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8 de junio de 2020

Mercedes-Benz


Para entender la historia de una de las firmas de automóviles más conocidas en la actualidad, Mercedes-Benz, tenemos que hablar de las tres ramas que se fusionaron para formarla: Daimler Motoren Gesellschaft, Benz & Co y Emil Jellinek.

Vayamos por partes.

Daimler Motoren Gesellschaft fue fundada por Gottlieb Wilhelm Däumler, conocido como Gottlieb Daimler, y Wilhelm Maybach, dos ingenieros alemanes que desarrollaron unos motores de combustión interna de alta velocidad capaces de funcionar en tierra, en agua y en aire. Se usó tanto en la primera motocicleta que construyeron, como en barcos a motor.

Daimler Reitwagen, considerada como la primera motocicleta

También patentaron uno de los primeros motores capaces de impulsar un vehículo con cierta velocidad, y desarrollaron el primer carburador que permitió el empleo de gasolina como combustible.

En 1890 fundaron la Daimler Motoren Gesellschaft, en Cannstatt, industria que, nueve años más tarde, construyó el primer coche de la marca Mercedes. Gottlieb Daimler, fue el creador del lema de la empresa: "O lo mejor, o nada". 

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Carl Benz, nacido con el nombre de Karl Friederich Michael Vaillant, fue un ingeniero e inventor alemán conocido por haber creado el Benz Patent-Motorwagen un vehículo prototipo con 3 ruedas y una marcha que alcanzaba la, por aquel entonces, increíble velocidad máxima de 17 kilómetros por hora.

Benz Patent-Motorwagen en 1885. Foto tomada de la Wikipedia.

Es considerado como el primer vehículo diseñado para ser impulsado por un motor de combustión interna. Se dice que Bertha, la esposa de Karl, fue la primera en conducirlo, lo que la convierte en la primera persona del mundo en hacer un viaje en automóvil. Ocurrió en 1888, en un viaje de 105 kilómetros desde Mannheim, su ciudad de residencia, hasta Pforzheim donde vivía la madre de Bertha. 

Diez años después fabricó el primer coche de 4 ruedas al que llamó Benz Victoria. 

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A finales del siglo XIX las carreras de coches empezaban a ponerse de moda. Emil Jellinek era un importante hombre de negocios austriaco, muy aficionado a ellas, que había competido con anterioridad bajo el nombre Monsieur Mercédès. En 1900 le encargó a la empresa Daimler Motoren Gesellschaft que le fabricasen una flota de 36 coches. Uno de los requisitos que puso era que estos debían de tener el apodo con el que llamaban a su hija: Mercedes. No se sabe porqué le decían así, pues la niña se llamaba Adrienne Manuela Ramona Jellinek.

Emil y Mercedes Jellinek. Foto tomada de la Wikipedia.

De ahí surgieron los primeros Daimler-Mercedes, y tuvieron tanto éxito, que propiciaron un acuerdo de colaboración para que se siguiesen fabricando, así como la incorporación de Emil en el consejo de administración de la empresa. 

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Tras la Primera Guerra Mundial hubo un enorme incremento de la inflación, lo que afectó muchísimo a todos los bienes de lujo, entre los que se encontraban los automóviles de pasajeros. Por eso, en 1926 la casa Benz & Co y la Daimler Motoren Gesellschaft se vieron obligadas a fusionarse, formando la Daimler-Benz. Gracias a la buena acogida de los coches Mercedes, y que estos habían tomando ya mucha fuerza dentro de la empresa, cuando se realizó la unión de las dos firmas, el nombre comercial de los vehículos se quedó como Mercedes-Benz, aunque Emil Jellinek ya hubiese fallecido. 

20 de septiembre de 2019

Aldi



Aldi es una cadena de supermercados de descuento alemana que fue fundada en 1946 por los hermanos Karl y Theo Albrecht, de donde proviene el nombre de la cadena, Albrecht-Diskont.

La familia Albrecht ha sido siempre muy recelosa de su privacidad y no se conoce mucho sobre la vida de ninguno de sus miembros, ni siquiera de los dos fundadores.

Se sabe que la primera tienda fue un pequeño establecimiento de ultramarinos regentado por Anna Siepmann, la madre de Karl y Theo. Parece ser que en 1913 su marido tuvo que dejar su trabajo en las minas por problemas de salud y para sacar a su familia adelante decidió abrir esa tienda.

