30 de mayo de 2014

Michael Schumacher




Michael Schumacher

Nació el 3 enero 1969 en Hürth, en el estado de Renania del Norte-Westfalia, Alemania.
Es un expiloto de automovilismo de velocidad alemán.

Es conocido por ser el piloto más laureado de la Fórmula 1 y también el más sancionado, ganó siete campeonatos mundiales de Fórmula 1, dos con la escudería Benetton en 1994 y 1995, y cinco con Ferrari entre los años 2000 y 2004.

Cuando le he preguntado en alguna ocasión a los alemanes sobre él, todos me han contado cosas buenas, nadie jamás me sacó algún trapo sucio o me puso alguna pega. Nadie en Alemania tiene en cuenta sus tretas y artimañas para ganar. De hecho, en alguna ocasión me llegaron a decir que es una persona tremendamente humilde, que hace donaciones anónimas millonarias a organizaciones benéficas. Siempre me pregunté como se puede hacer una donación anónima y que todo el mundo lo sepa… pero bueno, con el aluvión de odas y buenas palabras hacia él, cualquiera era el valiente que les ponía una sola pega.


A los cuatro años comenzó a competir en los kars, en el circuito de sus padres en Kerpen, circuito que actualmente aún existe. A los seis años ganó su primer campeonato, y a los 16 años quedó segundo en el mundial. Siguió compitiendo y ganando campeonatos hasta que en el año 1991 debutó en la Fórmula 1 en el Gran Premio de Bélgica en el equipo Jordan. Este debut fue tan solo una sustitución del piloto oficial, Bertrand Gachot, que estaba en prisión. No pudo acabar la carrera por fallos en el coche y tuvo que retirarse, pero su actuación dejó a todo el mundo impresionado y le valió una llamada de Flavio Briatore y un contrato con el equipo Benetton.
Al año siguiente quedó tercero y fue dos años después cuando consiguió su primer campeonato, aunque la última carrera tuvo bastante controversia, pues se rumoreaba que había irregularidades técnicas en los coches del equipo y Schumacher no dudó en chocar intencionadamente con el Williams de Damon Hill para ganar el campeonato por un punto.
En 1996 fichó por Ferrari, relación que duró muchos exitosos años. Aunque no empezara del todo bien. El primer año se encontraba justo en la misma situación que en 1994, y quiso repetir la maniobra de choque intencionado para poder ganar. Pero en esta ocasión no le salió bien, y tuvo que retirarse. La FIA se dio cuenta de la intencionalidad de este accidente y le sancionaron con la retirada de todos los puntos que había conseguido durante el campeonato.
Tres años más tarde sufrió un accidente en el Gran Premio de Gran Bretaña donde se fracturó una pierna. Tuvo que estar un tiempo en reposo, pero cuando en el 2000 reapareció lo hizo con más fuerza que nunca y durante cinco años en el podio no se vio otro color que el rojo Ferrari, pues ganó el campeonato cinco veces consecutivas.
La soberanía de Schumacher-Ferrari acabó en el 2005, cuando Fernando Alonso le ganó la partida.

Al final, en 2006, con 37 años, siendo el piloto más longevo de la historia y el que había conseguido más títulos, colgó el casco. Al menos el de Fórmula 1, pues pasó a competir en las motos. Pero parece ser que el mundo de las dos ruedas no era lo suyo y unos años más tarde, en 2009, volvió a la Fórmula 1.
Pero su retorno no fue para nada lo que se esperaba. Regresó siendo piloto de Mercedes, pero el coche no era del todo competitivo o quizás fue por los cambios que había sufrido la Fórmula 1 desde su partida, fuera lo que fuese, nunca consiguió estar al nivel que se esperaba de él.



En 2012 se retiró de forma definitiva de la Fórmula 1.

No cabe ninguna duda de que es un grandísimo piloto, pero su carrera ha quedado bastante empañada con algún que otro mal gesto y bastantes polémicas, pues no siempre jugaba limpio y no dudaba en sacar provecho de las situaciones que se le presentaran, fuese la que fuese.

A pesar de todo en Alemania se le tiene muchísimo cariño y aprecio, le apodaron Schumi, un diminutivo de su apellido, Schumacher, hacedor de zapatos literalmente al español. También se le llama Kaiser, emperador. Y eso dice mucho de lo querido que es alguien para su gente.
Aunque no solo le quieren en su país, este afecto llega a todas partes del mundo, algo que se ha podido ver ampliamente en estos últimos meses, desde que en diciembre del año pasado sufriese un grave accidente que lo dejó en coma, los mensajes de apoyo y ánimo para él y para su familia han sido constantes.
Actualmente sigue hospitalizado, está estable pero continua en coma. No se sabe si despertará o si no lo hará. Pero los daños cerebrales que sufrió durante el accidente fueron bastante serios, así que es posible que si recobra la consciencia quede con lesiones cerebrales importantes.

¿Qué opináis de él? ¿Os gusta como piloto?

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Si quieres conocer más famosos que nacieron en Alemania no dudes en pasarte por esta página: Celebridades alemanas.


Un saludo!!


29 de mayo de 2014

Día del Padre - Vatertag

Hoy es el día de la Ascensión de Jesús, Christi Himmelfahrt, eso significa que en Alemania ocurren dos cosas importantes: es fiesta en muchas ciudades y, además, se celebra el Día del Padre.
Es curioso que este día no tenga una fecha exacta y cada país lo celebre cuando “mejor le convenga”.

Todo empezó en Estados Unidos en el año 1909, cuando Sonora Smart Dodd quiso hacerle un homenaje a su padre, un veterano de la guerra de Secesión que, tras la muerte de su mujer al dar a luz al sexto hijo, educó y crió a todos ellos lo mejor que pudo. Sonora se sentía muy orgullosa de su padre y pensaba que era un gran ejemplo a seguir, por eso propuso este día, el día del Padre, para homenajearlos, pues ellos también tienen un papel importante en la vida de los hijos y las madres ya tenían su propio día.
El día que propuso fue el 5 de junio, pues era el cumpleaños de su padre. Pero al final esto no llegó a instaurase, aunque la idea ya estaba sembrada. Unos cuantos años más tarde el presidente Calvin Coolidge apoyó esta iniciativa y en 1966  Lyndon Johnson declaró que el tercer domingo de junio sería el día del padre en los Estados Unidos.

