29 de octubre de 2020

Las doce princesas bailarinas - Die zertanzten Schuhe

 Las doce princesas bailarinas, en alemán “Die zertanzten Schuhe”, es el cuento número 133 del libro "Cuentos de la infancia y del hogar" escrito por los hermanos Grimm. 


Érase una vez un rey que tenía doce hijas, a cada cual más hermosa. Dormían juntas en una habitación con las camas pegadas unas a las otras. Por las noches, cuando ya se habían acostado, el rey cerraba la puerta con llave y corría el cerrojo. Mas por la mañana, al abrir de nuevo las puertas, se percataba de que los zapatos de las muchachas estaban estropeados de tanto bailar, y nadie podía explicar qué era lo que había sucedido.

El rey decidió hacer un llamado a su pueblo: quien descubriese adónde iban las princesas por la noche a bailar, podría elegir una, tomarla como esposa y, cuando el rey muriese, ocuparía su lugar en el trono. Mas había una pequeña condición, si el que se ofreciese a descubrir el secreto no podía resolverlo en tres días y tres noches, perdería la vida.

Poco tiempo después un príncipe se presentó, declarando que sería capaz de resolver el misterio. Su llegada fue bien recibida, y por la noche se le condujo a una habitación ubicada al lado de la de las princesas, donde se instaló una cama. Para que su tarea de vigilar y averiguar adónde iban las muchachas fuese efectiva, el rey decidió dejar la puerta abierta.

Mas por la noche, el príncipe empezó a sentir que tenía plomo en los ojos y se acabó durmiendo. Al despertar por la mañana se horrorizó al darse cuenta de que las doce hijas del rey se habían marchado a bailar, los zapatos estaban completamente desgastados y llenos de agujeros.

La segunda y tercera noche pasaron exactamente igual, y el príncipe fue decapitado sin ninguna compasión. Después de él se presentaron muchos más candidatos, pero todos acabaron igual; perdiendo la cabeza.

Un tiempo más tarde, un pobre soldado iba en dirección a la ciudad, había sido herido y no podía seguir en el ejército. Se encontró con una mujer que le preguntó adónde iba:

—Ni yo mismo lo sé —contestó, y añadió en tono de broma—: Me gustaría averiguar dónde desgastan sus zapatos las princesas y luego convertirme en rey.

—Bueno, eso no es tan complicado —dijo la mujer—. Lo único que tienes que hacer es no beber el vino que te llevarán por la noche y simular estar profundamente dormido. —Le dio una pequeña manta y añadió— con esto te harás invisible, y así podrás seguir a las doce muchachas.

Con esas instrucciones el soldado se tomó en serio la idea, así que se encaminó hacia el palacio para presentarse como voluntario. Fue tan bien recibido como los anteriores y le dieron vestidos principescos. Por la noche fue guiado a la habitación contigua a la de las princesas, mas cuando se iba a meter en la cama la hermana mayor le ofreció un vaso de vino. Pero el soldado, que ya estaba alertado, se había atado una esponja a la barbilla y dejó que el vino resbalase, sin beber ni una sola gota. Se acostó y al poco rato empezó a roncar como si estuviese profundamente dormido.

Las doce hermanas lo escucharon y rieron.

—Se podía haber ahorrado su muerte —dijo la mayor.

Luego se levantaron, abrieron los armarios, arcas y cajones y sacaron magníficos vestidos. Se prepararon delante del espejo y saltaron de un lado a otro, contentas por marcharse al baile.

—No sé… vosotras estáis muy felices. Pero yo tengo una sensación horrible. —Empezó a decir la más pequeña—. Siento que nos va a ocurrir una desgracia.

—Eres una tonta que siempre se asusta de todo —respondió la mayor—. ¿Te has olvidado ya de cuántos príncipes han tratado, en vano, de descubrirnos? Al soldado no hacía falta ni darle la poción para dormir, el muy patán ni se habría despertado.

En cuanto estuvieron listas pasaron por la habitación del soldado, pero el hombre tenía los ojos cerrados y permaneció quieto, haciéndoles creer que estaba completamente dormido.

La mayor de ellas se dirigió a su cama y le dio unos golpes. El mueble empezó a hundirse en el suelo y todas pasaron por la abertura, una tras otra, la mayor la primera. El soldado, que lo había visto todo, las siguió presuroso. Tomó su pequeña manta invisible y se metió en el hueco tras la hermana pequeña; a mitad de la escalera le pisó un poco el vestido.

—¿Qué ha sido eso? —preguntó la chica, asustada—. ¿Quién se agarra a mi falda?

—No seas tan estúpida. Te habrás enganchado con algo —respondió la mayor.

Continuaron bajando y, cuando llegaron al final, se encontraron en una maravillosa avenida llena de árboles con hojas de plata que refulgían con esplendor. 


«Necesito una prueba de esto», pensó el soldado, mientras arrancaba una ramita, produciendo un fuerte crujido al romperla.

—Algo no está bien, ¿habéis escuchado ese ruido? —preguntó la más joven.

—Son disparos de júbilo, porque pronto podremos liberar a nuestros príncipes —contestó la mayor.

22 de octubre de 2020

Bombas en Alemania

A pesar de que el final de la Segunda Guerra Mundial queda ya lejos, han pasado 75 años desde entonces, a día de hoy en Alemania todavía quedan indicios vivos de aquella terrible época.

El país fue completamente bombardeado, hubo ciudades que quedaron destruidas hasta los cimientos. Muchas de las bombas que el Ejército Aliado lanzó no llegaron a explotar, y algunas se mantienen activas en el subsuelo, enterradas a varios metros de profundidad sin que nadie sepa de su existencia, hasta que salen a la luz. Se suelen encontrar de manera fortuita durante las excavaciones para construir pisos nuevos; incluso cuando se hacen encima de los restos de casas posteriores a la guerra. Las casas antiguas tienen un sótano, como mucho, pero con las nuevas edificaciones suelen construir también cocheras subterráneas, lo que implica hacer agujeros más hondos. Y así es como los obreros se encuentran con esos peligrosos objetos.

Los artefactos explosivos no se vuelven menos peligrosos con el tiempo; la edad y los efectos de la corrosión pueden incluso aumentar su peligrosidad. Por tanto, la eliminación de estas municiones sigue siendo una tarea muy importante, incluso décadas después del final de la Segunda Guerra Mundial.


El órgano encargado de la búsqueda y destrucción de toda esta artillería, ya sean municiones, bombas o granadas, es el Kampfmittelbeseitigungsdienst (KBD) “servicio de eliminación de municiones”. Aunque no solo destruyen estos peligrosos objetos, sino que también comprueban la contaminación que hayan podido dejar y se aseguran de que la zona en la que estaban enterradas sea segura. A parte de los descubrimientos realizados por casualidad, este órgano analiza las casi 330.000 fotografías aéreas que los Aliados tomaron de Alemania para controlar las regiones que bombardeaban, por lo que con ellas se puede saber con bastante exactitud dónde cayeron las bombas.

En caso de que alguien encuentre una bomba en su propiedad, está terminantemente prohibido intentar manipularla uno mismo. Hay que dar aviso a la policía o los bomberos.

No estoy segura de si todas las normas sobre este órgano son a nivel nacional o cada estado tiene su regulación. Por lo que he encontrado, en algunos Bundesländer hay tantas peticiones para desactivar municiones, que si este órgano no puede llevarlo a cabo, existen empresas privadas que lo realizan. Creo que luego el Kampfmittelbeseitigungsdienst reembolsa todos los costes, pero no puedo asegurar que sea así en todo el país (aunque imagino que sí).

Por lo general suelen ser bombas de la Segunda Guerra Mundial, pero alguna vez ha salido la noticia de alguna de la Primera, aunque es más improbable, ya que unos años más tarde el país fue arrasado, y todo lo que había ya en el suelo y no explotó en su momento, voló por los aires.

