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5 de diciembre de 2019

Luftschlösser bauen


Luftschlösser bauen
Construir palacios de aire.

Esta expresión se utiliza cuando queremos decir que alguien hace planes irreales, imposibles, que no tienen sentido.

En español tenemos una expresión muy similar que usamos en el mismo contexto y de la misma manera: hacer castillos en el aire.

Y no somos los únicos, en inglés se dice «castle in the air», y en neederlandés «luchtkastelen», mi neederlandés deja mucho que desear, pero en este caso me parece que queda bastante claro.

Hay muchas versiones diferentes que quieren explicar el origen de este refrán. Una de las que más me ha convencido ha sido una que se remonta a los tiempos de Cristo: un cristiano no debe preocuparse por hacer tesoros en este mundo, sino en el reino de los cielos, (la frase es más o menos así). Conforme la religión cristiana fue perdiendo fuerza, es posible que ese concepto fuese tergiversado y convertido en burla. Algunos se mofarían de los cristianos que vivían según la doctrina de la biblia y que creían en ese reino de los cielos. Pero para los no creyentes, ese mundo era inexistente, y para ellos, los esfuerzos de los cristianos eran completamente infructuosos, pues no hay un reino en los cielos, no hay castillos en el aire. Con lo cual, nada de lo que hacen sirve para nada.


En inglés también existe la expresión de «to build castles in Spain», proviene del francés, de «Bâtir des châteaux en Espagne», construir castillos en España. Parece que el origen de esta expresión viene de un poema francés del siglo XIV, «Roman de la Rose», que dice:
Entonces construirás castillos
en España y no se alegrará tanto en nada como en dar vueltas
engañándose con este pensamiento delicioso que solo contiene
mentiras y fábulas. Pero no podrás detenerte mucho en este
pensamiento. Entonces comenzarás a llorar y dirás:
"¡Dios! ¿He estado soñando? ¿Qué es esto?
Las dos explicaciones más extendidas al origen de esta frase, construir castillos en España como algo sin sentido, son que construir, literalmente, castillos en España era una pérdida de tiempo, pues los árabes los acabarían conquistando. Y la otra, es que los gastos que generaba la construcción de un castillo en España nunca eran pagados, y los caballeros franceses que prestaban el dinero, jamás lo recuperaban.

Quién sabe cuál de las dos explicaciones sea verdad, sino lo son las dos. Pero, de alguna manera, estas dos expresiones se quedaron en la memoria popular y han acabado traducidas a un montón de idiomas con el mismo significado.


Durante todo este tiempo hemos estado hablando de castillos, sin embargo, el refrán en alemán es un poco diferente: Luftschlösser bauen, que significa palacio. ¿Por qué se utiliza un edificio diferente?

Parece ser que en el alemán antiguo las palabras Schloss, palacio, y Burg, castillo, tenían el mismo significado. Esto es bastante curioso, pues por eso, algunas veces podemos tener confusiones con estas dos palabras.

Cuando se introdujeron las armas de fuego se decidió hacer una distinción entre estos dos edificios y se decidió que palacio sería la residencia lujosa, y castillo el de protección.

Dado que antaño estas dos palabras eran sinónimas en alemán, en la actualidad podemos encontrarnos con construcciones que, para mí, bien podrían ser castillos, con el nombre de palacio. Como el Heidelberger Schloss, castillo de Heidelberg. Teniendo en cuenta que en la Edad Media los proyectiles eran lanzados desde catapultas, esas ventanas están a muchos metros del suelo, por lo que aunque no sean muy pequeñas, tampoco son especialmente peligrosas.

Foto sacada de la wikipedia

No sé mucho de arquitectura, pero un edificio amurallado, encima de una colina con una entrada en curva, me suena más a castillo que a palacio.

Otro ejemplo es el famoso castillo de Neuschwanstein, Schloss Neuschwanstein en alemán. Aunque este edificio es un poco diferente, fue construido a mediados del siglo XIX, cuando los castillos y las fortalezas ya no se usaban como punto fuerte en las estrategias militares. Luis II de Baviera lo construyó porque pudo y porque quiso, igual que el Marqués de Santa Cruz.

De todas formas, la idea que yo tengo de un castillo es algo más ruda y tosca, que ninguno de estos edificios alemanes.


Ahí se ve bien clara la idea de defensa, la belleza les era indiferente. En cambio, en la gran mayoría de los castillos alemanes parece que tienen en cuenta la estética.


¿Conocíais esta expresión? ¿La habéis utilizado alguna vez? ¿Sabéis su traducción a otros idiomas?

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El alemán es un idioma muy rico, tiene una gran cantidad de palabras y de expresiones que muchas veces desconocemos. Para descubrirlas solo tienes que pinchar en este enlace: Peculiaridades del alemán.

¡Un saludo!



24 de octubre de 2019

Confusiones con el alemán

Regresamos con uno de los temas más recurrentes en el aprendizaje de los idiomas: las confusiones entre palabras muy parecidas, pero con significados totalmente diferentes.
En algunas ocasiones se queda como una simple anécdota, sin embargo, otras veces lo que acabamos diciendo son auténticas barbaridades.

Todavía tengo pensar cuando quiero decir que hay un mensaje en el AB, Anrufbeantworter, es decir, contestador, para no acabar diciendo BH, abreviatura de Brusthalter, o lo que es lo mismo: sujetador.

No será la primera vez que le digo a mi jefa que tiene un mensaje en el sostén…

Pero es que, ¿a quién se le ocurrió ponerles a esas cosas tan diferentes, dos siglas tan similares? (Indignación).


Nunca tuve especial problema con las palabras terremoto y fresa en alemán. Son sencillas de aprender y las tengo bien asentadas. Pero yo soy una gran fan de las fresas, podría comer fresas todos los días, y es una palabra que está bastante presente en mi vocabulario. En cambio, terremoto no lo está tanto, por suerte, no vivo terremotos todos los días.

Hace unos meses estuvimos de viaje en Japón, y durante nuestra estancia hubo un terremoto en el país. Fue muy lejos de donde nosotros estábamos, y no sentimos nada. Pero aún así la gente me preguntó, y ahí la lié.