En España fue una maestra la que, a petición de los padres de sus alumnos, realizó un homenaje a los mismos. Ellos también querían tener un día, pues el de la madre ya existía.
Con un poco de publicidad en las radios y periódicos, y la ayuda de los gerentes de Galerias Preciados y El Corte Inglés, en unos pocos años este día quedó instaurado y bien arraigado en el calendario. Siendo siempre en la misma fecha, el 19 de marzo, día de San José, por eso de que es el padre de Jesús.

En Alemania ya hemos dicho que se celebra en el día de la Ascensión de Jesús, 40 días tras la Semana Santa. Este día es en algunas regiones festivo y aunque resulte curioso los padres, no pasan  este día con sus hijos. No señor, por estas tierras este es el día de vacaciones de los padres, vacaciones del trabajo y de la familia. Pues se reúnen con su amigos, llenan hasta arriba un carrito de cervezas y de salchichas (algunos incluso lo hacen a lo grande y preparan un carro de caballo), meten también una barbacoa dentro y como la primavera ya está aquí, emprenden camino al campo, donde pasarán el día comiendo y bebiendo, celebrando el día del padre sin sus hijos.


Personalmente lo encuentro un tanto ilógico, lo suyo sería celebrar este día con la razón que tienes de celebrarlo, si eres padre tienes hijos, pero bueno, las tradiciones son las que son.



Se supone que también juegan a juegos típicos de este día, pero en mi inexistente paternidad no he podido descubrir en que consisten los susodichos. Si alguien lo sabe o se entera, soy toda oídos.


Por supuesto, no todos los padres celebran este día de esa manera, muchos de ellos prefieren pasarlo con sus familias.

¿En que fecha se celebra este día en tu país de origen o de actual residencia? ¿Se hace algo típico que solo se haga allí? ¡Contadnos!

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Vivimos en un país diferente al nuestro, y eso en algunas ocasiones implica también una nueva cultura con tradiciones que al principio nos pueden resultar extrañas. Pero no hay nada como saber de que se tratan para poder entender. ¿Te vienes a descubrirlas con nosotros?

Un saludo!!



28 de mayo de 2014

Creencias populares

Se dice, se rumorea, cuenta la leyenda que si te pitan los oídos es que alguien está hablando de ti, y según que oído sea será bien o mal. También dicen eso de:
-Que mal huele, ¿quién ha sido?
-El que tenga las manos rojas
O que el que primero lo huele debajo lo tiene.

Algunos dicen que el hipo no se pasa hasta que no se lo has pasado a alguien, aunque muchos aseguran que sin cantar una cancioncilla no se va a ir:
Hipo tengo,
a mi amor se lo encomiendo.
Si me quiere bien,
que se quede con el.
Sino,
que me lo devuelva otra vez.


También cuentan que al tonto siempre le cae la primera gota.
Hasta dicen que si te masturbas te salgan granos, algunos hasta aseguran que acabarás ciego.

Creencias populares. ¿Base científica? Escasa. Son de esas cosas que te cuentan cuando eres pequeño y que te crees a pies juntillas. Jamás se pondrá en duda y si da la casualidad de que tienes el estómago ligero y no puedes evitar que una olorosa y silenciosa ventosidad se escape vas a quedarte callado como una tumba hasta que alguien salte para poder decirlo y quitarte así las culpas de encima.

Cada país es una cultura distinta y por lo tanto estos dichos también serán diferentes.
Por Alemania se dice que cuando te entra hipo es porque alguien está hablando de ti.
Todos hemos tenido alguna vez unas zapatillas que hacen ruido, ¿verdad? Que cada vez que das un paso van sonando, ploff, ploff, ploff. Pues resulta que si tus zapatillas hacen eso es que son unas chivatas, les están diciendo a todo el mundo que quiera escucharlas que eres un ladronzuelo. En Alemania que las zapatillas suenen al andar es porque no las has pagado.

También dicen por aquí que si ves a una chica sola paseando con su perro es que la susodicha chica está buscando algo… y con algo me refiero a alguien. Que está soltera y disponible, vamos. Aunque la verdad es que de esto último tengo varias serias dudas, le veo muchas lagunas. Con lo amantes que son de los animales, muchas chicas solteras tendría que haber.
Pero vamos, todos ellos están basados en suposiciones muy supuestas y generalizadas.


Es curioso que en España digamos que alguien está hablando de ti cuando te pitan los oídos y en Alemania sea cuando te entra hipo. Pero lo más curioso y extremo lo tienen los japoneses, para ellos la señal de que alguien habla sobre ti son los estornudos.
1 estornudo es que están diciendo algo bueno de ti
2 estornudos son una crítica
3 estornudos es que alguien está hablando muy mal de ti.
Y así sucesivamente, cuanto más estornudes más “verde” te estarán poniendo.


He escuchado que en Argentina y Chile alguien habla bien de ti si te pica la oreja izquierda y mal si es la
derecha. ¿Hay alguien por ahí que pueda corroborar esto?

¿Qué otras creencias de este tipo decís vosotros? ¿Conocéis alguna interesante en vuestro país o en alguno al que hayáis ido?

Un saludo!!



26 de mayo de 2014

Comentaristas de fútbol

No sé si ya lo he dicho en algún momento, pero soy bastante futbolera, aunque solo sea de verlo en la tele. A pesar de llevar ya dos años por estas tierras aún no me he decidido por ningún equipo de la Bundesliga, la liga alemana. Pero de todas formas, como buena aficionada del fútbol no me perdí el partido que tenía al país en vilo, la final de DKB-Pokal, que vendría a ser algo así como el homónimo alemán de nuestra Copa del Rey.