La zona en la que yo vivo fue muy bombardeada, pues era una región con muchísima industria. Se dice que casi el 50% de los ataques aéreos que se realizaron durante la guerra fue aquí, en la región de Nordrhein- Westfalen. Por eso no es de extrañar que cada cierto tiempo tengan que evacuar una zona de la ciudad porque se ha encontrado una bomba en la excavación de un edificio, una ampliación de la carretera o cualquier otra obra que implique hacer agujeros en el suelo.


La última pasó hace pocas semanas tuvieron que evacuar a 7200 personas porque la bomba que encontraron estaba activa, pero tan dañada que era imposible de transportar, así que tuvieron que explotar allí mismo. Las preparaciones duraron bastantes horas. Para evitar que la explosión afectase a los edificios circundantes tuvieron que colocar 70 toneladas de arena encima y dos tanques enormes de agua. Aun así, los coches de los alrededores resultaron dañados, aunque no las casas.

La primera vez que me enteré de que habían encontrado una bomba de la Segunda Guerra Mundial en mi ciudad me quedé muy sorprendida. No era algo que me esperase y casi que me dio un poco de miedo. ¿Estamos viviendo encima de minas sin ser conscientes de ellos? Después de tantos años aquí ya me he acostumbrado, pero cada vez que oigo que pasa de nuevo, siempre siento un enorme respeto por la situación.

Por suerte nunca he tenido que ser evacuada por que se haya encontrado una bomba donde vivo o trabajo, espero que nunca pase. ¿Y vosotros? ¿Habéis vivido alguna vez esa situación?

¿Qué os parece esto? ¿Pensabais que a día de hoy todavía podían quedar bombas activas enterradas?


Bibliografía:

Stadt koeln.de
Im.nrw
Rp.baden-wuerttemberg.de


Seguro que también te interesa:

15 de octubre de 2020

Sacro Imperio Romano Germánico - Dinastía Otoniana

Como ya vimos en la entrada anterior de historia en la que hablamos de los Carolingios, Carlomagno fue coronado en Roma como Imperator Augustus, este hecho se podría considerar como el que pone las bases para la creación del Sacro Imperio Romano Germánico, a partir de ese momento todos los emperadores fueron coronados por el papa, lo que unió al imperio y a la iglesia durante muchos siglos. Pero no fue hasta el 962 cuando se formó de manera oficial el Sacro Imperio Romano Germánico. La primera dinastía fue la Otoniana, también llamada Sajona, pues los reyes provenían de Sajonia. 

El primero de la dinastía fue Enrique I de Sajonia (919-936), más tarde conocido como “el Pajarero”. Fue duque de Sajonia antes de convertirse en rey de Alemania. Se supone que el sobrenombre proviene porque en el momento en el que recibió la noticia de que iba a convertirse en rey estaba cazando aves.

Su reinado comenzó en el año 919 y desde el principio estuvo lleno de conflictos, en especial con la vecina Lorena, hasta que unos años más tarde la une a su reino. También consiguió someter Borgoña y durante diez años tuvo que pagarles a los húngaros un tributo para que no les atacasen. Los húngaros eran algo así como los sucesores de los hunos; unos guerreros muy poderosos y con pocos escrúpulos a la hora de robar y matar. Durante estos años de tregua Enrique I se preparó para acabar con sus enemigos, construyó castillos en la frontera este de su reino y aumentó el número de jinetes.

En el año 933 los húngaros volvieron a atacar, pero el pueblo franco estaba lo suficiente preparado para contener el ataque. A mediados de marzo el ejército del rey Enrique I consiguió una importante victoria en las orillas del río Unstrut, y empujados por este triunfo atacaron a los vikingos que se había asentado al norte. Esta campaña también la ganaron y consiguieron expandir las fronteras del reino. A Enrique I se le consideraba un hombre muy inteligente y perspicaz que supo resolver con acierto todas las dificultades que se le pusieron por delante.

Lo sucedió su hijo Otón I el Grande (912-973), que es considerado por muchos como el primer emperador del Sacro Imperio Romano Germánico y el que le da nombre a su dinastía.


En el año 936 fue coronado rey en Aachen, en el trono de Carlomagno. En el 955 marchó con un enorme ejército, reclutando soldados de todo su reino, y se dirigió hacia Lechfeld, al noroeste de la actual Augsburgo, en una llanura junto al río Lech, para luchar de nuevo contra los húngaros. Su victoria fue aplastante, y supuso la última incursión del pueblo húngaro en la Europa Central.

Esta importante victoria, comandada por Otón I le dio el nombre de “el Grande”, como se le llamaría desde entonces. También se le denominó “Vater des Vaterlands”, (padre de la patria).

8 de octubre de 2020

Babylon Berlin


Nombre: Babylon Berlin.
Director: Marcel Gisler.
País: Alemania.
Año: 2017-2020.
Género: Drama, crimen.
Duración: 45 minutos por capítulo.
Mi puntuación: 9 sobre 10.

Reparto:
Volker Bruch como Inspector Gereon Rath.
Liv Lisa Fries como Charlotte Ritter.
Peter Kurth como Bruno Wolter.
Matthias Brandt como August Benda.
Leonie Benesch como Greta Overbeck.
Lars Eidinger como Alfred Nyssen.
Benno Fürmann como Oberst Günther Wendt.
Fritzi Haberlandt como Elisabeth Behnke.
Karl Markovics como Samuel Katelbach.
Mišel Matičević como Edgar Kasabian/El armenio.



Babylon Berlin es una serie de televisión adaptada de las novelas del escritor y periodista Volker Kutscher, la saga que la inspiró es la Serie Gereon Rath, el primer libro se llama Sombras sobre Berlín y se publicó en 2010. De momento hay siete novelas publicadas, la octava se prevé que salga pronto..

La historia se desarrolla en un Berlín de entreguerras a partir del 1929, durante los últimos años de la República de Weimar. El Berlín que se nos muestra es una ciudad donde conviven todo tipo de personas, ideologías y estatus sociales. Lujuria, comunismo, hambre y depravación.

Todo comienza cuando Gereon Rath, un inspector de policía de Colonia, se incorpora al Departamento de Costumbres de Berlín (antivicio) para investigar una red de pornografía. Además, hay una foto muy comprometedora que implica al alcalde de Colonia y los demonios internos del propio inspector se pasean a sus anchas entre cada una de las dosis de su “medicina”.

Su nuevo compañero Bruno Wolter es un hombre un tanto osco y bastante serio, no confían mucho el uno en el otro, pero no les queda más remedio que trabajar juntos.

Charlotte Richter es una joven proveniente de una familia muy humilde que se gana la vida como puede, ya sea con trabajos diarios de mecanógrafa, o nocturnos de dudosa legalidad. En uno de estos días laborales se cruza en el camino del inspector Rath y, aunque es una mujer, no duda en intentar hacerse un hueco dentro de un mundo dominado por hombres machistas. 

Todo ello en un Berlín a punto de explotar, con una diferencia enorme entre las clases sociales; gente muy rica, otros muy pobres, y varios grupos de revolucionarios queriendo tomar el control. Comunistas inconformes con el gobierno y un grupo de extrema derecha muy beligerante que empieza a asomar la cabeza con fuerza, metiéndose hasta en las más altas esferas del ejército.

1 de octubre de 2020

Freiburg


Freiburg im Breisgau, más conocida como Freiburg, traducida en español como Friburgo de Brisgovia, es una ciudad del estado federado de Baden-Wurtemberg. Se la considera como la puerta de entrada a la
Selva Negra (Schwarzwald). Está ubicada al suroeste del país, y es una de las ciudades más meridionales de Alemania; a unos 180 kilómetros de Stuttgart, a poco más de 20 kilómetros de la frontera con Francia y a alrededor de 60 de Suiza. El río Dreisam, un afluente del Elz, que a su vez termina volcando sus aguas en el Rin, pasa por un lateral del casco antiguo, pero el casco antiguo de la ciudad está lleno de pequeños arroyos que se han hecho muy populares y le dan un toque único.