Tanto Karl como Theo fueron reclutados por el ejército y combatieron en la Segunda Guerra Mundial. Los dos sobrevivieron y cuando regresaron a su hogar tomaron las riendas del negocio de su madre. Lo reformaron y le cambiaron el nombre a Albrecht Lebensmittel. Con el paso del tiempo, aprovechando la postguerra, comenzaron a abrir más tiendas ofreciendo buenos precios con muchos descuentos. Hasta que en 1962, con más de 300 tiendas a lo largo de toda la Alemania Occidental, cambiaron de nuevo el nombre a Aldi, Albrecht-Diskont.

En ese año la compañía se dividió en dos: Aldi-Nord, que era de Theo y Aldi-Süd de Karl.

Aldi-Nord se mantuvo con la sede en Essen, y se quedó con los supermercados del norte del país. Y Aldi-Süd puso su sede en Mülheim an der Ruhr y se quedó con los supermercados del sur.

No se sabe muy bien qué fue lo que ocurrió para que los dos hermanos decidiesen partir el imperio que habían montado juntos, pero parece ser que fue por un desacuerdo por la venta o no de tabaco.

Después de esta separación las expansiones a otros países se hicieron de manera diferente. Los Aldi de España pertenecen a Aldi-Nord.


A pesar de tener dos nombres diferentes las dos empresas pertenecen a la misma familia.

Karl falleció en 2014 y aunque era uno de los hombres más ricos de Alemania, se encontraba en el puesto número 23 de la lista 'Forbes', no se conoce casi nada de su vida. En todos esos años concedieron muy pocas entrevistas, nunca se le vio con políticos y las fotos que hay de ellos son de hace muchísimo timepo.

Se cree que todo este secretismo viene por el secuestro de Theo en 1971, estuvo recluido más de dos semanas y su liberación le costó a la familia una pequeña fortuna. Desde ese incidente decidieron mantenerse lejos de la atención pública, para así protegerse a ellos mismos y a sus familias.

Sin embargo, poco tiempo después de que el último de los hermanos falleciese, la empresa comenzó a estar en boca de todos por los escándalos que empezaron a salir a la luz. Productos defectuosos, malas condiciones de trabajo y algunos trapos sucios de los fundadores que un miembro de la familia publicó. Como que Karl falleció por un grave problema de alcoholismo.

Cuando me puse a investigar la historia de este supermercado, me pareció muy curioso no encontrar casi datos de los fundadores, ni en español, ni en alemán. Fueron, realmente, muy reservados con sus vidas privadas, aunque si es cierto lo del secuestro, puedo entenderlo a la perfección.

Personalmente, de los dos supermercados de bajos precios por excelencia, Aldi y Lidl, el Aldi es el que menos confianza me da y el que menos me gusta. Siempre que voy el trato de los trabajadores deja mucho que desear y pasan tu compra tan rápido que más de una vez han estado a punto de tirarme algo al suelo, porque el espacio ridículo que tienen en las cajas era demasiado pequeño y no podían seguir cobrando.

¿Dónde compráis vosotros? ¿Os gusta este supermercado?


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 Espero que os haya parecido interesante conocer la historia de una de las empresas alemanas más conocidas. Si queréis saber más de otras firmas, echadle un vistazo a estas:

¡Un saludo!



9 de febrero de 2017

Lidl


Hemos estado viendo en entradas anteriores diferentes platos típicos de la gastronomía alemana, incluso hemos descubierto el origen de alguna de las marcas alemanas más famosas, y ahora vamos a dar un paso más y veremos como se fundaron muchos de los supermercados en los que compramos (los que vivimos en Alemania), que curiosamente todos son de este país.

Todo el mundo conoce esta empresa con el nombre de Lidl, aunque su nombre completo es Lidl Stiftung & Co. KG. La cadena de supermercados se fundó como tal en 1973, pero los orígenes se remontan a muchos años más tarde.

Allá por el año 1858 existía en la ciudad de Heilbronn, ubicada en el norte del estado de Baden-Württemberg, una pequeña empresa llamada Specerei- und Südfrüchten-Handlung von A. Lidl & Cie. regentada por la familia Lidl. En 1930 Josef Schwarz fundó Schwarz Lebensmittel-Sortimentsgroßhandlung y formó una sociedad con la familia Lidl con la intención de expandir la empresa por toda Alemania. De esta asociación se creó la firma Lidl & Schwarz que fueron unos importantes distribuidores de alimentos hasta que la llegada de la Segunda Guerra Mundial hizo que tuvieran que cerrar el negocio.