—Es war ein starkes Erdbeben. Fast 7 Grad in der Richterskala.

O eso pensé yo que dije, hasta que la persona con la que hablaba me miró con una sonrisilla en la cara.

—Bist du sicher? Eine Erdbeere so stark habe ich nie gesehen.

Sí, confundí Erdbeben con Erdbeere. Por que las fresas japonesas tienen una fuerza monstruosa, sino, ¿de dónde creéis que sale Godzilla? Es porque es un amante acérrimo de las fresas, por supuesto. ¡Tokio por unas fresas! 


Y como no podía ser de otra forma, cada vez que cuento esta historia en alemán, siempre, siempre me equivoco, acabo mezclando las palabras y salen terremotos rosas y fresas forzudas.


Esta equivocación le pasó a una amiga mía. Trabaja en una oficina, y aunque su alemán es bueno, no es perfecto. Desconocía la palabra hervorragend, y uno de sus compañeros la utilizaba siempre que hablaba por teléfono.

Día tras día ella solo escuchaba una cosa: herr Voragend.

Pasaron las semanas y no dejaba de sorprenderse con las veces que su compañero hablaba con el tal Voragend. Parecía que cada llamada era con él. Y, al final, la curiosidad le pudo.

Por supuesto, cuando preguntó por el señor Voragend su compañero la miró con cara de no entender nada. Él no conocía a ningún hombre con un apellido tan raro.

Después de un rato enfrascados en una conversación de besugos, que habría pagado por haber podido escuchar, entendieron el problema. Por si no lo sabéis, hervorragend es una manera de decir excelente, perfecto, maravilloso. Y eso era lo que el compañero decía a cada hora en cada conversación telefónica. No es que estuviese obsesionado con ningún herr Voragend, sino que es un hombre muy positivo al que todo le parece maravilloso.


Otras dos palabras que siempre me hacen pensar son el sustantivo der Pickel, grano de la cara, espinilla, o como lo llaméis, y pinkeln, forma vulgar y poco fina de decir orinar, es decir, mear, así tal cual, así de feo.

No son dos palabras especialmente bonitas, pero entre decir que tienes un grano en la cara, a tienes meado en la cara, va un buen trecho.

Siempre lo pienso, pero algunas veces, bastantes, me lío, y al final, a mi alrededor, mucha gente va por la calle con pipí en el rostro, lo siento…


Esto de las equivocaciones entre palabras del mismo idioma da para escribir libros enteros. Seguro que a vosotros también os ha pasado alguna vez, ¿os animáis a contarnos vuestras metidas de pata?

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El alemán es un idioma muy rico, tiene una gran cantidad de palabras y de expresiones que muchas veces desconocemos. Para descubrirlas solo tienes que pinchar en este enlace: Peculiaridades del alemán.

¡Un saludo!



10 de septiembre de 2019

Strohwitwe


Strohwitwer para un hombre, y Strohwitwe si nos referimos a una mujer, son dos palabras que se utilizan cuando en una pareja, una de las partes se va, por un corto periodo de tiempo limitado, dejando a la otra persona sola.

No se sabe de dónde provienen estas palabras, y hay diferentes especulaciones sobre su origen, pero la que más me ha llamado la atención ha sido una en la que se asegura que el término viene de la palabra en femenino, Strohwitwe. Según dicen, deriva de otro vocablo del antiguo bajo alemán: Graswitwe, y era el nombre que se les daba a las mujeres que se habían quedado embarazadas antes del matrimonio. Estas mujeres no podían llevar una corona de mirto, durante la boda, pues simboliza la virginidad, sino que tenían que llevar una corona de paja: Strohkranz. Por lo que más tarde serían llamadas Strohbraut, es decir, novias de paja. Y de ahí derivó a la palabra actual, viuda de paja. (Y quién sabe si estas señoras luego se quedaban muchos días sin marido).

Otro posible origen es que durante el siglo XVIII muchos hombres jóvenes ofrecían, en verano, sus servicios para ayudar a trabajar las tierras, y en una gran mayoría de los casos su trabajo consistía en ocuparse del grano, por eso, a las mujeres de esos hombres que se quedaban en el hogar se las llamaba viudas de paja.

El propio Goethe, en Fausto, su obra más conocida, también hace referencia a esta palabra.

“Dort klagt Marthe über ihren Ehemann. Er geht stracks in die Welt hinein / Und lässt mich auf dem Stroh allein.”
Allí se quejó Marta sobre su marido. Él va directo hacia el mundo / y me deja sola en la cama. Stroh, paja, es traducido al resto de idiomas como cama, pero literalmente dice: me deja sola en la paja. Es decir, una mujer de paja… Strohwitwe, una mujer sola.

Para el término masculino no he encontrado nada especialmente esclarecedor, hay un montón de conjeturas, pero la que más me ha gustado (aunque no he terminado de ver la conexión entre eso y quedarse solo en casa), es esta: algunos aseguran que el vocablo proviene del francés, de homme de paille, es decir, hombre de paja (Strohmann). En alemán no se utilizó para referirse a los espantapájaros, que se dice Vogelscheuche, sino que su significado derivó en un término despectivo para referirse a una persona que presta su identidad en un negocio a cambio de ocultar la de un tercero, el verdadero interesado, y que paga por ese servicio. En español a esta persona se la llama testaferro, pero como digo, no tengo mucha idea de cómo se entrecruzan las dos historias…

Un ejemplo práctico:
Wirklich, du bist ja heute abend Strohwitwer?« bemerkte sie. »Deine Frau kommt erst morgen früh zurück, nicht wahr?« de Emile Zola, Nana, Siebentes Kapitel, z.n. Projekt Gutenberg.


Imagino que la expresión española, homónima, de esta palabra estará dando vueltas por vuestra cabeza desde hace un rato, es decir: estar de Rodríguez. Una forma, cuanto menos, curiosa para decir que alguien se queda solo en casa. Pero, ¿de dónde la hemos sacado?