Tiene unos 230.000 habitantes, lo que la convierte en la cuarta población más grande del estado. Una de sus principales características es su buen clima; es una de las ciudades alemanas con mayores horas de sol anuales y con una temperatura media que ronda los 11°C.



Historia


En 1091 la familia de los Zähringer construyó un castillo en la Schloßberg y unos años más tarde, en 1120, elevaron un pequeño asentamiento en lo que hoy es el sur del casco antiguo. La construcción de estas edificaciones se considera como la fundación de la ciudad, pues la población comenzó a crecer a raíz de ello.

La excelente ubicación, los abundantes depósitos de plata que hay en la Selva Negra, así como la obtención del derecho de mercado, hicieron que el crecimiento y el poder en los primeros años fuese exponencial. En 1200 Bertold V mandó construir una iglesia nueva, que pasó a convertirse en la catedral de la ciudad.

La muerte del conde Bertold V supuso el final de los Zähringer, y su sobrino, Egino, de la familia de los condes de Urach, le sucedió en 1218. Desde entonces los gobernantes pasaron a llamarse los Condes de Friburgo. Durante los siguientes 150 años estuvieron inmersos en diversas guerras con otros gobernantes, así como en importantes disputas con los habitantes de la ciudad. Hasta que en 1368 los ciudadanos más ricos de la ciudad compraron el castillo del Schloßberg por 15.000 marcos y se pusieron bajo el mandado de los Habsburgo.

Fue una ciudad imperial entre los años 1415 y 1427. A mediados del siglo XV el Archiduque Albrecht construyó la universidad, y en 1620 los jesuitas se hicieron cargo de ella.

Durante la Guerra de los Treinta Años la ciudad tuvo que soportar numerosos ataques que diezmaron su población a 2.000 personas y destruyeron los suburbios.

En 1677 Freiburg fue asediada y capturada por las tropas francesas, este hecho fue la culminación de la destrucción de la ciudad. A instancias de Luis XIV, el constructor de fortalezas Vauban completó el trabajo de construcción iniciado por los Habsburgo, demolió las murallas de la ciudad y construyó una fortaleza con ocho bastiones alrededor del casco antiguo. En Schloßberg, se construyeron tres fuertes encima de otros antiguos castillos.

Vista del Schlossberg

Desde 1697 la posesión de la ciudad se fue alternando entre Francia y Austria hasta que en 1805 Napoleón la incorporó al Gran Ducado de Baden, y años más tarde se vio envuelta en las guerras de liberación en 1813 y 1814.

17 de septiembre de 2020

Bitte keine Grammatik!!

El otro día, haciendo limpieza en el ordenador me encontré con un texto que escribí en alemán hace ya diez años. En aquel entonces estaba en Berlín, y como trabajo fin de curso en la escuela de idiomas a la que iba mi profesora nos mandó escribir un pequeño periódico. No lo he encontrado entero, pero no tenía desperdicio, se llamaba “Die Hausschuhe von Nike”, “Las zapatillas de estar por casa de Niké”, que es la diosa griega que hay representada en la puerta de Brandemburgo, y por favor, se pronuncia Niké. Su homóloga romana era Victoria. No tengo ni idea de por qué le pusimos ese nombre al periódico, ya no me acuerdo, pero veo mi mano en esa decisión; es mega épico, me encanta.

La cuadriga de la puerta de Brandemburgo y la diosa griega Niké.

El texto tiene muchos fallos, y algunas frases no las entiendo del todo bien. Ya no recuerdo lo que quería decir en cada oración, pero está lleno de ironías y frases con doble sentido muy españolas, pero alemanizadas.

Recuerdo que a mi profesora le encantó, y teniendo en cuenta que lo escribí cuando llevaba aprendiendo alemán desde hace poco tiempo, estoy bastante orgullosa de él. Fue el texto más largo que escribí yo sola.

En una parte escribo el Konjunktiv como Susanne I y Susanne II, ese era el nombre de mi profesora, pero no sé porqué lo nombré así. Igual hacía poco que lo estudiamos, y fue mi homenaje.

El artículo se llama Bitte keine Grammatik!! y trata sobre la gramática alemana, y lo placentero que resulta estudiarlo. Espero que lo entendáis. Y, decidme, ¿compartís mi opinión sobre la gramática alemana?

10 de septiembre de 2020

Las 4 fases del inmigrante

Quienes se han mudado de ciudad alguna vez saben que la adaptación no siempre es fácil. Hay varios estudios que demuestran que el choque cultural es real, como el de Gullahorn, J. T. y Gullahorn, J. E. que data de 1963 y que divide la adaptación en cuatro etapas diferentes. Aunque en este blog solemos hablar de la adaptación de los hispanohablantes a Alemania, estas etapas podemos extrapolarlas a cualquier inmigrante que se mude a otro país, o ciudad, diferente. 

Voy a tomar la idea de la Gullahorn u curve, pero la ampliaré con otros datos que recopile, así como con mi propia experiencia y la de muchos otros inmigrantes que conozco.

Fase uno: Luna de miel


En esta fase las diferencias culturales no nos molestan, incluso nos pueden llegar a resultar graciosas, curiosas y hasta quedar fascinados con ellas. Todo se ve desde un punto de vista idealizado. La intriga y emoción de comenzar en un nuevo lugar nos motiva a vivirlo todo con mucha intensidad.

Esto es típico en los turistas; pasan poco tiempo en ese país, socializan algo con la gente y terminan enamorados del lugar. A pesar de que solo han visto la punta del iceberg, el lado bonito de esa cultura.

En el caso de la gente que se muda para vivir, esta etapa acabará en algún momento, aunque no hay un tiempo predeterminado, depende de la capacidad de adaptación de la persona, de lo diferentes que sean las culturas, de la buena o mala suerte que se tenga al conocer a la gente que allí vive, y un muy largo etcétera.

Yo viví en Berlín durante cinco meses, y aunque el primero fue duro, como todos los primeros meses en un lugar nuevo, creo que hasta el final del cuarto no empecé a ver esas pequeñas cosas que me molestaban de la ciudad. Estuve casi los cinco meses en esta fase de luna de miel, y, de hecho, el recuerdo que tengo de mi estancia en Berlín es muy bonito.

Fase dos: Choque cultural


También llamada fase hostil. Es la época crítica. Donde nos damos de lleno con la nueva realidad que nos rodea. Nos fijamos en todas las diferencias que hay entre nuestro país y este sitio nuevo, todavía desconocido; y esas diferencias nos molestan.

Las costumbres ajenas nos irritan. Aparecen por primera vez los estereotipos y los prejuicios; se piensa que la gente local es fría, son antipáticos o desagradables. Se extraña el hogar, los amigos y el entorno al que estábamos acostumbrados.

La burbuja se rompe y no sentimos ninguna conexión con el nuevo entorno.

Es una fase dura y complicada de la que muchos no consiguen salir. Algunos regresan a casa sin haberse adaptado; quedan estancados en esta fase que ha podido con ellos. Otros sufren durante años, luchan a contracorriente y acaban hastiados con todo.

Creo que todo inmigrante ha pasado por esta etapa, algunos han durado más, otros menos, y algunos fluctúan entre esta y la siguiente sin llegar a dejarla atrás de manera definitiva. 

3 de septiembre de 2020

Robert Koch Institut


Aquellos que vivimos en Alemania llevamos varios meses escuchando hablar del Robert Koch Institut, el centro que se está encargando de recopilar, informar y dar las directrices a seguir en esta pandemia que estamos viviendo.

Pero, ¿qué es este centro? ¿Quién lo fundó?

El RobertKoch Institut, abreviado como RKI, es una agencia del gobierno alemán y el instituto de investigación responsable del control y prevención de enfermedades. Fue fundado en 1891 y toma el nombre de Robert Koch, premio Nobel de medicina por sus investigaciones sobre la tuberculosis. Hace tiempo escribí una entrada sobre este señor al que no muchos conocen, pero que tuvo una gran importancia en el ámbito de la medicina. Aquí os dejo la entrada: Robert Koch.