Es en estos momentos de euforia y pasión, donde los comentaristas viven el momento como si fuese el último, cuando mejor nos podemos dar cuenta de que a pesar de lo cerca que están nuestros países, la cultura alemana y la española difieren en mucho.

No sabría decir si aquí o en España se vive más el fútbol, el aficionado en si se diferencia en muy poco. Todos llevarán los colores de su equipo hasta el final sin importar lo que pase.
La gran diferencia la vamos a encontrar cuando veamos un partido por la tele.
Estamos acostumbrados a nuestros comentaristas, esos hombres que hablan tan rápido que a veces ni se les entienden o que para romper el silencio incómodo que se acaba de formar por no haber dicho nada en los último 3 segundos sueltan frases magistrales del tipo “¡Uy! Si entra, es gol”.

Así que cuando te pones delante de una tele alemana con la intención de ver un partido alemán en su propio idioma, vas mentalizado en que no vas a entender mucho más allá de un par de nombres.
Y bueno, es posible que si tu nivel de alemán no es muy bueno eso sea todo lo que entiendas, pero realmente puedes darte muy por satisfecho, pues habrás entendido el 80% de lo que han comentado a lo largo de 90 minutos.
Los comentaristas no hablan señores, están allí, te dicen así un poco por encima el nombre del jugador que lleva en ese momento la pelota y ya está. Así si que mola trabajar.

Que la primera vez que lo ves no puedes evitar coger el mando y darle al volumen, seguro que es eso, que no lo oyes, porque el partido ya ha empezado y nadie dice nada…
Pero no. Aquí es donde se muestra esa horchatosidad propia y característica de los teutones. La cual queda más aún representada cuando se anota un gol.

Una imagen vale más que mil palabras, un vídeo ya ni os cuento.
Así que os dejo unas comparaciones, para que podáis ver vosotros mismos la gran diferencia.

España



Alemania



América latina (lo siento, no sé diferenciar de donde)



Por supuesto, nada que decir sobre este ya mítico momento:



Esto creo que nunca podría haber sido narrado por un comentarista alemán. Por mucho que les guste el fútbol esta pasión les falta.


Con ver estos ejemplos, y sabiendo lo gran fanáticos del fútbol que son, no es de extrañar que les parezcamos ruidosos. Si no son capaces de alterarse en momentos así, de subir la voz y dejarse llevar cuando está socialmente permitido, como van a hacerlo en un momento cualquiera del día.

Por otro lado, que siempre hay que ver la parte positiva, los telespectadores teutones se ahorran escuchar comentarios del todo absurdos.


Una curiosidad que me hizo mucha gracia. El otro día escuchando la radio estaban diciendo algo sobre el partido de la final de la Champions y no hacían más que hablar del "Real" y los "Matraztemacher". Lo que me reí cuando entendí que era eso... ¡¡¡habían traducido Colchoneros al alemán!!! Hacedor de colchones les rebautizaron... Para que luego digan que somos los españoles los que traducimos todo, ellos también lo hacen, y además en cosas intraducibles.


Para aquellos que hayan visto algún partido en alemán, ¿qué os pareció? ¿os resultó raro?


Un saludo!!




 

23 de mayo de 2014

El pobre y el rico - Der Arme und der Reiche

Esto ocurrió hace muchos años, cuando el propio Dios todavía andaba en la tierra entre la gente normal. Una tarde durante su camino se dio cuenta que estaba muy cansado y la noche le cayó antes de que pudiese encontrar un albergue. En el camino se encontró dos casas una enfrente de la otra, una era grande y bonita, la otra era pequeña y tenía un aspecto bastante pobre. La grande pertenecía a una familia rica y la pequeña a un hombre pobre.
Nuestro Señor pensó: al rico no le resultaré molesto. Ahí quiero pasar la noche.
Cuando el hombre rico escuchó a alguien llamar a su puerta abrió la ventana y le preguntó al extraño que que buscaba allí.
El Señor respondió: le ruego por un alojamiento para esta noche.
El rico miró al forastero con ojo crítico desde la cabeza hasta los pies y ya que nuestro querido Dios llevaba un simple vestido y no parecía un hombre que tuviese mucho dinero en el bolsillo, el hombre negó con la cabeza y le dijo:
-No os puedo acoger, todas mis habitaciones están llenas de hierbas y semillas. Y si tuviese que dar cobijo a todo aquel que golpea mi puerta, yo mismo tendría que mendigar. Buscaos otro sitio donde quedaros.
Luego cerró la ventana y dejó en la calle a nuestro Señor.

Así que nuestro querido Dios dio la vuelta y se dirigió hacia la pequeña casa. Al poco de haber llamado a la puerta un pobre hombre abrió una puertecilla e invitó al forastero a entrar.
-Pasad la noche en mi casa – le dijo el hombre – Ya está muy oscuro y no podrá seguir caminando.
Esto le complació a nuestro querido Dios y entró en la casa.
La mujer del hombre le estrechó la mano, le dio la bienvenida y le dijo que se pusiese cómodo y se sintiese como en su casa. No tenían mucho, pero lo que tuviesen se lo darían con gusto de todo corazón.
Luego puso patatas al fuego y mientras estas se hacían ordeñó a la cabra para que así tuviesen un poco de leche fresca. Cuando la mesa estuvo puesta nuestro querido Señor se sentó con ellos y comió. La comida no era muy buena pero aún así le supo deliciosa.
Al acabar de comer y siendo hora de acostarse la mujer llamó a su marido.
-Escucha querido marido, esta noche deberíamos dormir en la paja y así el pobre forastero podrá acostarse en nuestra cama y descansar bien. Ha estado durante todo el día andando y estará muy cansado.
-Por supuesto, sin ningún problema – dijo el marido – se le ofreceré ahora mismo.
Así que fue hasta Dios y le ofreció la cama para que así pudiese relajarse debidamente.
Nuestro querido Señor no quería quitarle al matrimonio, que ya eran un poco mayores, su cama. Pero ellos insistieron hasta que él aceptó y se tumbó en el camastro. Luego ellos se construyeron en el suelo un lecho de paja.
A la mañana siguiente se levantaron bien temprano y le prepararon al invitado el mejor desayuno que podían con los alimentos que tenían.