De nuevo, debemos especular un poco, pero en esta ocasión parece que la gran mayoría de la gente está de acuerdo con que su origen proviene de los años 60, cuando en España se puso de moda eso de irse a la playa en verano. Pero claro, una familia normal no podía permitirse el lujo de estar dos semanas de vacaciones enteras, así que la madre y los hijos se marchaban y dejaban al padre en casa, trabajando… y aprovechando los días de soledad con los amigos y, en algunas ocasiones, con alguna amiga.

2 de julio de 2018

Patriotismo

Ahora que el Mundial de fútbol está en pleno apogeo, estuve hablando con una amiga alemana sobre el sentimiento que este deporte despierta en la población, y llegamos a la conclusión de que el deporte, en especial el fútbol, crea en un país un sentimiento de patriotismo y orgullo nacional que tan solo están permitidos mostrar en estos casos puntuales.

En España ya me había dado cuenta de ello. Cuando la selección ganó el Mundial y los dos Europeos se podían ver banderas de nuestro país en casi cada balcón. Pero una vez que la fiebre se pasa, una vez que la resaca post victoria acaba, las banderas se quitan, casi se esconden, y regresa esa sombra que nos acecha desde hace ya muchos, muchos años. Y es que uno no puede llevar la bandera de España por la calle, o decir que está orgulloso de nuestro país, sin ser tildado, por una gran parte de la sociedad, como facha.

La Guerra Civil hizo mucho daño y sus consecuencias son, a día de hoy, aún palpables, cuando va a hacer ochenta años de su fin.


Pues ahora imaginaos que en vuestro pasado no solo hay una guerra que dividió al país, imaginaos que en vuestra historia se encuentra uno de los momentos más cruentos del continente. Que fuisteis gobernados por un dictador, que fue elegido por el pueblo, al que se le fue la cabeza y mató a millones de personas por razones que no tienen ni pies ni cabeza.

Imaginaos que hoy en día hablar de este tema aún incomoda a buena parte de la sociedad y que muchos de ellos se sienten culpables por algo en lo que no tuvieron nada que ver, algo que vivieron sus padres o sus abuelos.

Así, podéis haceros una idea de lo que significa para muchos alemanes izar su bandera, sentirse orgullo de su país.

Hay de todo, como en España, pero ese sentimiento de orgullo patrio que tan familiar nos es de las películas de Estados Unidos, no se ve por aquí.

No es que se avergüencen de Alemania, igual que tampoco lo hacemos de España, pero… Creo que entendéis lo que quiero decir, ¿verdad?


Hay otra cosa más en la que nuestros dos países coinciden. Sí que existe el orgullo, por decirlo de alguna manera, de ser de una región, de ser andaluz, gallego o manchego, y a mucha honra. Y esto también existe en Alemania, al menos en Colonia. Los coloneses viven su ciudad, la quieren y adoran, y eso se nota en el carnaval y, de nuevo, con el fútbol. Cuando el 1.FC Köln juega la ciudad se paraliza.

Por eso me gusta el fútbol, el deporte, los mundiales y los europeos, porque uno puede decir con la cabeza bien alta que es de España o de Alemania, y llevar la bandera de su país pintada en la cara sin que nadie te catalogue como facha o nazi.

Una pena que España y Alemania hayan sido ya eliminadas.

No sé cómo lo veréis vosotros, si también tenéis esta percepción sobre nuestro país, sobre Alemania y sobre ese sentimiento de orgullo regional.

También me gustaría saber la opinión de esas personas que me leen y que vienen de otras partes del mundo. ¿Cómo se vive el patriotismo por allí? ¿Es posible decir con orgullo que sois de vuestro país sin que nadie os mire mal?

¡Un saludo!


14 de febrero de 2017

¿Hola o adiós?

Hace ya unos meses me di cuenta de que algo raro ocurría cuando me encontraba con un conocido alemán.
Poneos en situación, vais por la calle y cuando os cruzáis con alguien que conocéis, es de bien educado saludar, así que eso hacéis, “Tschüss” decís.
Pero la cara de extrañeza de la otra persona os indica que algo no va bien. Te responde con un escueto “Hallo” y seguís vuestro camino.

¿Qué ha ocurrido? Estás seguro de que ese es Herr Müller, ¿por qué ha puesto esa expresión? ¿tienes algo raro en la cara?
Le das vueltas durante unos minutos, pero al final lo acabas olvidando.

Unos días más tarde pasa lo mismo.
Te encuentras con otro conocido y vuelve repetirse el mismo proceso, cuando os cruzáis saludas “Tschüss” y te responden con la misma cara de extrañeza.

En esa ocasión te das cuenta que la otra persona ha dicho “Hallo”, igual que Herr Müller.
Así que en la siguiente ocasión optas por dejar que sea la otra persona la primera que salude y así te fijas en que palabra utiliza para luego usarla tú.
“Hallo”, es lo que te dice y cuando respondes con lo mismo todo parece normal.
Vale, ¿será que hay que decir “Hallo”?

Te encuentras con alguien por la calle y pones a prueba tu suposición saludando con el “Hallo” y curiosamente la otra persona te responde de la misma manera sin ponerte cara extrañas…
¿Habrá sido por el “Hallo”?

Vas probando a intercambiar las palabras, una vez usas el “Hallo”, otra vez el “Tschüss” y al final te das cuenta de que siempre que dices “Tschüss” la otra persona se te queda mirando con cara extraña. Curioso…

Esto me pasó hace unos meses, estaba bastante confundida ante esta situación, ¡¿porqué me miran raro?! Y al final caí en la cuenta de que era porque yo saludaba diciendo “adiós”, y eso, de alguna manera les chocaba.

Pensé que era cosa mía, que soy así de rara. Pero hace unas semanas una lectora del blog me comentó esta situación, pues a ella también le había ocurrido. ¿Será que en España cuando nos encontramos por la calle con alguien decimos “adiós”?

Estas Navidades fui a casa e hice el experimento, intenté fijarme en como saludaba a la gente cuando me la encontraba por la calle y bueno, no llegué a nada en claro, pero creo que cuando no queremos entablar una conversación con alguien o cuando no conocemos demasiado bien a esa persona simplemente lo saludamos y decimos “adiós”. Pero si es alguien a quien conocemos más y cuando nos encontramos nos paramos a hablar, entonces ahí usamos el “hola”.