Volviendo al Robert Koch Institut, como ya hemos dicho se fundó en 1891, para ser más exactos, el 1 de julio, cuando el “Königlich Preußische Institut für Infektionskrankheiten” (Real Instituto Prusiano de Enfermedades Infecciosas) se instaló en un edificio residencial de la Schumannstrasse en Berlín-Mitte.

Robert Koch Institut Schumannstrasse en Berlín-Mitte
Robert Koch Institut Schumannstrasse en Berlín-Mitte

En 1900 se trasladó al edificio que aún siguen ocupando en la actualidad en Berlin-Wedding. Mantuvo su nombre original hasta 1912, cuando se cambió a Robert Koch Institut. En este año se cumplían los 30 años del descubrimiento de Robert Koch del bacilo de la tuberculosis. Aunque para ese entonces el científico, que fue presidente de la agencia desde su fundación hasta 1904, hacía dos años que había fallecido.

La Segunda Guerra Mundial no pasó indiferente por esta agencia. Todos los científicos y médicos judíos tuvieron que abandonar sus puestos de trabajo y el instituto estuvo muy relacionado con los experimentos en humanos que se realizaron en los campos de concentración y en diferentes instituciones psiquiátricas. El propio presidente de la institución de esa época, Eugen Gildemeister, estuvo involucrado en algunas pruebas con tifus realizadas a prisioneros en el campo de concentración de Buchenwald.

24 de junio de 2020

May Ayim


May Ayim nació el 3 de mayo de 1960 en Hamburgo y falleció el 9 agosto de 1996 en Berlín, Alemania. Fue una poetisa alemana, pedagoga y activista del movimiento afroalemán.

Su nombre oficial era Sylvia Brigitte Gertrud Opitz y fue la hija de Ursula Andler, una mujer blanca alemana, y Emmanuel Ayim, un estudiante de intercambio de medicina de Ghana. Aunque no se crió con sus padres biológicos, sino que poco después de su nacimiento fue dada en adopción. No se sabe muy bien cuál fue la razón, algunos dicen que se debió a que por ese entonces, según las leyes alemanas, los padres no tenían ningún derecho sobre sus hijos ilegítimos; y por eso su madre decidió darla en adopción.

Los Opitz la adoptaron cuando tenía 18 meses, y May creció en Münster con una familia blanca alemana que tenía cuatro hijos más, también blancos. Desde muy pequeña se dio cuenta de que era diferente, el color de su piel la convertían en alguien distinto al resto de niños y tuvo bastantes experiencias racistas.
„Jahrelang lebte ich mit dem Empfinden, in der deutschen Gesellschaft weder eine Geschichte noch eine Zukunft zu haben, sondern eines Tages auswandern zu müssen. Daß das sehr belastend ist, steht außer Frage. Inzwischen ist mir klar, daß dies keine Einzelerfahrung ist und mein Erleben exemplarisch den Umgang mit einer Bevölkerungsgruppe widerspiegelt, die im Bewußtsein weiter Teile der deutschen Gesellschaft einfach nicht existent ist.“

‘Durante años viví con la sensación de que no tengo una historia o un futuro en la sociedad alemana, sino que algún día tendré que emigrar. No hay duda de que esto es algo muy estresante. Tengo claro que esta no es una experiencia individual y que todo lo que he vivido es un reflejo del trato que la sociedad le brinda a un grupo de la población, pues para algunos de ellos, ni siquiera existimos’.
Tras graduarse en la escuela Friedensschule, en Münster, comenzó a estudiar pedagogía y se concentró en las asignaturas de alemán y sociología. Poco tiempo después cambió las asignaturas por psicología y pedagogía, lo que la llevó a mudarse a Regensburg.

En ese entonces su autoestima era muy baja. Se dice que la idea que tenía de sí misma era muy mala, pues estaba extremadamente influenciada por las opiniones negativas de todos los que la rodeaban, lo que la llevó a tener un sentimiento de inferioridad con el resto.

Durante sus años de universidad, con el fin de conocerse a sí misma y descubrir sus orígenes, viajó a Israel, Kenia y Ghana, donde se encontró con su padre biológico. Unos años después, May describiría ese encuentro con su familia de Ghana como un “wallnussmangobaums” (un árbol nuez y mango), un árbol de la vida que tiene frutos de ambos países.

Su trabajo fin de carrera se considera el primer estudio académico de la historia afroalemana. Tras acabar la universidad se mudó a Berlín Occidental, donde conoció a otras mujeres negras, incluida la científica, activista y poeta afroamericana Audre Lorde. Esta mujer la animó a publicar su trabajo fin de carrera, que acabó convirtiéndose en la antología “Farbe bekennen - Afro-deutsche Frauen auf den Spuren ihrer Geschichte” (Muestra tus colores – Mujeres afro-alemanas en la búsqueda de sus historias). Un libro en el que, a través de ensayos, poemas y relatos, diferentes mujeres afro describían sus propias vivencias. Entra ellas participaron otras activistas como las afroalemanas Katharina Oguntoye y Dagmar Schultz y la afroamericana Audre Lorde. 

Audre Lorde a la izquierda May Ayim a la derecha.
Foto tomada de Digitales deutsches Frauenarchiv.

Tomando la palabra inglesa Afro-American, creó junto con estas mujeres negras y alemanes el concepto de Afrodeutsch y la “Initiative Schwarze Deutsche”, la primera asociación afroalemana de todo el país. También promovieron diferentes eventos, como las celebraciones anuales del “Mes de la Historia Negra” que se hacían en Berlín. Fueron un punto de unión, auto-conocimiento y lucha política muy fuerte para todos los afroalemanes de la época.

Todas estas iniciativas la hicieron bastante conocida, incluso a nivel internacional, y comenzó a dar conferencias en todo el mundo sobre derechos humanos, feminismo y antirracismo. Para este entonces ya había adoptado el apellido de su padre, Ayim.

En 1987 comenzó a estudiar la carrera de logopedia, gracias a la cual descubriría el racismo oculto en el idioma alemán. El racismo y el sexismo se convirtieron en una parte integral de su investigación, y lo demostró con su tesis “Ethnozentrismus und Sexismus in der Sprachtherapie” (Etnocentrismo y Sexismo en Logopedia), publicada en 1990. Cuando terminó su formación trabajó como logopeda independiente y profesora. También participó en muchas conferencias y reuniones tanto nacionales como internacionales. Una de las más impactantes fue el discurso que dio en Londres en 1992, donde explicaba que el lenguaje podía fomentar la unión de los pueblos y una transformación social. 

8 de junio de 2020

Mercedes-Benz


Para entender la historia de una de las firmas de automóviles más conocidas en la actualidad, Mercedes-Benz, tenemos que hablar de las tres ramas que se fusionaron para formarla: Daimler Motoren Gesellschaft, Benz & Co y Emil Jellinek.

Vayamos por partes.

Daimler Motoren Gesellschaft fue fundada por Gottlieb Wilhelm Däumler, conocido como Gottlieb Daimler, y Wilhelm Maybach, dos ingenieros alemanes que desarrollaron unos motores de combustión interna de alta velocidad capaces de funcionar en tierra, en agua y en aire. Se usó tanto en la primera motocicleta que construyeron, como en barcos a motor.

Daimler Reitwagen, considerada como la primera motocicleta

También patentaron uno de los primeros motores capaces de impulsar un vehículo con cierta velocidad, y desarrollaron el primer carburador que permitió el empleo de gasolina como combustible.

En 1890 fundaron la Daimler Motoren Gesellschaft, en Cannstatt, industria que, nueve años más tarde, construyó el primer coche de la marca Mercedes. Gottlieb Daimler, fue el creador del lema de la empresa: "O lo mejor, o nada". 

*

Carl Benz, nacido con el nombre de Karl Friederich Michael Vaillant, fue un ingeniero e inventor alemán conocido por haber creado el Benz Patent-Motorwagen un vehículo prototipo con 3 ruedas y una marcha que alcanzaba la, por aquel entonces, increíble velocidad máxima de 17 kilómetros por hora.