Cuando la luz del Sol entró por las ventanas y Dios se levantó, volvieron a comer todos juntos y al terminar quiso ponerse de vuelta en el camino. Cuando ya estaba en la puerta se dio la vuelta y les dijo:
-Como habéis sido tan caritativos y piadosos, pensad que tres cosas deseáis y os lo concederé.
-Que más podría desear que la bienaventuranza eterna y que mi mujer y yo, mientras vivamos, disfrutemos de una vida sin enfermedades. Y poder tener todos los días un poco de pan – dijo el hombre – No tengo un tercer deseo que añadir.
-¿No te gustaría tener una casa nueva en lugar de esta tan vieja? – preguntó Dios.
-Oh, si – dijo el hombre – si eso también fuera posible, me encantaría.

Y así Dios hizo sus deseos realidad y convirtió la vieja casa en una nueva. Les dio su bendición y continuó su camino.

Era bien entrado el día cuando el hombre rico se levantó. Se acercó a la ventana y vio una casa de ladrillos rojos completamente nueva donde se supone que tendría que estar la vieja casucha. El hombre abrió mucho los ojos de la incredulidad y llamó a su mujer.
-Dime, ¿sabes qué ha pasado? Ayer por la noche ahí estaba la vieja y miserable casa de siempre. Y hoy hay una casa nueva. Ve, averigua que ha ocurrido y cuéntame.
La mujer fue hasta allí y le preguntó al hombre pobre.
-Ayer, ya bien entrada la tarde, un forastero llamó a nuestra puerta, quería pasar la noche en nuestra casa. Le acogimos y esta mañana al despedirse nos concedió tres deseos, la eterna buenaventura, salud para esta vida, un trozo de pan todos los días y por último convirtió nuestra antigua casa en una nueva.

La mujer del hombre rico volvió de prisa y le contó a su marido todo lo que el hombre le había dicho.
-¡Será posible! ¡Es para arrancarse los pelos y darse bofetadas! ¡Si lo hubiese sabido! El hombre ese estuvo aquí primero y podría haber pasado la noche con nosotros, pero no le dejé entrar – se lamentó el hombre rico.
-Pues no pierdas tiempo – le dijo la mujer – móntate en el caballo, así podrás alcanzarlo. Tienes que pedirle tus tres deseos.

El hombre rico siguió el buen consejo de su mujer, se subió al caballo y galopó hasta que alcanzó a nuestro Señor. Con toda delicadeza, cordialidad y educación le suplicó que no le guardase resentimiento por no haberle dejado entrar en aquel momento. Se fue a buscar las llaves de la casa, pero cuando volvió él ya se había ido. Si hubiese vuelto, sin ninguna duda le habría dejado pasar la noche en su casa.
-Bien – dijo Dios – si alguna vez vuelo, me alojaré en vuestra casa.
Entonces el hombre rico le preguntó que si al igual que su vecino, el no podía pedir también tres deseos.
Dios le respondió que si, que podía pedirlos, pero sería mejor que no pidiese ningún deseo pues no serían buenos para él.
El hombre argumentó que si supiese que esos deseos se harían realidad, seguro que encontraría algo que le hiciese feliz.
-Vuele a casa – le dijo nuestro querido Dios – tus tres deseos serán realizados.
Así que el hombre puso rumbo de nuevo a casa, y por el camino fue pensando en que es lo que desearía.

Estaba tan concentrado en sus pensamientos que dejó caer la brida del caballo, este comenzó a saltar y esto le hizo perder el hilo de sus pensamientos. Acarició al caballo en el cuello y le susurró palabras tranquilizadoras.
-¡Cálmate Liese!
Pero el caballo no paraba de moverse y brincar. Esto puso tan de los nervios al hombre que le hizo perder la paciencia y acabó vociferando.
-¡Ojalá te rompieses el pescuezo!

Nada más terminar de decir estas palabras, plump, cayó al suelo junto a su caballo, muerto. Pues este había sido su deseo.
Como era de naturaleza avaricioso no iba a dejar la silla de montar allí. Así que desató las correas, se la cargó a la espalda y puso de nuevo rumbo a casa, aunque esta vez a pie.
-Todavía te quedan dos deseos – intentó reconfortarse a si mismo.

La arena del camino hacía que tuviese que ir andando muy despacio y el sol de mediodía le quemaba. Tenía mucho calor, el cansancio comenzaba a hacerle efecto, estaba empezando a ponerse de muy mal humor y la silla se le clavaba en la espalda.
Aún no había decidido que más iba a pedir, e iba pensando en voz alta.
-Aunque desease todas las riquezas y tesoros del mundo sé que luego se me seguiría antojando mil cosas más, así que tengo que hacerlo de alguna manera para que no me quede ningún deseo sin cumplir.
Suspiró y siguió pensando.
-Si fuese un campesino bávaro al que se le concediesen tres deseos seguro que como primer deseo diría mucha cerveza, como segundo tanta cerveza como pudiese beber y como tercer deseo un barril más de cerveza.

Algunas veces pensaba que al fin se había decidido, pero al instante se daba cuenta de que eso no era suficiente. De pronto se le ocurrió pensar que mientras el estaba pasando todas esas penurias su mujer estaba sentada en una fresca habitación sin nada que hacer. Eso le enfureció tanto que sin pensarlo dijo:
-Ojalá estuviese ella en casa sentada en la silla y no pudiese bajar, en lugar de tener que ir yo cargando con ella.
Nada más terminar de decir la última palabra la silla desapareció de su espalda y se dio cuenta de que su segundo deseo acababa de ser cumplido.
Eso lo puso furioso y comenzó a correr, quería llegar lo antes posible a casa y encerrarse en una habitación para pensar concienzudamente cual sería su último deseo.