He comentando esta situación con algunos alemanes y cuando les he dicho que yo digo “Tschüss” todos me han puesto la misma cara de extrañeza, para ellos suena raro y un tanto grosero. En cambio, para mí, decir “Hallo” me da pie a empezar una conversación, además me parece raro eso de decir “hola” e irme, es como que dejas a la otra persona con la palabra en la boca.

No sé…

¿Alguna vez os habéis encontrado en esta situación? ¿Sabéis que decís vosotros?

¿Habremos descubierto una alemana más? ¿Otra diferencia cultural? O será tan solo cosa de un par de chicas raras…

Os animo a que os fijéis en este detalle y me contéis que habéis averiguado.
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¿Curioso? ¿Interesante? ¿Descabellado? Los alemanes nunca van a dejar de sorprendernos, siempre habrá algo nuevo que descubrir. Si quieres conocer más "alemanadas", esas costumbres de los alemanes que nos resultan curiosas, échale un vistazo a esta página.

Un saludo!!


5 de marzo de 2016

España en Alemania


Parece que últimamente se ha puesto de moda en el cine español lo de llevar los estereotipos hasta su máximo extremo, que si los apellidos vascos, los catalanes y las emigraciones.

De vasca o catalana tengo poco, pero de emigrante ya llevo unos años y por eso la película de "Perdiendo el norte" me hacía bastante ilusión verla.

La venden como una historia basada en casos reales y tenía curiosidad ¿Cómo habrán conseguido plasmar la realidad alemana en la gran pantalla? ¿Habrán sido capaces de resumir todos los problemas que uno se encuentra en este difícil proceso?
Son mil y una las posibles anécdotas a contar. En el blog hay un apartado donde solo pongo esas curiosidades sobre los alemanes.
Expectante me encontraba.

Empezó bien, nada más llegar a Berlín tienen un incidente "biciclista". Aún recuerdo mis primeros días en este país, hasta que me quedé con lo del carril bici me llevé más de un timbrazo.
Luego dejan bien claro que por mucho inglés que sepas y por mucha cualificación que uno tenga, sin alemán va a ser harto complicado encontrar un trabajo de lo nuestro.

Y ya. Para mí no hay nada más en toda la película con lo que me haya sentido identificada. La mayoría de las situaciones son graciosas, pero para nada se podría decir que es algo que nos pase en este país.

Como película de comedia está bien, echas la tarde del sábado.
Como muestra de la vida en Alemania deja muchísimo que desear.
Demasiados tópicos y estereotipos, muy predecible y muy poco fiel a lo que es la vida en este país.
Me gustaría conocer a las personas de las que se supone están basadas estas historias. Y donde han visto un camión de basura por la noche, porque en Alemania lo dudo mucho.

Quizás no me lo tomé como debería, una simple película de comedia española. Pero es que si en el mismo cartel escriben: Basado en miles de historias reales. Pues me espero historias reales que puedan ocurrir en Alemania, y para nada fue lo que vi...

Hay tantísimos momentos graciosos/bochornosos/curiosos que podrían haber contado, y hacen esto... Me decepcionó mucho.


Luego llegó la continuación, segundas partes nunca fueron buenas, siempre se ha dicho. Y aprovechando el tirón de la película decidieron hacer la serie.
Después de la decepción que ya me había llevado mis expectativas de ese Buscando el norte no eran muy altas.
Pero bueno, decidí darle una oportunidad.

Los primeros (el primero) capítulos me parecieron pasables. De vez en cuando se muestran algunas pinceladas y curiosidades de la vida en Alemania, como los muebles que dejan en la calle (Sperrmüll), que los alemanes orinan sentados o que es posible encontrarse un piso completamente vacío, aunque bueno, ellos al menos tuvieron hasta suerte, tenían cocina, yo me fui a uno que por no tener no tenía ni encimera. Pero quitando eso datos y alguna cosita más, hay muy poco que me recuerde a mis inicios en este país.

Para mi gusto todo está demasiado exagerado, menos el choque cultural, de eso hay poco. Las situaciones de la vida diaria que viven los personajes tiene muy poco que ver con la vida en este país y todo ha sido magnificado; los "roces" con la suegra, excursiones que se van de mano, relaciones a tres... Y todo ello elevado a la octava potencia. A lo largo de los capítulos ha dejado de ser la historia de un grupo de emigrantes en Alemania para ser la historia de un grupo de gente que bien podría estar viviendo en Madrid.

Siempre están con el "porque vosotros los españoles (introduzca aquí estereotipo trillado)" y "porque vosotros los alemanes (añada aquí alguna referencia a los cabezas cuadradas o la no quebrantación de las normas)".

Según lo que he visto en estos primeros cuatro capítulos y creo que serán los últimos, no es más que una serie cómica de humor fácil. Llena de estereotipos y situaciones de chiste forzado.

Han utilizado el gancho de Alemania para atraer espectadores, pero de Alemania tan solo tiene la grabación en Berlín y las pequeñas alemanadas que de vez en cuando meten.

Personalmente nunca me ha gustado ese humor fácil, así que si me quitan el factor "vida en Alemania" no queda nada en esta serie que me enganche. No sé si voy a seguir viéndola, pues a mi compañero de piso sí que le ha gustado, pero lo pongo muy en duda.

¿Vosotros habéis visto la película o la serie? ¿Qué os parecen?

Un saludo!!


31 de agosto de 2015

Saludos y despedidas

Cuando os presentan a alguien, ¿cómo saludáis? Es muy posible que por costumbre vayáis a dar dos besos, y por contra partida, y teniendo en cuenta que vivimos en Alemania, la otra persona os alargue la mano. Si no habéis avanzado mucho podéis disimular un poco el movimiento de cabeza y estrechar esa mano que os tienden sin que se note mucho, pero en muchas ocasiones ya es demasiado tarde y te quedas a medio camino, sin saber muy bien que hacer, todo un poco embarazoso.


Cuando se trata del primer contacto los alemanes siempre se estrechan la mano, igual que en las situaciones formales, ya sea en el trabajo, en la consulta del médico o en un banco. Y aquí no vamos a tener ningún problema, porque no creo que ningún español vaya a ir al banco y salude a la persona que le atienden con dos besos... eso no se hace ni en España.