Benz Patent-Motorwagen en 1885. Foto tomada de la Wikipedia.

Es considerado como el primer vehículo diseñado para ser impulsado por un motor de combustión interna. Se dice que Bertha, la esposa de Karl, fue la primera en conducirlo, lo que la convierte en la primera persona del mundo en hacer un viaje en automóvil. Ocurrió en 1888, en un viaje de 105 kilómetros desde Mannheim, su ciudad de residencia, hasta Pforzheim donde vivía la madre de Bertha. 

Diez años después fabricó el primer coche de 4 ruedas al que llamó Benz Victoria. 

*

A finales del siglo XIX las carreras de coches empezaban a ponerse de moda. Emil Jellinek era un importante hombre de negocios austriaco, muy aficionado a ellas, que había competido con anterioridad bajo el nombre Monsieur Mercédès. En 1900 le encargó a la empresa Daimler Motoren Gesellschaft que le fabricasen una flota de 36 coches. Uno de los requisitos que puso era que estos debían de tener el apodo con el que llamaban a su hija: Mercedes. No se sabe porqué le decían así, pues la niña se llamaba Adrienne Manuela Ramona Jellinek.

Emil y Mercedes Jellinek. Foto tomada de la Wikipedia.

De ahí surgieron los primeros Daimler-Mercedes, y tuvieron tanto éxito, que propiciaron un acuerdo de colaboración para que se siguiesen fabricando, así como la incorporación de Emil en el consejo de administración de la empresa. 

*

Tras la Primera Guerra Mundial hubo un enorme incremento de la inflación, lo que afectó muchísimo a todos los bienes de lujo, entre los que se encontraban los automóviles de pasajeros. Por eso, en 1926 la casa Benz & Co y la Daimler Motoren Gesellschaft se vieron obligadas a fusionarse, formando la Daimler-Benz. Gracias a la buena acogida de los coches Mercedes, y que estos habían tomando ya mucha fuerza dentro de la empresa, cuando se realizó la unión de las dos firmas, el nombre comercial de los vehículos se quedó como Mercedes-Benz, aunque Emil Jellinek ya hubiese fallecido. 

26 de mayo de 2020

Wernigerode


Wernigerode es una ciudad situada en el estado federado de Sachsen-Anhalt. Más específicamente en
el distrito del Harz, un macizo que pertenece a la cordillera más alta del norte de Alemania. Esta ciudad es el principal centro turístico de la zona, y desde aquí sale una carretera que llega hasta el pico más alto de estas montañas, el Brocken, con 1.142 metros de altura.

La capital del estado, Magdeburg, está a algo más de 70 kilómetros, y Berlín a unos 240. Es una ciudad pequeña, con algo más de 30.000 habitantes.

Contenidos de la entrada: 
Bibliografía.


Historia

La fundación se estima que ronda por el año 900 y fue propiciada por un grupo de monjes benedictinos. A este lugar se le llama «Klint». El asentamiento estaba muy bien ubicado, pues se encontraba entre dos rutas comerciales de gran importancia en esa época: la que unía Goslar con Quedlinburg y la de Braunschweig con Erfurt. Gracias a eso muchos comerciantes y artesanos se establecieron aquí, al igual que el conde Adalberto de Haimar, que construyó su castillo donde se encuentra la actual fortaleza.

El crecimiento de esta localidad la llevó a conseguir el estatus de ciudad a principios del siglo XIII y bajo el mandato del príncipe Otto de Stolberg-Wernigerode, vicecanciller de Bismarck, Wernigerode alcanzó su punto de mayor auge.

Durante la Guerra de los treinta Años sufrió varios incendios que la quemaron casi por completo, pero la reconstrucción se realizó con rapidez. En 1815, después de las Guerras Napoleónicas, fue anexionado a Prusia.

En la Segunda Guerra Mundial un bombardeo aéreo la dejo prácticamente destruía, y más tarde, en la Guerra Fría quedó en la zona de ocupación soviética, la Deutsche Demokratische Republik (DDR), aunque a muy pocos kilómetros de la frontera.

En 1990, tras la caída del muro de Berlín se convirtió en parte del estado federado de Sajonia Anhalt, Sachsen-Anhalt.


Qué ver

La ciudad no es muy grande, y la estación está a poco más de diez minutos andando del centro.



Markt

La plaza del mercado es el centro neurálgico de la ciudad donde se encuentra una de las edificaciones más pintorescas y curiosas: el ayuntamiento, de hecho, se considera uno de los edificios más bonitos de toda Alemania.


Fue construida en 1420 por orden del conde Heinrich con el propósito de albergar en el sótano una casa de apuestas.

Delante hay una fuente “a juego” con el curioso ayuntamiento que data de mediados del siglo XIX.

13 de mayo de 2020

Comparativo

Los grados comparativos y superlativos permiten establecer relaciones de igualdad o superioridad entre aquello de lo que estemos hablando. Es una gramática muy útil para expresarnos en cualquier idioma, pero en alemán difiere bastante del español.

Es un tema un poco largo, y lo vamos a dividir en varias entradas, en esta ocasión nos centraremos en los comparativos:

Comparativo

Lo más sencillo es utilizar palabras que gradúen aquello que estamos diciendo. No es lo mismo decir sehr gut, gut, nicht gut o gar nicht gut.

También podemos optar por la fórmula So + adjetivo + wie (sería nuestro «como»)…
-Du bist so müde wie ich.
Estás tan cansado como yo.

-Mein Wagen ist so schnell wie deiner.
Mi coche es tan rápido como el tuyo.

Existe otras palabras sinónimas que se pueden utilizar como el «so», a saber: «ebenso» y «genauso».


Pero algunas veces esto no es suficiente y lo que necesitamos decir requiere de un comparativo real. En español suele bastar con colocar el “más” delante del adjetivo. Sin embargo, en alemán hay que añadirles el sufijo –er.
-Schlecht, schlechter. Malo, peor.
-Schön, schöner. Bonito, más bonito.
-Langsam, langsamer. Lento, más lento.

Recordad que como ya hemos visto en otras ocasiones, las terminaciones –er en alemán se pronuncian como una «a», es decir, no decimos /sch lej ter/, sino /sch lej ta/.


Los adjetivos monosílabos que tengan las vocales a, o y u adoptan una «umlaut».
-Alt, älter. Viejo, más viejo.
-Gross, grösser. Grande, más grande.
-Kurz, kürzer. Corto, más corto. 

4 de mayo de 2020

Apfelstrudel

El Apfelstrudel es un postre muy típico del sur de Alemania y de Austria. Aunque se cree que su origen viene de las antiguas cocinas turcas o bizantinas. Muchos dicen que es una evolución del postre baklava y que llegó a Europa a mediados del siglo XV, cuando el imperio otomano conquistó Bizancio y entró por los Balcanes en dirección a Viena. En la capital austriaca se fue modificando, y cuando el Imperio Austrohúngaro se expandió por el continente, llevaron este postre con él.

Os dejo una receta que he encontrado. Según los comentarios que tiene está bastante bien:

Apfelstrudel 




Ingredientes:


Para la masa:
250 g de harina tipo 550
2 g de sal
1 huevo
100 ml de agua tibia
20 ml de aceite

Para el relleno:
100 g de pan rallado
50 g de mantequilla
140 g de azúcar
10 g de canela
170 g de pasas
10 g de zumo de limón
1100 g de manzanas agrias, sin el centro y peladas en trozos pequeños. (En la receta original recomiendan las variedades de Boskop o de Granny Smith).
1 chorrito de ron
Mantequilla líquida para el molde
Azúcar el polvo para espolvorear por encima al terminar

29 de abril de 2020

MMXVIII. Leyendas olvidadas por Irene Rodríguez

Después de más de dos años escribiendo relatos, he creado cientos de historias diferentes; algunos no tienen una final claro, otros acaban en tragedia, pero todos ellos están escritos con todo mi cariño, aunque muchos de mis personajes no tengan una vida fácil, ¿quién la tiene?