Cuando llegó a casa vio a su mujer sentada en la silla de montar, no hacía más que gritar y sollozar pues no era capaz de bajar de ella.
-Estate contenta – le dijo el hombre – te proporcionaré todas las riquezas del mundo, así que quédate ahí sentada.
-¿De qué me servirán todas las riquezas del mundo si tengo que quedarme sentada en esta silla? – le gritó enfadada la mujer – tú has deseado que estuviese aquí sentada, así que tienes que sacarme de aquí.
Y quisiese o no tuvo que utilizar en ese momento su tercer deseo para que su mujer pudiese bajarse de la silla de montar.

Por lo que al final tan solo se quedó con el enfado, cansancio, injurias y un caballo perdido, mientras que el hombre pobre vivió cómoda y tranquilamente durante el resto de su vida.



Nunca había leído este cuento así. Había escuchado y visto versiones de magos, duendes y demás seres mágicos que conceden deseos y estos nunca son lo que parecen, siempre tienen un lado malo y al final habría sido mejor no haber deseado nada.
Aunque la verdad es que me ha gustado bastante, muy instructivo.
¿Moraleja? Las buenas acciones siempre son recompensadas y que hacer las cosas buscando el beneficio propio, de forma egoísta y sin pensar en nadie más que en ti mismo trae malas consecuencias.
La traducción esta hecha entera por mi, así que si veis que algo no tiene mucho sentido decidmelo por favor,

¿Qué os ha parecido este cuento? ¿Lo habíais leído antes?

El pobre y el rico - Der Arme und der Reiche, es el cuento número 87 del libro "Cuentos de la infancia y del hogar" escrito por los hermanos Grimm.
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Y colorín colorado, este cuento se ha acabado... pero aún quedan muchos más cuentos que leer, muchas historias por recordar y otras tantas por descubrir. ¿Te vienes? Cuentos de los hermanos Grimm.

Un saludo!!



21 de mayo de 2014

Logotipos en los coches

Es probable que alguno de los que viváis en Alemania os hayáis dado cuenta de este detalle. Yo me fijé porque tengo una pequeña obsesión por las matrículas y así, viendo muchas partes traseras de los coches me di cuenta de algo curioso.
Estamos acostumbrados a que en medio de la parte trasera de todo automóvil esté el logotipo del mismo, según marca, y luego, en algún lugar a la derecha o izquierda el modelo que sea.

Pues bien, algunas veces en Alemania podemos encontrarnos coches que no tienen el modelo escrito y tan solo aparece el logotipo de la marca.



Otras veces, y esto siempre lo he visto en coches oscuros, el logotipo es negro, así que se camufla perfectamente con la carrocería y no lo ves a primera vista.
Aunque el modelo no está por ninguna parte. De este no tengo foto, sorry.

Y en otras ocasiones no aparece nada, ni logotipo, ni marca, ni modelo. Nada.


Personalmente este último no me gusta nada. Me resulta hasta antiestético. No sé, me da la sensación de que le falta algo. Que ciertamente le falta, pero no sé, me parece que queda feo.


Le pregunté a un par de alemanes y todos me dijeron lo mismo. Es una cuestión de gusto y estética. Esto es algo que se puede pedir al concesionario cuando te compras el coche, y pagando un cantidad X de dinero podrás tener tu coche sin modelo, con el logotipo camuflado o sin nada de nada.
Obviamente esto no es algo gratis, este antojo se paga. No sé exactamente cuanto costará, pero dudo que sea barato.

Desde que me di cuenta de ese detalle me fijé un poco más en la parte trasera de los coches, y quizás haya sido tan solo una cuestión de suerte, pero los únicos automóviles que he visto que tienen alguna de estas características han sido los alemanes. Por ahora todos los coches extranjeros en los que me he fijado llevaban lo normal y estandarizado.







Pero como digo, quizás ha sido tan solo suerte. Aunque en España nunca jamás he visto algo como esto.
Quizás en esta curiosidad se puede ver que los alemanes sienten un especial cariño por sus coches, mucho más allá del que sienten el resto de europeos…

También he visto algún coche que no tiene ni tan siquiera el logotipo en la parte delantera. Aunque por ahora solo lo he visto en algunos Audi o Mercedes.


¿Os habías fijado en este detalle? ¿Habéis visto algún coche no alemán que no llevara el modelo o el logotipo de la marca?

Un saludo!!








PD: Cuando me puse a sacarle fotos a todos los coches que me iba encontrando por la calle creo que la gente de mi alrededor pensó que estaba un tanto loca. ¿Quien le hace fotos a tan solo la parte de atrás de un coche? Fácil, solo yo, los locos y quizás los chinos... En fin...

19 de mayo de 2014

Carritos de la compra

En algunas ocasiones los objetos más cotidianos, esos con los que convivimos día a día exigen un poco de tu atención y se cuelan en nuestras memorias. Quizá esa situación se borre a los pocos días y nunca más te acuerdes de aquello que te pasó, pero quizá ese objeto reclame su lugar en tu mundo una y otra vez y se asegure que cuando lo veas, no lo mires con los mismos ojos que antes.

Muy enigmática esta introducción mía, ich weiss, pero no me he podido resistir a hacerle un homenaje a ese compañero de compras que desde hace unas semanas siempre nos da algo para lo que hablar.

Y bueno, os hablo del archiconocido carrito de la compra. Esa cesta enorme hecha de barras de metal que lleva cuatro ruedas incorporadas…

Todo empezó allá por diciembre del año pasado, cuando nos mudamos a un piso vacío y desgraciadamente entre nuestras posesiones no se encontraban muchos muebles. Así que pusimos rumbo al cielo de los pisos sin amueblar, esa práctica invención sueca salvadora de vidas llamada Ikea.

