vez a un hogar pregunto si me tengo que descalzar, pero en cambio, en mi casa nunca pido que se quiten los zapatos ni me molesto si no lo hacen.

He vivido algunas situaciones embarazosas en las que algún amigo no se ha descalzado al entrar en una casa, ni ha preguntado, y el dueño le ha tenido que pedir que lo hiciese. Fue un momento un tanto incómodo para todos los presentes. Y aunque parezca mentira, los dos eran alemanes.


Pero también he vivido otras situaciones absolutamente opuestas, en las que algún amigo alemán al llegar a otra casa se descalzaba al instante, sin preguntar si tenía que hacerlo, y sacaba de su mochila sus propios calcetines, con huellas antideslizantes incluidas. Esto lo he visto en alguna ocasión, al principio me chocó bastante, pero ahora ya no me parece tan raro y hasta estoy pensando en copiarles. Pues algunas veces el suelo está frío y, valga la redundancia, me da frío, ya que no siempre te ofrecen zapatillas de estar en casa.

No sé muy bien la razón de esta costumbre. Imagino que como por estas tierras llueve tanto, el quitarse los zapatos evita que el barro y la suciedad entren en la casa.

Nunca me he negado a hacerlo, aunque hay una casa en la que me toca un poco la moral tener que hacerlo. Es una visita a domicilio que hago en el trabajo, el suelo no está demasiado limpio, siempre piso migas, y algunas veces, hacerlo con los calcetines me resulta un tanto desagradable. Además tienen un perro y siempre pienso que el perro mete mucha más porquería dentro que yo, pero bueno, donde fueres haz lo que vieres y mientras solo haya algunas migas por el suelo, tampoco voy a negarme a hacerlo.

No voy a preguntar si conocéis esta costumbre alemana, pues doy por hecho que sí, pero ¿alguna vez habéis tenido alguna experiencia extraña con esta costumbre? ¿Alguna vez os habéis encontrado en la situación de querer negaros, o de negaros, a descalzaros?

¿Lleváis, como algunos alemanes, vuestros calcetines de repuesto con vosotros?

Y sobre el tema de los tomates… ¿algún momento embarazoso al descalzaros y daros cuenta de que en vuestro calcetín había un agujero enorme? (Mamá, esto nunca me ha pasado a mí, jamás, ha sido a un amigo). 

Por cierto, he estado preguntado cómo se dice en alemán “tener un tomate en el calcetín” y siempre me miran con caras de “a esta se le ha vuelto a ir la cabeza”. He probado con traducirlo directamente, pero no entienden el concepto de tener un tomate en el calcetín. También he probado a decir “kartoffel”, por eso de que les resultará más familiar… pero tampoco funciona y tan solo recibo miradas escépticas…

Así que he llegado a la conclusión de que en alemán no existe ningún término gracioso para decir que se tiene un agujero en el calcetín, o nadie ha sabido decírmelo. ¿Vosotros conocéis alguna expresión?

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¿Curioso? ¿Interesante? ¿Descabellado? Los alemanes nunca van a dejar de sorprendernos, siempre habrá algo nuevo que descubrir. Si quieres conocer más "alemanadas", esas costumbres de los alemanes que nos resultan curiosas, échale un vistazo a esta página.

¡Un saludo!


2 de julio de 2018

Patriotismo

Ahora que el Mundial de fútbol está en pleno apogeo, estuve hablando con una amiga alemana sobre el sentimiento que este deporte despierta en la población, y llegamos a la conclusión de que el deporte, en especial el fútbol, crea en un país un sentimiento de patriotismo y orgullo nacional que tan solo están permitidos mostrar en estos casos puntuales.

En España ya me había dado cuenta de ello. Cuando la selección ganó el Mundial y los dos Europeos se podían ver banderas de nuestro país en casi cada balcón. Pero una vez que la fiebre se pasa, una vez que la resaca post victoria acaba, las banderas se quitan, casi se esconden, y regresa esa sombra que nos acecha desde hace ya muchos, muchos años. Y es que uno no puede llevar la bandera de España por la calle, o decir que está orgulloso de nuestro país, sin ser tildado, por una gran parte de la sociedad, como facha.

La Guerra Civil hizo mucho daño y sus consecuencias son, a día de hoy, aún palpables, cuando va a hacer ochenta años de su fin.


Pues ahora imaginaos que en vuestro pasado no solo hay una guerra que dividió al país, imaginaos que en vuestra historia se encuentra uno de los momentos más cruentos del continente. Que fuisteis gobernados por un dictador, que fue elegido por el pueblo, al que se le fue la cabeza y mató a millones de personas por razones que no tienen ni pies ni cabeza.

Imaginaos que hoy en día hablar de este tema aún incomoda a buena parte de la sociedad y que muchos de ellos se sienten culpables por algo en lo que no tuvieron nada que ver, algo que vivieron sus padres o sus abuelos.

