Os hablo de aquellas personas que aunque fuera haya 4 grados, es entrar en la habitación que sea y ya los ves poner una mueca de disgusto, arrugan la nariz y se dirigen al instante hacia la ventana más cercana. “Schlechte Luft” te dicen, como si eso fuese un eximente irrevocable para poder abrir las ventanas de par en par, dejando entrar al interior de la habitación un frío polar ártico que te congela hasta cualquier posible queja que pudieses tener.
Durante el invierno tienes una excusa perfecta, la calefacción está encendida, no podemos abrir la ventana pues sería un gasto de energía inútil, pero ahora ya no hay nada que les impida hacerlo. Las calefacciones ya se han apagado y tu único argumento se va al traste.
Yo no digo que no sea cierto que hay un “schlechte Luft”, al entrar tú también has notado que el ambiente estaba cargado y por supuesto que no te opones a abrir la ventana unos minutillos para que la habitación se ventile. Aunque haya 5 grados fuera no vas a morir.
Pero es que hay gente que lo de los minutillos no lo entiende y alarga la ventilación horas, jornadas de trabajo enteras, y al final te acabas preguntando si es que no será que se ha roto la ventana y ya no se puede cerrar.
No quieres ser grosero, pero tú estás justo al lado de la ventana y el frío te está entrando de lleno, pero claro como el otro está en el otro lado de la habitación no le llega nada y te mira como diciendo “españoles, no pueden soportar ni un poquito de frío”.
Y así se pasan los días, desde que se apagan las calefacciones hasta que las temperaturas empiezan a subir de verdad te encuentras en una lucha diaria para no morir de congelación en el trabajo.
Reconozco que soy bastante friolera, pero de verdad que algunas veces me puede la manía de abrir la ventana nada más poner el pie en el lugar, algunas veces creo que lo hacen porque sí, como un ritual, no huele mal, pero por si acaso.
¿Os ha pasado esto alguna vez? Espero no ser yo la única que lucha diariamente con ello…
¿Curioso? ¿Interesante? ¿Descabellado? Los alemanes nunca van a dejar de sorprendernos, siempre habrá algo nuevo que descubrir. Si quieres conocer más "alemanadas", esas costumbres de los alemanes que nos resultan curiosas, échale un vistazo a esta página.
Un saludo!!
Yo no digo que no sea cierto que hay un “schlechte Luft”, al entrar tú también has notado que el ambiente estaba cargado y por supuesto que no te opones a abrir la ventana unos minutillos para que la habitación se ventile. Aunque haya 5 grados fuera no vas a morir.
Pero es que hay gente que lo de los minutillos no lo entiende y alarga la ventilación horas, jornadas de trabajo enteras, y al final te acabas preguntando si es que no será que se ha roto la ventana y ya no se puede cerrar.
No quieres ser grosero, pero tú estás justo al lado de la ventana y el frío te está entrando de lleno, pero claro como el otro está en el otro lado de la habitación no le llega nada y te mira como diciendo “españoles, no pueden soportar ni un poquito de frío”.
Y así se pasan los días, desde que se apagan las calefacciones hasta que las temperaturas empiezan a subir de verdad te encuentras en una lucha diaria para no morir de congelación en el trabajo.
Reconozco que soy bastante friolera, pero de verdad que algunas veces me puede la manía de abrir la ventana nada más poner el pie en el lugar, algunas veces creo que lo hacen porque sí, como un ritual, no huele mal, pero por si acaso.
¿Os ha pasado esto alguna vez? Espero no ser yo la única que lucha diariamente con ello…
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¿Curioso? ¿Interesante? ¿Descabellado? Los alemanes nunca van a dejar de sorprendernos, siempre habrá algo nuevo que descubrir. Si quieres conocer más "alemanadas", esas costumbres de los alemanes que nos resultan curiosas, échale un vistazo a esta página.
Un saludo!!