Igual que dicen que no se puede ir al super a comprar cuando tenemos hambre, a Ikea no se puede ir con las ideas a medio hacer y sin saber que es lo que realmente quieres comprar, pues puedes acabar llevándote muchas más cosas de las necesarias.
Íbamos con la idea de comprar un par de cosillas, pero tampoco esta muy claro el que, así que pensábamos que con una de las bolsas amarillas podríamos con todo… ¡já! Ilusos…

En la planta de arriba conseguimos controlar nuestros impulsos consumistas y por ahora todo era manejable. Pero llegamos a las alfombras… En España mi casa siempre ha tenido alfombras y siempre que estuve fuera estudiando me llevaba una a la residencia. Esta sección de Ikea es bastante amplia y como os imagináis no pude resistirme. El problema vino en que una alfombra no cabe en una de las bolsas amarillas del Ikea. La podemos llevar en la mano, pensamos, pero luego llegamos a las cortinas y recordé que en el nuevo piso tengo un pedazo de ventanal y que los vecinos existen… y eso ya fue demasiado. Juro que lo intentamos, pero ni queriendo podíamos llevar todo, así que llegó el problema, ¿y ahora dónde diablos encontramos un carrito? Justo al principio de la planta baja, al lado de las escaleras, es decir, en la otra punta.

Nos dirigimos hacia allí con desgana, a desandar todo lo andado con el peligro que eso conlleva. Puedes ver algo que antes habías pasado por alto y meterlo también en la bolsa amarilla…
No llevábamos mucho camino recorrido cuando de pronto nos encontramos un carrito, solo, vacío. Echamos una ojeada a nuestro alrededor, todo limpio señor, no hay moros en la costa. Así que lentamente y con disimulo nos acercamos, pusimos la bolsa dentro y nos fuimos de allí con nuestro botín conseguido, sin mirar a nadie a los ojos…

Esta fue la primera vez que “secuestramos” un carrito en Ikea, pero confieso que no ha sido la última, y probablemente la última tampoco será la última. Siempre vamos con la misma equivocada e ingenua idea. Con la bolsa amarilla nos sobra. Y siempre acabamos, cual ninja, buscando por los pasillos carritos abandonados y apropiándonos de ellos con todo el disimulo del mundo mundial…
Ya soy una experta… el finde pasado lo hice con tanta naturalidad que hasta me resultó preocupante. Secuestrar carritos vacíos es pan comido. El problema vendrá cuando ese supuesto carrito abandonado no lo esté realmente y alguien me diga algo… ahí moriré de vergüenza, lo sé…



En estas semanas hemos tenido otra anécdota con este objeto. Fue una tarde normal en el supermercado de siempre. Habíamos decidido que ya iba siendo hora de meter algo en el frigorífico, la pasta con “lo que sea que haya” ya se había acabado.
Y nada, 40 minutos después con el carro lleno hasta casi rebosar teníamos que meternos entre pasillos estrechos para buscar algo que no sabíamos exactamente donde estaba.
-Déjalo ahí, es incómodo movernos por allí con el. ¿Quién se va a llevar un carro?
Así que lo dejamos un momento en el pasillo principal y al volver, sorpresa la nuestra. ¿Dónde está el carro?
-Lo dejé justo aquí. Juro que lo dejé aquí.
-¿No será este?
-No, en la parte de arriba teníamos cereales.
-Pues aquí no está.

Si. Nos habían quitado el carro lleno de la compra.
Tendríais que habernos visto a las dos, dando vueltas por el supermercado como dos tontas partiéndonos de risa y fijándonos en los carros llenos, buscando nuestras cosas perdidas.
Y allí, al principio del todo, justo al lado de las cajas estaba, abandonado… el pobre…
Cuando íbamos a seguir nuestro camino por el super, con la risa floja aún presente, nos cruzamos con un chico con el carro que podría haber sido el nuestro pero que no lo era porque no llevaba los cereales.
¡Ha sido él! ¡Él se llevó nuestro carro! Y nos miró, y le miramos, y nosotras seguíamos riendo, y el se puso colorado como un tomate. Sabemos que nos has quitado el carro, tú sabes que era el nuestro y nosotras sabemos que lo sabes… Un poco más colorado aún apartó la vista y se perdió por los pasillos del supermercado.
Nunca volvimos a saber de él, pero desde entonces siempre nos entra la risa tonta cuando dejamos el carro solo en el super. Pues ¿quién se lo va a llevar?


Esta entrada tiene bien poco que ver con Alemania, tan solo que nos ha pasado en este país. Pero me parecía unas anécdotas graciosas que contar.

¿Alguna vez habéis vivido algo parecido? No importa la ciudad o el país, ¡contadnos!



Un saludo!!


16 de mayo de 2014

Die Eisheiligen

No sé como lo estaréis pasando en el resto de Alemania, aquí en Colonia llevamos unas semanas con un tiempo bastante malo. Casi no hemos tenido invierno y parecía que el verano iba a entrar directamente, pero no ha sido así, desgraciadamente, no por nada Alemania es un país verde, nos faltaba la lluvia y el viento. Y obviamente no se han quedado por el camino.
Echando mano del rico refranero español, por mi tierra siempre se ha dicho que cuando en marzo mayea, en mayo marcea y parece ser que esto se cumple hasta por estas tierras lejanas.
También se suele decir eso de hasta el 40 de mayo no te quites el sayo. Pues en Alemania tienen un dicho / proverbio / refrán parecido, al menos en el significado.

Pankrazi, Servazi und Bonifazi sind drei frostige Bazi.
Und zum Schluss fehlt nie die Kalte Sophie.

Pancracio, Servacio y Bonifaceo son los tres congelados de Bazi (no sé que/quien es Bazi)
Y para el final nunca falta la fría Sofía.


Este refrán hace referencia a los Eisheiligen, santos del frío, por poner una traducción aproximada.
Aunque según las regiones estos santos pueden ser desde 3 hasta 5.