Pero si nos encontramos en una situación informal, entre amigos, es muy posible que el inicio sea como lo que antes hemos comentado.

Por otra parte, cuando nos despedimos de algún alemán al que acabamos de conocer, pero con el que hemos pasado un rato largo, vuelve a ocurrir un momento un tanto extraño. Tú irás a estrechar la mano, como bien has aprendido y ellos te sorprenderán con un gesto totalmente inesperado.
Se acercarán a ti y se despedirán con un abrazo... invadiendo completamente tu espacio personal y tirando por los suelos todos esos estereotipos sobre la frialdad alemana.


Esto es algo que me ha parecido muy curioso, pues los autóctonos, ahí donde los vemos, se abrazan muchísimo. Cuando saludan o se despiden de alguien a quien conocen y tienen un cierto contacto, lo hacen mediante un abrazo y en la gran mayoría de las ocasiones no es un simple paso de los brazos por el cuerpo, es un abrazo de verdad, pecho con pecho.
Se supone que nosotros somos los de sangre caliente y ellos los horchatosos, pero nuestros dos besos me parecen mucho más fríos que un abrazo donde realmente tienes contacto con la otra persona, es mucho más cercano, más personal.
Al menos esto es lo que yo he vivido en la zona en la que vivo, no sé si en todo el país se comportarán de la misma manera.

Otra situación que probablemente hayáis vivido es cuando vais a saludar a alguien con dos besos, con alguien me refiero a un alemán u otro guiri. Ellos os devuelven el saludo de la misma manera pero os encontráis con el embarazoso momento de que vosotros comenzáis el movimiento para acercar la mejilla derecha y la otra persona lo hace justamente al revés... Ahí se produce un cruce peligroso, un tanto incómodo, donde no sabes exactamente muy bien a donde ir.
Nosotros lo tenemos tan interiorizado, siempre se empieza por la derecha, y no lo pensamos, pero en muchos países no están acostumbrados a darse besos en la mejilla y no saben muy bien como comportarse.

Otra cosa que me ha pasado muy a menudo es cuando conozco a alguien de América latina, allí se saludan con un solo beso y yo me quedó siempre a medias, dejo la cara esperando el segundo y me miran en plan, y esta que quiere... Poco a poco me comienzo a acordar de esto, pues muchas veces me han mirado de forma rara...

Personalmente no soy nada aficionada a dar dos besos, me parece una forma innecesaria de invadir el espacio de la otra persona, o el mío, más bien. Cuando conozco a alguien prefiero hacer como los alemanes, un apretón de manos y listo. Pero con un amigo me gusta lo de dar un abrazo, me resulta mucho más sincero que poner la mejilla contra la otra y hacer como que besas. Pero bueno, una tiene que adaptarse a las costumbres sociales.

Seguro que hay por ahí alguien que viva en un país donde se saludan de manera diferente a como está acostumbrado. ¿Alguna anécdota interesante que contar?

Un saludo!!



17 de agosto de 2015

El arte de aparcar

Seguro que a muchos de vosotros la expresión de "aparcar de oído" os suena familiar. De hecho, es probable que algunos la hayáis puesto personalmente en práctica. 
Para los que no sepan que es, os lo explico de forma breve y muy concisa. Esta forma de aparcar se realiza cuando el aparcamiento está en línea y tenemos un hueco muy justo para nuestro coche. Las maniobras son extremas y el cálculo de la distancia que nos queda para darle al coche de delante y de detrás se realiza a oído, cuando escuchamos el toque es que ya no nos queda espacio... Una forma muy española de aparcar.

En Alemania jamás veréis tal cosa. Los alemanes aman a sus coches y nunca harían algo así.

Hace un tiempo mis padres vinieron a visitarme y cuando llegamos a mi calle tan solo había un hueco en toda la manzana. El hueco iba bien justito y mi padre hizo un por mis h*****. Aquí me cabe.
Justo delante teníamos una parada de metro con el andén en la superficie y la gente se nos quedó mirando durante los largos minutos que duró la maniobra.

Toquecito al de delante, para atrás, plaff, giro de volante y otra vez, plaff...

Nos gritaban que no cabía, pero mi padre se empeñó. Y lo metió, por supuesto.
Al salir... vaya vergüenza... gritos de júbilo. Algunos nos aplaudieron, otros nos miraron con caras de pocos amigos.
Menos mal que los dueños de los coches no estaban allí...


En España también tenemos otra técnica de aparcamiento en lugares pequeños, aunque en esta ocasión se necesita la colaboración de alguien más que nos guíe.
Ese guiador se sitúa en la acera y con un giro de muñeca nos va indicando.

Dale, dale, dale, dale. ¡Vale!

Y dependiendo de lo entusiasta que sea nuestro guía ese vale irá acompañado de un golpe en la parte trasera del coche.
En algunos casos este guía hasta te va indicando cuanto te queda, así a ojo.

Medio metro, 20 cm, 15, un poco más, dale más, ¡vale!

Algo normal, ¿no? Pues no, en Alemania esta técnica tampoco se emplea. Aquí son mucho más precisos.

El conductor comienza la maniobra y cuando para, el guía, para indicarle cuanto le queda, se va hasta la parte de atrás y toma la medida del espacio libre con las manos. Una mano en tu coche, la otra en el otro y manteniendo la separación se dirige hasta la ventana del conductor para enseñarle cuanto queda exactamente. Aquí nada de aproximaciones, todo es exacto.
El conductor continúa maniobrando y el guía vuelve a repetir la acción. Mide la distancia con las manos y se dirige a la ventanilla del conductor. Y así una y otra vez...


Puede pareceros algo surrealista, lo sé, pero os aseguro que es 100% verídico. Yo he tenido el gran placer de ser la figura del guía, eso si, solo una vez, a la segunda me negué a hacer el tonto de tal manera. Y he visto varias veces a algunos autóctonos hacerlo... 
Aunque no sé si será algo regional, tan solo lo vivido en la región de Renania del Norte.

¿Qué os parecen estas formas de aparcar? ¿Cuál os convence más? ¿Alguna vez habéis sido testigos del mudo alemán?