La primera recopilación de relatos la creé a finales del 2018 con las historias que tenía escritas en aquel entonces, 40 en total. El momento de llevar el manuscrito al registro de la propiedad fue bastante especial, me hizo mucha ilusión verlos todos juntos, en forma de libro.

Por diversas razones, la publicación de esa recopilación se tuvo que ir postergando hasta llegar a abril del 2020, pero ¡ya está aquí!

"Dicen que no hay nada mejor para evadirse de la realidad como sumergirse en un libro que le permita a nuestra imaginación echar a volar. 
Esta recopilación de relatos está repleta de historias emocionantes, un sinfín de mundos, tanto ficticios como reales, y unos personajes que tendrán que darlo todo para conseguir sus objetivos. Un niño obsesionado con un poeta, una pelea a muerte contra un dragón, una catástrofe navideña, un gladiador que ansía la libertad, un par de locos con ideas surrealistas... Algunos alcanzarán sus metas; otros, por el contrario, se quedarán en el camino; pero todos y cada uno de ellos tienen una historia que contar y algo que enseñarnos. 
¿Te atreves a conocerlos?"

Como ya he dicho, estos son los relatos que escribí en el año 2018, y de ahí proviene el título de la antología.
Cuando lo tuve acabado aún me faltaba ponerle nombre. Me dejé inspirar por uno de los relatos que más me gustaron "Leyendas olvidadas". Tomé su título, y la época en la que transcurre, como eje central de todo el libro. De ahí el MMXVIII y los gladiadores de la portada.

Esta recopilación se puede conseguir en Amazon tanto en formato electrónico como en papel. Y también lo podéis leer gratis si tenéis Amazon Unlimited. Os dejo el enlace: "MMXVIII. Leyendas olvidadas".
Para adquirirlo si residís fuera de España el enlace es otro: pincha aquí.

Espero que os guste.


A lo largo de estos meses he seguido escribiendo, y es probable que dentro de un tiempo publique una segunda antología con los relatos que escribí en el 2019. Solo espero no demorarme otros dos años...

Mientras tanto, podéis echar un vistazo a mis otros escritos aquí: Irene Rodríguez.


¡Un saludo!



22 de abril de 2020

De izquierdas y derechas

Algunas civilizaciones del pasado comenzaron a asociar la izquierda y la derecha con lo malo y lo bueno. 

Para los egipcios, el sol nacía por el oriente, envejecía hacia el occidente y desaparecía en el reino de los muertos. Aunque no está muy claro que lo relacionasen con derecha, nacimiento, izquierda, muerte.

Algunos creen que esto proviene de la antigua Roma, cuando los augurios venían del cielo y se interpretaban según del lado en el que aparecían. Por ejemplo: Zeus, el denominado «padre de los dioses y los hombres», era el dios del trueno, por eso, cuando en las tormentas aparecían rayos, si estos venían por la derecha era que Zeus estaba contento e iba a favorecer a los hombres, en cambio, si caía por la izquierda… era un mal augurio, y la gente se preparaba para lo peor.

Pero, ¿por qué esta asociación?
Más del 80% de la población utiliza la mano derecha como dominante, y todo aquello que se salga de la regla llama la atención y muchas veces es visto como algo malo.

En la Edad Media se llegó incluso a asociar con el demonio, pues solo algo así de extraño podía ser causado por él, incluso muchos artistas lo llegaron a retratar como zurdo. Cuando el ángel y el demonio se posan en los hombros de una persona, la conciencia buena y la mala, ¿dónde queda el ángel y dónde está el demonio?


Ángel en el hombro derecho, demonio en el izquierdo.


Esta idea se quedó en el idioma y evolucionó con las civilizaciones hasta llegar a nuestros días.

-Ser el ojito derecho de alguien, bueno.
-Empezar con el pie izquierdo, malo.
-Tener mano izquierda, en principio aquí la izquierda sale bien parada, pero se dice que el origen de esta frase viene porque alguien era tan bueno en algo, que hasta podía hacerlo con la izquierda. Así que, de nuevo, menosprecio para ese lado.


En alemán también hay muchas frases parecidas.

Derecha:

-Nach dem Rechten sehen. Significa asegurarse de que todo esté bien.
-Es wird Recht gesprochen. Hacer justicia.
-Ich habe Recht. Tener razón.
-Gerecht. Ser justo.
No solo utilizan la palabra «derecha» como algo bueno, sino que en algunos casos toma el significado de justicia, lo que está bien.

-Ich gehe auf dem rechten Pfad. Ir por el buen camino (el derecho, claro).

Por otro lado.

Izquierda:

-Links liegen lassen. No prestar atención a alguien porque estamos molestos con esa persona, así que la dejamos a la izquierda, donde no tiene valor.
-Linken. Engañar, tomar el pelo.
-Linkisch. Inútil, incómodo.

No solo utilizan este lado para algo malo, sino que lo convierten en adjetivo, y hasta en un verbo, con un significado negativo.

-Zwei linke Hände haben. Patoso, torpe, poco habilidoso. Literalmente, tener dos manos izquierdas… según esta frase, y su significado, no puede haber nada peor.


14 de abril de 2020

Coburg


Coburg, Coburgo en español, es una ciudad del estado federado de Baviera, en una región de Alemania denominada Alta Franconia. Tiene unos 42.000 habitantes y se encuentra en la orilla del río Itz, un afluente del Meno, que desemboca en el Rin. Está a unos 280 kilómetros de Múnich y a 380
de la capital del país.

Los primeros documentos en los que aparece esta ciudad datan del siglo XI, bajo el nombre de Koburk. Se cree que muchas rutas comerciales que unían Europa durante la Edad Media pasaban por aquí, y esto fue lo que la hizo crecer, hasta que en el año 1217 se le dio el título de ciudad.

Los primeros gobernantes fueron la familia de la casa de Andechs. Tras ellos llegaron los Henneberg, y después Federico III, el Estricto, de la casa de Wettin. A la cual pertenecían todos los territorios colindantes. Durante años, el estandarte de la ciudad fue cambiando según la casa que gobernase, pero en el siglo XV surgió en la ciudad una profunda veneración hacia san Mauricio, un santo cristiano nacido en la antigua Tebas, Egipto, que fue el comandante de la legendaria Legión Tebana. Se cree que no tenía una apariencia como los nativos de África. Sin embargo, los artistas de la época siempre lo retrataban de esa manera. Este santo se convirtió en el patrón de la ciudad, y su imagen se utilizó como el emblema local, aunque en el resto de localidades se siguiese utilizando el escudo de armas de la casa de Wettin.

En el siglo XVII pasó a ser la capital del ducado de Sajonia-Coburgo, y durante el reinado de Juan Casimiro de Sajonia-Coburgo se llevó a cabo la mayor caza de brujas de su historia, se cree que solo en esa ciudad hubo más de 200 juicios, aunque no todos acabaron en muertes.

La región se vio metida de lleno en la Guerra de los Treinta Años, y cuando el conflicto acabó, la mitad de la ciudad y de su población había perecido.

A finales del año 1919 por un referéndum popular se decidió por mayoría absoluta que la ciudad no se uniese al estado de Thüringen, Turingia, y al año siguiente se anexionó al que actualmente pertenece, Bayern, Baviera.

En 1922 Hitler llegó a Coburg con 650 partidarios más, y durante unas semana la ciudad se convirtió en un campo de batalla entre estos y los contra demostrantes de la izquierda. Hitler describió este acontecimiento en su libro “Mein Kampf” como uno de los puntos clave de su movimiento. Durante los años siguientes la ciudad fue evolucionando en esa dirección, hasta convertirse en una de las poblaciones más importantes del nacionalsocialismo. Llegó a hacerse tan famosa, que en inglés se la llamó “The first Nazi town”. El 23 de junio de 1929 Franz Schwede llegó al poder, un miembro del partido nazi, con casi un 50% de los votos. Y con este hecho, Coburg se convirtió en la primera ciudad en tener un alcalde nacionalsocialista.