Resulta que durante las semanas anteriores va a hacer muy buen tiempo, las temperaturas empezarán a subir paulatinamente, la lluvia no hará acto de presencia por ningún lado y se creará la falsa ilusión de que el verano ya está aquí. Pero cuando llegan estos santos todo se tuerce pues van a traer el mal tiempo con ellos, vienen todos seguidos y va a durar una semana.

El primer santo es Mamertus, Mamerto, el 11 de Mayo
Luego viene Pankratius, Pancracio, el 12 de Mayo
Después es Servatius, Servacio el 13 de Mayo
El penúltimo es Bonifatius, Bonifaceo el 14 de Mayo
Y la última es Sophia, Sofía el 15 de Mayo



"¡Hemos traído la lluvia!
¡Entonces quedaros por lo menos dos semanas para que así al menos sirva para algo!"


En el norte de Alemania estos días de frío comienzan el 11, con Mamerto y en el sur lo hacen con Pancracio. Se supone que esto es debido a que el viento frío llega del norte y este tarda un día en atravesar el país hasta llegar al sur..
Sería interesante saber si en territorios más septentrionales como Dinamarca, Suecia o Noruega tienen también algún refrán para estos días. Por desgracia mi conocimiento de estos idiomas y su cultura deja mucho que desear, pero si alguien lo sabe, por favor, que comparta la información.
A ver la gente que vive en el sur, si empieza a llover en un par de días como sino hubiese mañana, sabed que los santos estos que han llegado.

Se supone que con die Kalte Sophia, la fría Sofía, el invierno termina de forma definitiva en toda Alemania, al igual que los días de lluvia y frío. Y ya solo queda esperar a que llegue el 7 de julio para saber que tipo de verano nos va a esperar.

Vor Bonifaz kein Sommer,
nach der Sophie kein Frost.

Antes de Bonifacio no hay verano
Después de Sofía nada se enfría

No es exactamente eso, pero he intentado una rima que se entienda. Antes del 14 de mayo no va a acabar el invierno y que a partir del 15 ya no habrá nevadas ni temperaturas bajo cero.

No sé si en todas las partes del país este dicho será popular, por aquí todo el mundo está entusiasmado, todos dicen que el invierno acaba. Y lo dicen con la misma seguridad con la que nosotros aseguramos que en Semana Santa siempre llueve.
No recuerdo que tiempo hizo el año pasado por estas fechas, pero habrá que creer a la experiencia autóctona. Porque si además está en el refranero, será por algo.

En español refranes con santos tan solo se me ocurre que “hasta San Antón Pascuas son” pero no tiene nada que ver con el tiempo.
¿Os sabéis alguno?

¿Habíais escuchado alguna vez esto de los Eisheiligen?

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Vivimos en un país diferente al nuestro, y eso en algunas ocasiones implica también una nueva cultura con tradiciones que al principio nos pueden resultar extrañas. Pero no hay nada como saber de que se tratan para poder entender. ¿Te vienes a descubrirlas con nosotros?

Un saludo!!


14 de mayo de 2014

Schrebergarten / Kleingarten

No sé si alguna vez os habéis fijado en esto. A lo largo de algunas carreteras, al borde de las vías del tren, en un rincón de un parque o en los extrarradios de algunas ciudades podemos encontrarnos pequeñas o grandes extensiones de lo que parecen ser pequeñas casitas deshabitadas.
Suelen ser casas de madera prefabricadas aunque algunas tienen un mejor aspecto que otras y en los terrenos que las rodean por lo general habrá algún tipo de plantación, un huerto pequeño y/o un jardín.

Probablemente cuando paséis por allí no veáis a nadie y la impresión que pueden dar no siempre será buena. Chabolas, pensaréis.
Pero no, nada más lejos de la realidad.



Estas casitas se llaman Schrebergarten o Kleingarten y son super típicas en todo Europa menos en sur del continente.
Es un trocito de verde dentro de la ciudad donde la gente va para evadirse del estrés que generan las grandes metrópolis.
Muchos alemanes tienen uno de estos jardines donde plantan hortalizas o simplemente pasan el día. Sería como el sustituto en miniatura de las casas en el pueblo/campo que mucha gente tiene en España.

Todo empezó allá por el año 1869 cuando al Dr. Daniel Gottlob Moritz Schreber, un pedagogo de Leipzig se le ocurrió que en esa época tan industrializada sería interesante que los niños tuviesen un poco de contacto con la naturaleza, que valorasen el aire puro y que se integrasen con el entorno. Que aprendiesen a sembrar, plantar y recoger. Que cuidasen de algo y que ese algo dependiese de ellos. Que se alejasen de todo lo urbano y que sintiesen el espíritu rural.

Durante muchos años tener uno de estos jardines no estaba muy bien considerado. Era para gente de clase social baja, esos que provenían del campo y que al final terminaban echándolo de menos.

No fue hasta varios años más tarde, en 1970, cuando las asociaciones de estos jardines comenzaron a hacerse más grandes y conocidas y tener un Schrebergarten se puso de moda, lo llamaban jardinería social.

En la actualidad no se usan tan solo para plantar. Es un sitio para que los niños jueguen a sus anchas al aire libre con libertad, para que los jubilados planten sus patatas y así tengan todos los días algo que hacer. Para que las familias se relajan y olviden del estrés de la semana.
En general, un lugar donde desconectar.



Los terrenos en los que se sitúan estas casitas son propiedad del ayuntamiento, pero estos son administrados por diferentes asociaciones.

No sé como de caro será tener uno, pero no es un capricho cualquiera. Hay que involucrarse mucho en el cuidado y mantenimiento de tu parcela verde.
Es obligatorio asistir a todas las reuniones que la asociación convoque y por supuesto tu parcela debe de estar atendida. No es un trastero donde puedas almacenar las cosas que no te sirven. Tienes que tenerlo bien cuidado.

Se podría decir que estamos hablando de una pequeña comunidad en la que no hay paredes entre los vecinos, así que el ruido que puedes hacer aquí es bastante poco, pues tened en cuenta que muchos los utilizan como lugar de descanso.
No lo sé con exactitud, pero por lo que me han dicho estos sitios tienen unas reglas muy estrictas en lo que a la convivencia se refiere.