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Si quieres informarte más sobre Alemania, como es la vida en este país o que es lo que se necesita para emigrar aquí pincha en este enlace: Emigrar a Alemania, seguro que encuentras algo que te pueda interesar.

Un saludo!!


1 de junio de 2015

Diferencias España y Alemania

Ahora que llegan a Alemania las lluvias torrenciales sin previo aviso me he dado cuenta de algo que me falta en este país.
En España la gran mayoría de los edificios tienen en la fachada un desnivel, por lo general a partir del primero la pared suele sobresalir un poco, lo suficiente como para dejar un pequeño tejado en la calle, un muy apreciado pasillo de salvación para protegernos del sol o la lluvia, cuando el paraguas se ha quedado en casa descansando...
Pues en Alemania ese tejado salvador no existe, son muy pocos los edificios que tienen fachadas desniveladas. Así que lo de irse refugiando de la lluvia saltando de tejado a tejado, y tiro porque me toca, no vale. Como se ponga a llover y no llevemos algo con lo que protegernos vamos a llegar calados a nuestro destino, pues hay muy pocos lugares en la calle donde poder resguardarse.


Al igual que las tormentas aparecen de pronto, también lo puede hacer el sol. Sin que nadie lo haya esperando, aunque no por eso menos deseado, con mucho esfuerzo, el sol consigue abrirse  un hueco a través del manto de nubes que con amor y mucho mimo cubren siempre Alemania.
Este acontecimiento puede pillarte en cualquier lugar y por mucho que quieras, por mucho que lo hayas deseado, aunque no tengas nada que hacer y solo te apetezca disfrutar de esos rayos de sol, va a ser muy complicado que lo hagas. Si estás cerca de un parque no importa mucho, el césped siempre nos acoge, pero si estamos por la calle... No vamos a encontrar ni un solo banco en el cual podamos disfrutar de tal milagro.
En Alemania los bancos para sentarse están contados. Tengo la teoría que hay uno por cada millón de habitantes. Por aquí hay pequeñas avenidas con jardines enel medio, con árboles, flores y césped, todo muy bonito y cuidado, pero no vislumbraremos ni un solo banco por los alrededores...
Vale que lo que les gusta a los alemanes es sentarse en la hierba, pero hay algunas veces en las que la ropa lo impide o la salud. Nunca verás un grupito de señoras mayores en la calle, tomando el sol y cotilleando. ¿Será por la inexistencia de estos objetos? Probablemente. Porque quien os diga que los alemanes no cotillean os está mintiendo descaradamente, si hasta tienen una expresión para eso. Klatsch und Trasch.
La falta de estos bancos hace que los alemanes deban de utilizar la imaginación y al final acabamos viendo escenas como estas.


En España todas las ciudades tienen un mercado, de los de verdad. Un edifico cerrado, con paredes y techo. Con puestos fijos y asignados.
En Alemania esto es algo casi imposible de encontrar. Por aquí se compra en los supermercados. También podemos encontrar algunas tiendas pequeñas, fruterías en su mayoría, que curiosamente suelen estar regentadas por turcos.
Algunos días de la semana ponen mercadillos en la plaza del mercado, para hacer honor a su nombre, pero mercado como tal solo vi uno en Berlín y lo que más predominaba era la carnicería.

Y otra diferencia curiosidad que me ha llamado la atención ha sido la forma en la que tienen de vender los huevos.
Podemos comprar el típico pack de seis unidades, e incluso en algunos supermercados es posible seleccionar tu mismo los huevos y llevarte el número que quieras.
También disponemos de otra posibilidad con más cantidad. Doce, pensaréis. La docena de huevos. Pues no, curiosamente en Alemania no existe esto. Aquí son o bien 6 huevos o 10. ¿A razón de...? Ni idea. Tampoco es algo importante, pero siempre me pareció curioso esto.
¿Y en el resto de países? ¿De cuantos son los paquetes de huevos?


¿Habéis notado estas diferencias de España y Alemania? ¿Es también distinto en otros países del mundo?

Os dejo una entrada que escribí hace tiempo con otras cuantas diferencias, pero en este caso de cosas que no tenemos o hacemos en España. Encuentra las diferencias.

Un saludo!!


5 de febrero de 2015

Orinar de pie o sentado

Antes de venir a Alemania jamás se me hubiese siquiera ocurrido poner en duda la posición en la cual los hombres miccionan. De pie, por supuesto. Como siempre se ha hecho.
Pero de nuevo los alemanes nos sorprenden hasta en este aspecto tan personal.
La primera vez que llegué a Alemania estuve viviendo con una alemana y en el baño, justo encima del inodoro había un cartelito pegado.


No tenía muy claro a que se refería, ¿por favor sentarse? Así que le pregunté.
Resulta que por estas tierras cuando un piso es habitado por personas de distinto género se llega al acuerdo de que los hombres deben de orinar igual que las mujeres, sentados, para así evitar manchar y que las salpicaduras de pis se esparzan por doquier. Aunque en algunos pisos en los que solo conviven hombres donde también tienen esta norma.

Los niños alemanes lo aprenden desde pequeños, pues llega un momento en el que mamá, que es la que suele limpiar en casa, está cansada de limpiar pises ajenos. Algo que como bien todos entenderéis, no es nada agradable.

Por la parte de la higiene creo que muchos estaremos de acuerdo con que esto es más limpio. Vale que lo que muchos suelen hacer es levantar las dos tazas (y luego no bajar ninguna) y si manchan lo limpian con el papel... pero... ¿eso es limpiar o restregar el pis?

Por favor, mear sentado

Personalmente me parece una grandísima costumbre, y estaría muy bien si se extendiese a nuestro país, pero claro, yo soy chica y para mí el sentarme para orinar es lo normal.
¿Qué diría el hombre español ante esto?
Un rotundo no. ¿Razón? No están acostumbrados y se les hace raro.
Vale, pero no hay nada mejor para acostumbrarse a algo como repetirlo muchas veces. Así que he insistido un poco en esta idea, pero no. Los hombres lo hacen de pie, casi ha faltado que se diesen golpes en el pecho, en plan Tarzán. Yo ser muy hombre, yo mear de pie.