Así, podéis haceros una idea de lo que significa para muchos alemanes izar su bandera, sentirse orgullo de su país.

Hay de todo, como en España, pero ese sentimiento de orgullo patrio que tan familiar nos es de las películas de Estados Unidos, no se ve por aquí.

No es que se avergüencen de Alemania, igual que tampoco lo hacemos de España, pero… Creo que entendéis lo que quiero decir, ¿verdad?


Hay otra cosa más en la que nuestros dos países coinciden. Sí que existe el orgullo, por decirlo de alguna manera, de ser de una región, de ser andaluz, gallego o manchego, y a mucha honra. Y esto también existe en Alemania, al menos en Colonia. Los coloneses viven su ciudad, la quieren y adoran, y eso se nota en el carnaval y, de nuevo, con el fútbol. Cuando el 1.FC Köln juega la ciudad se paraliza.

Por eso me gusta el fútbol, el deporte, los mundiales y los europeos, porque uno puede decir con la cabeza bien alta que es de España o de Alemania, y llevar la bandera de su país pintada en la cara sin que nadie te catalogue como facha o nazi.

Una pena que España y Alemania hayan sido ya eliminadas.

No sé cómo lo veréis vosotros, si también tenéis esta percepción sobre nuestro país, sobre Alemania y sobre ese sentimiento de orgullo regional.

También me gustaría saber la opinión de esas personas que me leen y que vienen de otras partes del mundo. ¿Cómo se vive el patriotismo por allí? ¿Es posible decir con orgullo que sois de vuestro país sin que nadie os mire mal?

¡Un saludo!


18 de junio de 2018

Confusiones "graciosas" - Parte IV

Creo que por mucho tiempo que pase en Alemania nunca voy a terminar de aprender el idioma. Y de vez en cuando viviré algunas situaciones que hacen la vida un poco más divertida.

Hace unos días una compañera del trabajo me contó que iba a estar unas semanas de baja pues tenía problemas con… y aquí viene la palabra que me lió, dijo tiroides, que en alemán es Schilddrüse, pero yo entendí Schildkröte, es decir, tortuga.
Y claro, cuando empezó a decir que tiene problemas con su tortuga y que por eso va a estar unas semanas de baja, no terminé de entender del todo la situación. En algún momento de la conversación me comencé a preguntar si igual no había entendido bien la palabra.
Al final, de alguna manera, me di cuenta de que no estábamos hablando de su tortuga.

Hay dos palabras que me “encanta” confundir, aunque no son las palabras en sí, sino sus abreviaturas.
Si en el trabajo no he dicho cien veces que alguien ha dejado un mensaje en el BH, no lo he dicho ninguna…
En alemán contestador es Anrufbeantworter, abreviado en AB. Y por otro lado tenemos el BH, Brushalter, es decir, sujetador.
Y siempre, pero siempre, siempre, tengo que pensar antes de hablar, pues si no… voy dejando mensajes en los sujetadores.

La última no me pasó a mí directamente, sino a una de mis pacientes. Siempre que voy a su casa está viendo un programa de bodas en la tele, estuvimos hablando sobre su boda y demás y me preguntó que si cuando me case me gustaría llevar… vale, ella quería decir Schleier, que es velo, pero dijo otra palabra, un tanto parecida pero con un significado completamente diferente, Schlampe, puta, así tal cual.
No pude evitar soltar una sonora carcajada. No, no llevaré una puta en la cabeza.
Hace unos días se lo conté a mi jefa y la situación se enrevesó más aún. Pues en un principio entendió que en lugar de decir Schlampe había dicho Wischlappe, que no deja de ser gracioso, pues es bayeta. Y se comenzó a reír ante la posible situación de que llevase una bayeta puesta en la cabeza junto con el vestido de novia. Cuando le dije que no, que no era una Wischlappe, sino una Schlampe, acabó llorando de la risa.

Y es que hay que tener cuidado con la Schlampe.

Estas son las últimas palabras con las que he tenido confusiones graciosas, aunque sin duda, la situación más “graciosa” embarazosa que he vivido nunca fue cuando confundí las palabras Nutte con Nonne, es decir monja con puta… os dejo la entrada por si queréis leer esa Tierra trágame experiencia.
Confusiones "graciosas".

Y algunas más donde he ido recopilando esas confusiones que tanto mis amigos como yo hemos tenido a lo largo de los años:
Confusiones "graciosas" - Parte II
Confusiones "graciosas" - Parte III

Más un bonus con palabras alemanas que me parecen graciosas, aunque esta es solo una entrada de todas las que he hecho, a través de ella podréis acceder al resto:
Palabras graciosas IV

Contadme esas experiencias graciosas/embarazosas que hayáis tenido por haber confundido las palabras. Seguro que os ha pasado en alguna que otra ocasión.

