Castillo Neuschwanstein

El castillo Neuschwanstein – nueva piedra del cisne – se encuentra en el estado de Baviera, en la falda de los Alpes alemanes, a escasos 6 kilómetros de la ciudad de Füssen, a unos 120km de Múnich y a casi 7 km de la frontera con Austria.

Su construcción empezó en 1866 por Luis II de Baviera, “el rey loco”, que le puso el nombre de «Nuevo castillo de Hohenschwangau» en honor al antiguo castillo de Hohenschwangau, que se encuentra debajo de este y fue donde el rey pasó su niñez. Luis II no llegó a ver el castillo terminado y tras su muerte se le cambio el nombre al que lleva actualmente.

Foto sacada de internet

En La Mancha hay un palacio con una rima:

El marqués de Santa Cruz hizo un palacio en el Viso,

porque pudo

y porque quiso.

Este palacio en Alemania es exactamente igual, Luis II lo construyó porque quiso construirlo. En aquella época ya no eran necesarios los castillos defensivos y de hecho se nota que no está pensado para tal propósito. Es verdad que está en el desfiladero de Pöllat y que solo tiene dos posibilidades de paso, pero está construido con demasiado detalle como para tener una mera función defensiva.

Realmente este palacio salió de la imaginación del rey como una fantasía, una idealización de los antiguos castillos medievales. Lo construyó para disfrutarlo el mismo, no estaba previsto que en su interior habitase la corte, tan solo el rey y sus sirvientes.

Patio exterior.

Luis II construyó a la par unos cuantos castillos, siempre de su propio dinero y terminó seriamente endeudado, de hecho, tras su muerte y para pagar todo lo que debía, la familia decidió abrir el castillo al público. Trece años más tarde la deuda quedó saldada.

Actualmente es uno de los puntos turísticos más visitados de Alemania y es uno de los lugares más fotografiados del país.

Fue presentado como candidato a las nuevas siete maravillas del mundo, pero quedó en octava posición.

Parte trasera del castillo.

No se puede subir al castillo en nuestro propio coche, tenemos que hacerlo andando, que se tarda alrededor de 20 minutos, es una cuesta prolongada durante todo el camino, pero no muy empinada, no cuesta mucho subir, aunque mejor tomárselo con un poco de calma y tiempo.

También se puede subir en coche de caballo, cuesta, según recuerdo 7€, cada viaje, pero no puedo asegurarlo.

De todas formas también se puede subir en autobús:

Subida: 1,80€   Niños, entre 6 y 12 años: 1,00€

Bajada: 1,00€   Niños, entre 6 y 12 años: 0,50€

Subida y bajada: 2,60€    Niños, entre 6 y 12 años 1,50€

Entrada principal.

No sé si podrá llegar en transporte público, pero imagino que desde la ciudad de Füssen que está al lado, habrá autobuses que vayan al castillo.

Con el coche no es difícil llegar, una vez que vamos llegando está muy bien señalizado, pero si ponéis en el navegador las señas de las taquillas no hay perdida posible:

Alpseestraße 12, 87645 Hohenschwangau

Hay un aparcamiento gigantesco, no suele haber problema para dejar el coche, pagando, obviamente, pero no es nada caro.

Es posible visitar el castillo por dentro, aunque hay colas de horas. Los tickets se compran en el inicio de la cuesta, y tenerlo en cuenta, porque arriba no hay taquillas!! Si subís sin haber comprado la entrada, y luego queréis entrar, tendréis que volver a bajar.

Adultos: 12€

Estudiantes y precios especiales: 11€

Niños hasta 18 años no pagan.

Horario taquillas:

Desde abril al 15 de octubre de 8 a 17h

Del 16 de octubre hasta marzo de 9 a 15h

Horario visita del castillo:

Desde abril al 15 de octubre de 9 a 18h

Del 16 de octubre hasta marzo de 10 a 16h

Está abierto todos los días del año menos el 1 de enero, el 24, 25 y 31 de diciembre.

Yo no he entrado al interior, y no sé si merece la pena, pero me han dicho que no, que es tan solo un palacio más, con salas enormes llenas pero sin mucha historia que contar. Teniendo en cuenta que se construyó por puro placer, no es de extrañar que haya poco que contar de él. Pero tanto el patio exterior como la fachada merece la pena.

Una vez que estemos arriba, tenemos que ir al Marienbrücke, se encuentra al final de un camino a la derecha del palacio. Hasta llegar allí tenemos una vista de los alrededores increíble, de los Alpes, los castillos que hay cerca y de los lagos.

Desde el puente podemos ver una de las mejores imágenes que nos ofrece el castillo, visto desde un lateral. Simplemente asombroso.

Foto sacada de internet.

Cruzando el puente hay una senda por la que se puede seguir hasta llegar a lo alto del desfiladero. Desde allí las vistas también deben de ser increíbles.

Aunque los paisajes desde el mirador del castillo también son impresionantes.

En la falda del castillo Neuschwanstein encontramos el castillo de Hohenschwangau.

Y la Jagerhaus – casa de caza.

¿Sabéis que Walt Disney se inspiró en este castillo para crear el de la Cenicienta?

Opinión personal: no he podido guardarme mi impresión sobre este lugar mientras os lo explicaba. Me encanta, me parece simplemente increíble. La primera vez que fui estaba todo nevado y nos costó verlo mientras llegábamos pues además había una niebla muy espesa. Y hacía frío…

Foto sacada de internet

Luego volví a ir en verano y con el buen tiempo me pareció más bonito si cabe.

Está lejos, y hay que ir expresamente allí para visitarlo, pues no es camino de paso para ir a ningún lado, pero merece mucho la pena. Un auténtico castillo de cuento de hadas, recomendado 100%.

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Alemania es un país lleno de lugares con encanto que esperan ser descubiertas; grandes urbes, pequeñas ciudades y pueblos que parecen estancados en el tiempo. ¿Te animas a descubrirlas con nosotros? 

Un saludo!!