Y aquí llego a lo que creo es donde se encuentra el gran problema de todo. ¿Orinar sentado atenta contra la masculinidad? ¿Van a dejar de ser más hombres si lo hacen sentados?

¿Tú alguna vez has visto a un perro o a un lobo mear sentado? No, porque son hombres, son machos y marcan su territorio.
Todo un alarde de testosterona y hombría. Pero que yo recuerde la época de las cavernas hace ya mucho tiempo que quedó en el pasado y ya no hace falta dejar el olor impregnado en las paredes para saber quien vive allí, un cerdo diría yo.

Pero esto es algo cultural y depende mucho de como nos hayan educado.
Seguro que si le cuento esto a mi abuela me dice que como va a orinar un hombre sentado, que se le va a caer la pilila, o alguna cosa por el estilo.

Stehpinkeln, orinar de pie o sitzpinkeln, orinar sentado.


Hace unos años en Alemania hubo una época en la que estaba de moda la imposición por parte de las féminas del hogar el sitzpinkeln. Tanto se hicieron escuchar que hasta se empezaron a comercializar unos fantasmitas, llamados S.P.U.K. Estos se colocan en la parte de debajo de la segunda tapa del baño y cada vez que esta sea levantada comenzarán a dar un incesante discurso. No todos tienen el mismo mensaje, pero al fin y al cabo todos vienen a decir lo mismo, quiero estar limpio, no me ensucies...


Parece ser que aún es posible comprarlos en los OBIs y también podemos encontrar alguno por eBay. Yo aún no he tenido ninguno en mi poder, pero si alguna vez consigo uno os lo mostraré. Aunque quizás tenemos la suerte de que alguien por aquí si que tenga uno y nos lo pueda mostrar...


Buscando información sobre este tema me encontré con una historia que me encantó: Aquí hay fantasmas, leedlo, es realmente bueno.

¿Qué pensáis vosotros sobre este tema? ¿Seríais capaces de de acostumbraros a orinar sentados?

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Si quieres informarte más sobre Alemania, como es la vida en este país o que es lo que se necesita para emigrar aquí pincha en este enlace: Emigrar a Alemania, seguro que encuentras algo que te pueda interesar.

Un saludo!!


29 de enero de 2015

Alemanización

No lo podemos evitar, el hombre es un animal de costumbres y cuando nos sacan de nuestra rutina nos cuesta adaptarnos a la nueva situación. Por suerte algunos lo llevan mejor que otros y acaban por aceptar como propias estas nuevas costumbres.

Donde fueres haz lo que vieres, siempre se ha dicho. Y si vivimos en Alemania tenemos que adaptarnos a los alemanes, sus hábitos y manías.

Al principio todo cuesta un poco, algunas cosas te chocan mucho, otras nada y otras demasiado. Descalzarse al entrar a una casa, no hacer ruido más allá de las 10 de la noche, bares donde escuchas al de enfrente sin necesidad de gritar, perros en Zara, el cierre de las tiendas a las 6 de la tarde, la poca casi nula iluminación de las calles y un muy largo etcétera.

Vives aquí, lo ves todos los días y no te das cuenta, pero poco a poco todo esto comienza a ser asimilado por tu cerebro y al final termina por hasta parecerte normal.
Con todo lo que está lloviendo, claro que me quito los zapatos al entrar a tu casa, no quiero dejarte el suelo lleno de barro, faltaría más.
Es un gusto estar en casa leyendo un libro antes de irte a la cama sin tener que escuchar a los vecinos de arriba. Que a tí te parece muy bien que la madre esté enfadada porque el padre no le ayuda nada en las tareas de casa, pero como nadie te ha dado vela en el entierro y no vas a poder opinar, preferirías ahorrarte todo el drama.
No acabar medio afónica tras los fines de semana es también algo bastante apreciado.
Poder disfrutar de la compañía de tu perro hasta cuando vas a comprar ropa es algo que solo valoras cuando puedes hacerlo. ¿Por qué no voy a poder entrar a la tienda con él? No se va a hacer pis en ningún montón de ropa tirado por los suelos ni se va a comer los calcetines.
Nunca podrás encontrarle el lado bueno al hecho de que las tiendas cierren pronto hasta que no trabajes en una de ellas.
Es cierto que hay tan pocas farolas que por las noches no ves nada, y a veces el atinar a abrir la puerta es un gran reto. Pero mirándolo por el lado positivo, vives en una gran ciudad y ayer viste una estrella fugaz desde el balcón, ¿cuántas veces habéis visto un cielo estrellado en las grandes ciudades españolas?

Todo es muy justificable y todo tiene mucho sentido. ¿Cómo vas a tirar una botella de plástico a la basura? ¡Que tiene pfand hombre!

Y es aquí, cuando llega este momento, no os queda más remedio, queráis o no queráis, debéis de aceptarlo, os estáis alemanizando. ¿Esto es bueno? ¿Malo? Quien sabe, yo prefiero llamarlo supervivencia. Siempre será más sencillo y saludable adaptarse al entorno que ir a contracorriente.

Cenar pronto tiene sus ventajas y no importa que comas mucho, antes de irte a dormir ya habrás hecho la digestión, así que se acabaron las pesadillas. Lo de comer a las 12 de la mañana lo llevas un poco peor, pero eso sí, los fines de semana son sagrados y no piensas meterte ni una miga de pan en la boca hasta las 2 de la tarde.
Y al fin y al cabo los semáforos están para algo y el rojo no es un verde camuflado, por mucho que algunos quieran verlo así.