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El alemán es un idioma muy rico, tiene una gran cantidad de palabras y de expresiones que muchas veces desconocemos. Para descubrirlas solo tienes que pinchar en este enlace: Peculiaridades del alemán.

¡Un saludo!



14 de mayo de 2018

Que no echaría de menos de Alemania

Hace unos meses muchos blogs españoles nos pusimos de acuerdo en escribir sobre un tema en común: qué cosas echaríamos de menos si nos fuésemos de Alemania. En esta ocasión el tema elegido es justo el contrario, esas cosas que no echaremos de menos si algún día nos vamos de Alemania. La idea es de Ana, del blog en Cinco Platos y la promueve Montse, de Kartoffel Tortilla

He estado pensando bastante y me he sorprendido, de manera muy grata, al ver que hay muy pocas cosas que realmente me desagradan de este país. Hay costumbres que no termino de asumir y que prescindo en mi día a día, pero como no lo hago, tampoco lo odio; como el agua con gas, aunque en realidad sí que odio las bebidas gaseosas y se me enerva la sangre cada vez que me topo con una. Ya estoy entrenada en el noble arte de esquivarlas y no suelo tener muchos problemas, pero al principio era un suplicio.

Sin embargo, hay cuatro cosas de las que no puedo huir por más que quiera y son algo que me molestan profundamente.

El tiempo alemán.

De Alemania me gusta mucho el paso de las estaciones, me encanta el color del paisaje y las diferentes tonalidades de los árboles. Pero nunca echaré de menos el tiempo alemán. No me gusta pasarme semanas enteras sin ver el sol y que algunas veces parezca que vivamos en un perpetuo “veroño”. La primavera pasa directamente al invierno, con su gélido frío.


Noches eternas en invierno.

Tampoco echaré de menos las noches eternas. Cuando el sol se pone a las cuatro de la tarde, sin exagerar, y amanece a las ocho pasadas.

En esos días (noches) uno pierde las ganas y la energía para hacer cualquier cosa y levantarse temprano es todo un reto digno de cualquier novela de fantasía épica medieval.


La fruta de los supermercados.

Pero hay otra cosa más que, además de no echar de menos, me indigna: la fruta de los supermercados. Odio ir a comprar fruta en Alemania.


Es como una ruleta rusa. Las ves y parece que tienen buen aspecto. Tienen un color precioso y parecen listas para comer, pero es darles el primer bocado y no saborear nada. Algunas veces, por no tener, no tienen ni ese liquidillo que te pringa la mano.

Manzanas, peras, ciruelas, melocotones… todo es insulso. Pero hay que comer fruta, así que te arriesgas. Vas al supermercado concienciado en que lo que vas a comprar va a ser como morder una cebolla, y hasta te va a hacer llorar. Sin embargo, ves las manzanas, con un color rojo que gritan porque las muerdas. Te las llevas a casa con la esperanza de que esta vez sí; ese color no puede ser mentira. Les das un bocado y te golpeas mentalmente por no aprender la lección.

Si tienes la grandísima suerte de comprar fruta con sabor tardas, aproximadamente, dos segundos en volver al supermercado y llevarte a casa el cajón entero.

Parece muy exagerado pero a la fruta alemana le deben de echar algo extraño. Las puedes dejar semanas encima de la mesa a esperar a que maduren. Pero será en vano pues aunque pase el tiempo van a seguir igual de duras.

Se van a podrir por dentro, eso sí, pero van a seguir igual de duras que al principio.


Deutsche Bahn.

Mi último foco de sufrimiento es el transporte público alemán. En general este país está bastante bien comunicado, así que ahí no está el problema, y tampoco me voy a quejar de los precios de los billetes, abusivos. Pero la puntualidad de la Deutsche Bahn es de risa, aquí, rompiendo mitos.

Ahora no tengo que tomar ningún medio de transporte para llegar al trabajo, pero cuando lo hacía, no había día que no llegase tarde, o casi, aunque intentase tomar el tren anterior. El “dieser Zug fällt aus” lo llegué a ver en tantas ocasiones que acabé teniendo pesadillas con él.



En resumen, creo que se podría decir que estas son las cuatro cosas que nunca echaré de menos de Alemania. ¿Qué os parecen? ¿Coincidís conmigo?

¿Qué añadirías a esta lista?

PD: No sé si se entenderá el símil de la cebolla. Es una expresión que se utiliza en algunas partes de España. No es que la fruta esté mala o apeste, es que está muy dura y no sabe a nada.

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¿Curioso? ¿Interesante? ¿Descabellado? Los alemanes nunca van a dejar de sorprendernos, siempre habrá algo nuevo que descubrir. Si quieres conocer más "alemanadas", esas costumbres de los alemanes que nos resultan curiosas, échale un vistazo a esta página.

¡Un saludo!