A pesar de la fama y lo importante que era para el partido, Coburg pasó a la Segunda Guerra Mundial sin demasiados destrozos o bombardeos.

Tras la división de Alemania, Thüringen pasó a formar parte de la zona soviética, Bayern de la estadounidense, y Coburg, así como todo su distrito, quedó en la llamada Zonenrandgebiet, la frontera entre las dos Alemanias.



La estación central se encuentra a poco más de 5 minutos andando del centro histórico, atravesando el río Itz.


Marktplatz – Plaza del mercado

Es la plaza central de la ciudad. Tiene una estructura cuadrada y en el centro hay dos fuentes del siglo XVII y una estatua del año 1865 del príncipe Alberto, el que fue el consorte de la reina Victoria de Inglaterra.


Los edificios de la plaza fueron construidos entre los siglos XVI y XVIII. Los más importantes son:

El Rathaus, el ayuntamiento, que se encuentra en el lado sur de la plaza. Es un edificio de arquitectura renacentista de finales del siglo XVI. Aunque la fachada es rococó, y data del año 1750.


El palacio Stadthaus, en el lado norte, es otro de los edificios más importantes de esta plaza. Se construyó en el siglo XVI.


9 de abril de 2020

Eckbert el Rubio - Ludwig Tieck

Este cuento fue escrito por Ludwig Tieck en el año 1796. Pertenece a una época denominada romanticismo alemán y en la actualidad se puede encontrar en diferentes recopilaciones de cuentos de este autor o con otros contemporáneos a él. 

En esta historia se nos cuenta una parte de la vida de Eckbert, un caballero alemán de la región de Harz, en el centro de Alemania, y el pasado de Bertha, su mujer, que tuvo una infancia y adolescencia muy especiales.

Es un cuento con una ambientación muy fantástica y hasta un poco onírica. Es bastante largo, pero la historia engancha desde el principio. Der blonde Eckbert en alemán.



Eckbert el Rubio 

En una comarca del Harz vivía un caballero al que solían llamar, simplemente, Eckbert el Rubio. Tenía unos cuarenta años, era de estatura media y sus cabellos, de un color rubio claro y muy lisos, le caían pegados al pálido rostro. Vivía en tranquilidad él solo, y nunca se involucraba en las peleas de sus vecinos. Tampoco se le solía ver fuera de las murallas de su pequeño castillo. A su esposa le gustaba la soledad tanto como a él, y los dos parecían quererse con todo su corazón. De lo único de lo que se lamentaban era de que el cielo no hubiese bendecido su matrimonio con hijos.

Eckbert tenía visitas muy pocas veces, y cuando esto sucedía, no cambia casi nada sus rutinas diarias. La templanza vivía allí, y la austeridad parecía ordenarlo todo. Eckbert estaba alegre y dicharachero. Tan solo se podía apreciar en él una cierta reserva y una silenciosa melancolía cuando no había nadie a su alrededor.

Nadie iba tan a menudo al castillo como Philipp Walther, un hombre con el que Eckbert había conectado, pues tenía una manera de pensar muy similar a la suya. En realidad vivía en Franconia, pero solía pasar más de la mitad del año en los alrededores del castillo de Eckbert recolectando hierbas y piedras que luego clasificaba y estudiaba. Tenía un pequeño patrimonio con el que podía vivir, y no era dependiente de nadie. Eckbert solía acompañarlo en sus solitarios paseos y con los años fue surgiendo entre ellos una íntima amistad.

Hay veces en las que uno se acongoja cuando tiene que guardar un secreto a un amigo; un secreto que hasta ese momento ocultó con ahínco. En esos momentos el alma siente la irresistible necesidad de abrirse por completo y confesar hasta lo más íntimo, para que así la amistad se estreche más aún. En esos instantes las delicadas almas se conocen una a la otra, y a veces también sucede que uno se asusta al conocer al otro.

Era ya otoño, en una tarde de niebla, cuando Eckbert, su amigo y su propia esposa, Bertha, estaban sentados frente a la chimenea. Las llamas arrojaban un claro resplandor por toda la estancia y jugaban en el techo. La noche entraba a través de las ventanas con toda su negrura y los árboles del exterior se estremecían por el frío húmedo. Walther se quejaba del largo camino de regreso que tenía por delante y Eckbert le invitó a quedarse con él, pasar la mitad de la noche con charlas familiares y dormir en un aposento de la casa hasta la mañana siguiente. Walther aceptó la propuesta, entonces el vino y la cena fueron servidas, el fuego de la chimenea fue avivado y la conversación entre los amigos fluyó con alegría y confianza.

Cuando la cena fue recogida y los criados se retiraron, Eckbert tomó la mano de Walther.

—Amigo, deberíais dejar que mi esposa os contase la historia de su juventud, es bastante extraña.

—Encantado —contestó Walther y volvieron a sentarse frente a la chimenea.

Acababa de llegar la medianoche, la luna aparecía y desaparecía entre las nubes.

—No me tengáis por impertinente —comenzó a decir Bertha—, mi esposo dice que pensáis con tanta nobleza que sería injusto con vos esconderos algo. Tan solo, no toméis mi historia como un cuento, por muy extraño que parezca.

»Nací en un pueblo dentro de una pobre familia. Mi padre era pastor y la despensa de la casa no estaba demasiado bien surtida; muchas veces mis padres no tenían ni idea de dónde sacarían el pan. Pero lo que más me afligía era que a causa de esa pobreza mis padres discutían muy a menudo y se lanzaban el uno al otro amargos reproches. Si no, les oía constantemente hablar de mí, que si era una niña muy simple y tonta; que no sabía hacer ni las cosas más básicas. Realmente yo era muy torpe y poco habilidosa. Todo se me caía de las manos y no aprendí ni a coser ni a hilar. No sabía ayudar en ninguna tarea doméstica y entendía bien los problemas que mis padres tenían. Me solía sentar en un rincón y me imaginaba cómo podría ayudarlos si, de pronto, me hiciese rica; cómo los cubriría de oro y plata y lo que disfrutaría al ver su sorpresa. Entonces veía a unos espíritus venir hacia mí, me entregaban todo tipo de tesoros o me daban pequeños guijarros que se convertían en piedras preciosas. Me quedaba tan sumida en estas fantasías que cuando tenía que levantarme para ayudar o llevar algo, estaba mucho más torpe que antes, pues mi cabeza estaba llena de aquellas extravagantes ideas.

»Mi padre siempre estaba irritado conmigo por ser una carga tan inútil. Me solía tratar bastante mal y pocas veces recibí una palabra amable de él. Tenía unos ocho años cuando se tomó serias medidas para que hiciese o aprendiese algo. Pensaba que no hacía nada por pura terquedad y vaguería, que prefería pasar los días holgazaneando. Cansado, me lanzó las más horribles amenazas, pero como ni estas surtieron efecto, me azotó sin compasión, y me dijo que ese castigo sería diario, pues yo era una criatura inútil.

»Pasé toda la noche llorando amargamente. Me sentía tan abandonada, me daba tanta pena de mí misma, que tan solo deseaba morir. Temía el amanecer, no sabía qué podía hacer. Deseé tener todas las habilidades posibles y no podía entender porqué era la más inútil de todos los niños que conocía. Estaba al borde de la desesperación.

»Al despuntar el alba me levanté y casi sin darme cuenta abrí la puerta de nuestra pequeña cabaña. Estaba de pie, en mitad del campo, y un poco más tarde me encontraba en medio de un bosque en el que apenas entraba la luz del día. Caminé hacia delante y sin mirar atrás. No me sentía cansada, pues pensaba que mi padre me alcanzaría y, furioso porque me había escapado, me trataría con mayor crueldad que antes.