Luego llega ese momento de vuelta a casa, por vacaciones o para siempre y aunque parezca mentira, nos toca hacer todo el proceso de nuevo, pero a la inversa.
A las siete de la tarde llega tu madre y te dice que os vais de compras, ¿a las siete? ¡Si ya está todo cerrado! Pero no...
Cuando estáis allí y vas a pagar se te queda cara de boba cuando la dependienta te pide el DNI, hacía ya tanto que nadie te lo pedía... Lo habrás metido en la cartera ¿no?
Enumeremos los sanitarios que tenemos en nuestro baño alemán, ducha, lavabo e inodoro, tres en total, o cuatro si también tiene bañera. Pero ¿el bidé? Nunca veréis uno en Alemania. Al principio os molestará la falta del mismo, luego os acostumbraréis y cuando vayáis a España ni lo utilizaréis. Será un chisme más ahí puesto, sin ninguna función aparente. Es lo que tiene el hombre y sus costumbres...
Las ventanas alemanas suelen ser bastante grandes, con la poca luz que hay, siempre intentan aprovecharla al máximo. Pero lo más curioso es que son ventanas muy simples, sin muchas cosas añadidas, un visillo a lo sumo. Pocas cortinas y ninguna reja, sin importar que vivas en un bajo , y que alguien por la calle pueda verte perfectamente desde fuera y si dejas la ventana abierta se te cuela por ella. Y hay otra cosa que nunca encontrarás en una ventana alemana, las mosquiteras. A pesar de lo prácticas que son jamás he visto una y esto es algo que creo los alemanes si que utilizarían, pues en verano les encanta tener las ventanas medio abiertas y claro, al final la casa termina llena de todo tipo de voladores, avispas incluidas, por supuesto.

Eso sí, una cosa queda completa y absolutamente prohibida. Sin importar el tiempo que llevemos en Alemania nunca jamás, ni aunque os paguen destrocéis vuestra imagen, glamour y principios con las chanclas y los calcetines. Eso nunca sería perdonado, ¡nunca!



Muchas diferencias sacadas a relucir, algunas parecen sin importancia, pero al principio todo esto puede hacerse un poco cuesta arriba. Paciencia y mente abierta. Está claro que uno no tiene que tomar todo por válido, la crítica también es útil y porque los alemanes siempre hagan algo no significa que nosotros también debamos de hacerlo, somos españoles y algunas veces está bien marcara esa diferencia. Pero si nunca intentamos adaptarnos, la experiencia en este país va a ser muy dura. A los alemanes no les gusta la gente que no se adapta, mucho menos la que ni lo intenta y ya sabemos que los teutones pueden ser muy fríos.
Además, eso de volver a España y ver el país desde otra perspectiva, con otros ojos, readaptarnos, eso también es muy importante y hay que saber valorarlo. Que los españoles siempre hagan algo no significa que nosotros también debamos hacer lo mismo, hemos vivido otras experiencias, hemos adquirido otras costumbres y está bien que esto nos haga diferentes al resto de españoles.

Así que no tengáis miedo e ignorar a esa gente que os come la cabeza, alemanizarse no es algo malo, no os vais a convertir en teutones ni vais a ser menos españoles. Pero es muy posible que vuestra vida mejore, y el vaso comience a estar medio lleno...


Seguro que muchos de vosotros habéis pasado o estáis pasando por este proceso de adaptación ¿cómo lo estáis llevando? ¿se os ocurren más diferencias?
Yo siempre hablo y comparo España con Alemania, que es lo que conozco, pero la gente que provenga de América Latina es posible que tenga que adaptarse a otras cosas, otras diferencias entre su país y Alemania ¿nos contáis?

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Si quieres informarte más sobre Alemania, como es la vida en este país o que es lo que se necesita para emigrar aquí pincha en este enlace: Emigrar a Alemania, seguro que encuentras algo que te pueda interesar.

Un saludo!!





8 de enero de 2015

Marcas con renombre

En algunas ocasiones un producto queda tan asociado a una marca específica que al final todo el mundo lo conoce por el nombre de la empresa y no por el genérico.

En España tenemos algunos ejemplos:

Los Kleenex. ¿Tienes un Kleenex? Y realmente, ¿cuántos tenemos pañuelos de esta marca? ¿Os habéis fijado? Teniendo las marcas blancas de Mercadona  u otro supermercado que siempre son más baratas imagino que habrá poca gente que siga comprando el Kleenex "original".



El pan Bimbo. Es hasta posible que nunca hayas comprado pan Bimbo como tal, el de esta marca, pero todos sabemos a lo que nos referimos, al pan de molde.



Para este último os voy a dejar primero el nombre genérico del producto, cinta adhesiva. 
¿Y bien? ¿Sabéis a que me refiero? ¿Cuantos de vosotros habéis pedido alguna vez cinta adhesiva? Es posible que alguno tenga dudas y no sepa exactamente a que me estoy refiriendo. 
En España depende de las zonas lo llaman de una forma u otra. Algunos le dicen celo, que proviene de Cello-Tape, que fue la primera marca que lo comercializó. 


Pero en otras regiones del país también lo conocen como tesafilm o como fixo, las dos son los nombres de las marcas.




Pues bien, España no es el único país con estas costumbres, en Alemania me he encontrado con tres casos:

Los Kleenex curiosamente también entran en la lista, parece que la marca es famosa en todo el mundo mundial. Pero en este caso hay una pequeña diferencia. Para los teutones los Kleenex son los paquetes de pañuelos que vienen en cajas de cartón, no los de las bolsitas.



Tempo, este si que es nuestro homónimo para los pañuelos, los Kleenex.
Si alguna vez un alemán os ha preguntado que si tenéis un tempo y no habéis sabido que era, sabed que no sois los únicos. Y la cara de tonto que se te queda cuando te explican que es un tempo, esa, también ha sido compartida por muchos.



Labello, es la marca más conocida del cacao de labios y mucha gente utiliza el nombre de esta marca para referirse al producto en general. Y ahora que lo pienso, cacao... Pues sí, es manteca de cacao, es decir, la grasa de cacao...



¿Por qué han sido estas marcas y no otras las que han sido incluidas en la vida de la gente? Algunas son las pioneras y otras las más comerciales. Pero no hay uno para cada producto, ¿porqué solo unos pocos?
Quien sabe...

Seguro que tanto en España como en Alemania hay algún ejemplo más, pero estos son los únicos que se me ocurren. Si alguien sabe alguno, que no dude en compartirlo.

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El alemán es un idioma muy rico, tiene una gran cantidad de palabras y de expresiones que muchas veces desconocemos, pero para descubrirlas solo tienes que pinchar en este enlace: Peculiaridadesdel alemán.

Un saludo!!