¿Qué hay que hacer para hacerse con uno de estos espacios verdes? Delante de todos ellos hay un tablón de anuncios con la información sobre el mismo y un número de teléfono. Ahí será donde tenemos que llamar para saber si tienen algún trocito verde disponible para nosotros.


Durante el tiempo que llevó en Alemania los he visto en muchísimas ocasiones, sobre todo en los viajes en tren, pero nunca supe que son hasta que hace unos meses nos mudamos. Cuando fuimos a firmar el contrato era de noche así que tan solo vimos por la ventana un montón de árboles, - vivimos al lado de un parque, genial - fue lo que pensamos. El día de la mudanza no tuvimos mucho tiempo para fijarnos, pero a la mañana siguiente nos pegamos un buen susto. Nuestras ventanas dan a la parte trasera de uno de estos Schrebergarten y ahí es donde tienen “el trastero”. Las cosas están un poco amontonadas y no dan para nada su mejor impresión.

Son chabolas, vivimos justo al lado de un montón de chabolas.

Parte trasera de un Schrebergarten


No sabéis el bajón que nos entró. Luego salimos con el perro a investigar un poco y al verlas por delante ya vimos los huertos y los jardines. Todo en calma. Nos relajamos bastante, pero de todas formas le preguntamos a unos amigos sobre el misterio de estas casas. Fue un gran alivio cuando nos explicaron lo que eran.

Así que si alguna vez las veis o vivís cerca de algún Schrebergarten no os asustéis y preocupéis, no son “peligrosos” y tampoco van a ser una fuente continua de ruido.


¿Los habéis visto alguna vez? ¿Habéis estado en alguno? ¿Conocéis alguna curiosidad o detalle importante sobre estos sitios?

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Si quieres informarte más sobre Alemania, como es la vida en este país o que es lo que se necesita para emigrar aquí pincha en este enlace: Emigrar a Alemania, seguro que encuentras algo que te pueda interesar.

Un saludo!!


12 de mayo de 2014

Torgau



Es una pequeña ciudad situada en el estado de Saschen,Sajónia. Se encuentra a orillas del río Elba.
La ciudad grande más cercana es Leipzig, a 50km. La capital del Bundesland, Dresde está a algo más de 100 km y Berlín se encuentra a alrededor de 160 km. La frontera polaca está a algo más de 150 km.

La población de esta ciudad es de alrededor de 20.000 habitantes.

En el año 973 está datado el primer documento en el que aparece Torgove, antiguo nombre de la ciudad, aunque no fue hasta 1267 cuando se registró el nombre actual.
La viuda de Martin Lutero, Catalina de Bora, llegó a esta ciudad huyendo de la peste que por aquellos momentos asolaba Europa, pero ironías que tiene la vida tuvo un accidente en un coche de caballos y murió tres semanas después de haber llegado. Fue enterrada en esta ciudad.

Aunque el hecho transcendente para que esta pequeña ciudad sea conocida en el mundo, al menos por los entendidos en el tema, es porque el 25 de abril de 1945, al final de la Segunda Guerra Mundial, las tropas estadounidenses y las soviéticas se encontraron en las orillas del Elba, a pocos kilómetros de esta ciudad por primera vez en la guerra.
Este hecho dio lugar a la actual celebración del Elbe Day, Día del Elba. Cuando se conmemora este encuentro y la firme decisión de los dos bandos, Aliados y URSS, de acabar con el régimen Nazi.

No es una ciudad demasiado grande, así que la estación central no se encuentra lejos del centro. En transporte público podemos llegar desde Leipzig en el S4 Geithain, se tarda unos 50 minutos.

Hay algunos lugares que visitar, pero sobre todo merece la pena pasear por la ciudad y perderse por sus callecillas en zigzag.
Eso si, un aviso si vais a ir, está lleno de mosquitos. La humedad del río es altísima y estos indeseados chupócteros están por todas partes, y además son de esos gigantes, que más que mosquitos parecen elefantes.


Palacio de Hartenfels / Schloss Hartenfels



Es un palacio renacentista construido entre los siglos XV y XVI. Es el palacio alemán más grande que se conserva por completo que pertenece a este estilo arquitectónico.
En 1425 se empezó la tradición de que un oso viviese en el foso del castillo. Y en la actualidad esto aún se mantiene. Aunque he de decir que cuando yo fui no había ninguno.

El palacio visto desde la parte trasera

La película-cuento de “La Bella durmiente” del año 1971 fue grabada en este palacio.



Iglesia de Santa María / Stadtkirche Sankt Marien




Es una iglesia de origen románico que empezó a construirse en el siglo XIV. Con el paso de los años fue siendo reconstruida y ampliada.
En uno de sus muros encontramos un epitafio a Catalina de Bora, mujer de Lutero.



 Ayuntamiento / Rathaus

























Se encuentra en la plaza del mercado y fue construido entre los años 1563 y 1578 en un estilo renacentista.

Plaza del mercado


Sowjetisches Denkmal 



A la orilla del río Elba, en la otra parte del palacio de Hartenfels encontramos un curioso monumento en conmemoración al encuentro que se produjo entre los estadounidenses y los soviéticos.


Os dejo unas cuantas fotos más de la ciudad para que os hagáis una idea.






Opinión personal: Quizás fue porque cuando fuimos era un día de fiesta, pero me pareció una ciudad tremendamente tranquila. Muy limpia y cuidada.
Da gusto perderse por sus calles e irse encontrando rincones que admirar.

Fue una visita rápida, pues realmente no hay mucho que ver, pero me gustó bastante.


¿Alguna vez habéis visitado esta ciudad? ¿Qué os pareció?

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Alemania es un país lleno de lugares con encanto que esperan ser descubiertas; grandes urbes, pequeñas ciudades y pueblos que parecen estancados en el tiempo. ¿Te animas a descubrirlas con nosotros? 



Un saludo!!