2 de abril de 2020

Kurzarbeit y Kurzarbeitergeld

Por todo el caos y las crisis que está generando la pandemia del coronavirus, muchas empresas están solicitando para sus trabajadores un estado llamado Kurzarbeit. Esta opción lleva en vigor muchos años, pero en los últimos días el gobierno alemán ha realizado varios cambios.

Antes de nada, ¿qué es esto del Kurzarbeit?

Es un estado puntual en el que los empleados trabajan menos horas a lo que está estipulado en sus contratos, ya sea porque existe una recesión económica, o como en este caso, por una crisis sanitaria.

Desde el momento en el que haya una reducción del trabajo de un 10%, el empleador puede solicitar a la Bundesagentur für Arbeit (BA), este estado para sus trabajadores, todos, o solo algunos de ellos.


Esto significa que aquellos que se vean afectados recibirán, aproximadamente, pues va en función de la clase fiscal, un 60% del netto de su salario de las horas de menos que trabajen, en el caso de que tengan hijos un 67%. Y a esto se le llama Kurzarbeitergeld. Es decir, si en nuestro contrato está estipulado que trabajamos 40 horas a la semana, pero solo hacemos 36 horas, que es el mínimo para solicitarlo, las 36 horas las cobraremos normales y las otras 4 las recibiremos como un 60% del netto de lo que ganemos por hora.

En el caso de que se llegue a un Kurzarbeit del 100%, no trabajamos nada, entonces todo el salario se verá reducido al 60% de lo que ganamos en netto, 67% para aquellos con hijos viviendo en casa.

Os dejo un enlace del Bundesagentur für Arbeit con una tabla donde podéis mirar en lo que quedaría vuestro salario. Tabelle zur Berechnung des Kurzarbeitergeldes 2020

El Kurzarbeitergeld está exento de impuestos, ya que se calcula con nuestro netto, con lo que, de alguna manera, los impuestos ya los hemos pagado.

Si nos ponemos enfermos durante este periodo y no podamos trabajar, se mantendrá el salario con el Kurzarbeitergeld durante las primeras 6 semanas, después será la aseguradora médica del trabajador la que nos pague mediante el Krankengeld.

El tiempo que se puede recibir el Kurzarbeitergeld es de 12 meses, pero el gobierno puede ampliarlo hasta 2 años si la situación así lo requiere.

El empleador es el que tiene que solicitar el Kurzarbeit, y está obligado a intentar reducir los costes haciendo que sus empleados se tomen las vacaciones del año anterior que no han utilizado, así como descontar del trabajo todas las horas extra acumuladas. Es decir, solo se podrá entrar en el Kurzarbeit cuando las vacaciones del año anterior y las horas extra se encuentren a 0. En el caso de que hayamos pedido vacaciones antes de que el Kurzarbeit se pusiese en marcha, y estas hayan sido ya aprobadas, el empleador está en su derecho de no devolverlas. 


Por otra parte, no todo el mundo puede solicitar este Kurzarbeit, los Azubis y aquellos que tengan contratos de menos de 450€ al mes no podrán beneficiarse del Kurzarbeitergeld, pues están exentos de pagar el Sozialversicherungspflicht (que imagino que será de donde sale el dinero para pagar a los trabajadores).

Como medida para reducir costes en las empresas, los despidos durante el Kurzarbeit están permitidos, y si eso ocurre, el trabajador dejará de recibir el Kurzarbeitergeld y tendrá que darse de alta en la bolsa de trabajo.

Durante el periodo de Kurzarbeit se puede optar por conseguir un trabajo suplementario, y este, siempre que se haya comenzado después de que se instaurase el Kurzarbeit, tendrá beneficios fiscales. Aunque en el caso de que el Kurzarbeitergeld no sea suficiente para mantenerse, se puede solicitar la ayuda del Hartz IV.


Esto es un pequeño resumen de todo lo que implica este Kurzarbeit, pero os dejo los enlaces a las tres páginas de las cuales he sacado la información por si queréis leerlo con más detalle, eso sí, están en alemán.

Kurzarbeitergeld – Arbeitsagentur.
Corona und Kurzarbeit – Deutscher Gewerkschaftsbund.
So funktioniert Kurzarbeit – igmetall.

Espero que os haya servido de ayuda, y ojalá no os afecte mucho esta crisis que estamos pasando.

Mucho ánimo para todos.

________ 

Si quieres informarte más sobre Alemania, como es la vida en este país o que es lo que se necesita para emigrar aquí pincha en este enlace: Emigrar a Alemania, seguro que encuentras algo que te pueda interesar.

¡Un saludo!



24 de marzo de 2020

Deutschland - Rammstein


Título: Deutschland 
Grupo: Rammstein 
Álbum: Rammstein 
Año: 2019 

En el 2019 salió esta canción de uno de los grupos alemanes más famosos, pero también polémicos, y en esta ocasión no se quedaron atrás.

Es un himno a Alemania, pero no la ensalzan o critican, sino que enseñan las dos versiones. Por un lado, eso alemanes que aceptan la historia de su país, tal y como fue, y otros que prefieren ignorarla, convertirla en tabú o, incluso, renegar de ella.

Debido al oscuro pasado que vivió Alemania, a día de hoy aún hay alemanes que se sienten culpables por lo que ocurrió durante la Segunda Guerra Mundial, aunque ellos ni siquiera hubiesen nacido cuando eso pasó. Y este sentimiento queda plasmado en esta canción.

Por otro parte, el videoclip es como una película en la que se mezcla la historia del país, desde la época de los pueblos germánicos, hasta llegar a la DDR. Aunque para mí, lo mejor de todo es la actriz que han utilizado para caracterizar el personaje de Germania, es decir, Alemania. Es el estereotipo opuesto a lo que se tiene de los alemanes, lo más alejado posible de esa raza aria.

Os dejo el vídeo, la letra y más abajo la traducción que he hecho.



Deutschland

Du (du hast, du hast, du hast, du hast)
Hast viel geweint (geweint, geweint, geweint, geweint)
Im Geist getrennt (getrennt, getrennt, getrennt, getrennt)
Im Herz vereint (vereint, vereint, vereint, vereint)
Wir (wir sind, wir sind, wir sind, wir sind)
Sind schon sehr lang zusammen (ihr seid, ihr seid, ihr seid, ihr seid)
Dein Atem kalt (so kalt, so kalt, so kalt, so kalt)
Das Herz in Flammen (so heiß, so heiß, so heiß, so heiß)
Du (du kannst, du kannst, du kannst, du kannst)
Ich (ich weiß, ich weiß, ich weiß, ich weiß)
Wir (wir sind, wir sind, wir sind, wir sind)
Ihr (ihr bleibt, ihr bleibt, ihr bleibt, ihr bleibt)

Deutschland, mein Herz in Flammen
Will dich lieben und verdammen
Deutschland, dein Atem kalt
So jung, und doch so alt
Deutschland!

Ich (du hast, du hast, du hast, du hast)
Ich will dich nie verlassen (du weinst, du weinst, du weinst, du weinst)
Man kann dich lieben (du liebst, du liebst, du liebst, du liebst)
Und will dich hassen (du hasst, du hasst, du hasst, du hasst)
Überheblich, überlegen
Übernehmen, übergeben
Überraschen, überfallen
Deutschland, Deutschland über allen

Deutschland, mein Herz in Flammen
Will dich lieben und verdammen
Deutschland, dein Atem kalt
So jung, und doch so alt
Deutschland, deine Liebe
Ist Fluch und Segen
Deutschland, meine Liebe
Kann ich dir nicht geben
Deutschland!

Du
Ich
Wir
Ihr
Du (übermächtig, überflüssig)
Ich (Übermenschen, überdrüssig)
Wir (wer hoch steigt, der wird tief fallen)
Ihr (Deutschland, Deutschland über allen)

Deutschland, mein Herz in Flammen
Will dich lieben und verdammen
Deutschland, mein Atem kalt
So jung, und doch so alt
Deutschland, deine Liebe
Ist Fluch und Segen
Deutschland, meine Liebe
Kann ich dir nicht geben
Deutschland!