Una vez terminado el conflicto bélico Josef Schwarz tardó unos cuantos años en volver a reconstruir su empresa y así, en 1954, diez años más tarde, su unió a A&O Handelskette. Y unos años más tarde abrió su primer supermercado con el nombre de “Handelshof”.

En 1973 su hijo, Dieter Schwarz, fundó su propio supermercado en Ludwigshafen am Rhein. Dado que su apellido significa negro, si lo utilizaba para el nombre de la nueva empresa daría lugar a un desafortunado juego de palabras para un supermercado, mercado negro, así que optó por regresar a los orígenes de la empresa y por 1000 marcos le compró a Ludwig Lidl los derechos de uso de su apellido.

Y así fue como se creó el primer supermercado Lidl.

En 1977 Josef Schwarz murió, y Dieter heredó el mando de la empresa que ya contaba con 30 filiales. Durante un tiempo fue probando los resultados que daban diferentes tipos de supermercados y al final optó por lo que actualmente conocemos, un supermercado con precios baratos que reduce al máximo posible los costes de producción y mantenimiento.

Aunque Lidl no es la única cadena de supermercados que pertenece a la empresa Lidl Stiftung & Co. KG, Kaufland y Concord también forman parte de ella.

Poco a poco la expansión de la cadena Lidl fue expandiéndose por todo el país, llegando incluso a traspasar la frontera, en 1989 se abrió el primer supermercado en Francia y unos años más tarde en Italia y en Inglaterra. En la actualidad prácticamente en todos los países de Europa podemos encontrar un Lidl.

Este modelo de negocio de reducir los costes lo máximo posible se traduce en instalaciones gigantes con poca (nula) decoración y no demasiado mantenimiento.

Hay millones de críticas, escándalos y denuncias a la empresa. Algunos serán ciertos pero otros no serán más que bulos. Van desde presuntos incumplimientos de las leyes laborales, reportajes que afirman el espionaje sistemático a los trabajadores y hasta extraños casos que explican el significado del nombre de la empresa.

Este último me resulta bastante curioso, pues como hemos visto Lidl no es acrónimo de nada, sino que es el apellido de uno de los fundadores de la empresa original.

Personalmente suelo evitar comprar en estos supermercados. A pesar de los eslóganes «No se engañe, la calidad no es cara» o „Lidl lohnt sich“, siempre me da la sensación de estar poco cuidado y ser medio caos. No digo que haya mala calidad, pero la presentación de los productos, el orden y el mantenimiento del edificio no me inspira tanta confianza como Mercadona en España o Rewe en Alemania.

Imagino que todos los que hayáis pasado a un Lidl, Aldi o cualquier supermercado parecido, de esos llamados discounter, sabréis a lo que me refiero.

¿Vosotros dónde compráis?

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Espero que os haya parecido interesante conocer la historia de una de las empresas alemanas más conocidas. Si queréis saber más de otras firmas, echadle un vistazo a estas:

¡Un saludo!












28 de noviembre de 2016

Dr. Oetker


La firma alemana Dr. Oetker es mundialmente famosa, aunque no son muchos los que conocen la historia de esta empresa, en algunas etapas un tanto lúgubre.

Todo comenzó en 1981 en la localidad de Bielefeld, donde August Oetker adquirió una de las pocas farmacias de la ciudad y comenzó a experimentar con diferentes productos. Tenía muchas ideas en la cabeza, pero sin duda la que más éxito le proporcionó fue una levadura que no alteraba el sabor de la receta.

La fabricación de este producto le suponía una inversión bastante baja, por lo que su precio tampoco tenía que ser demasiado alto y aún así le resultaba rentable.

Unos años más tarde comenzó una importante campaña de publicidad para su levadura bajo el nombre de la recién fundada empresa Dr. Oetker y en 1900 fundó en Bielefeld la fábrica que hoy día sigue siendo la sede principal de la firma.


Con esta fábrica ya en funcionamiento siguió expandiendo su producto inicial y ampliando la variedad de artículos que comercializaba.

Tanto como sus dos hermanos como su único hijo, Rudolf Oetker, trabajaron en la empresa familiar, aunque fue su hijo el que debería de heredar el cargo de director a la muerte de August. Pero la Primera Guerra llegó y Rudolf murió en 1916 durante una batalla por lo que la empresa se quedó sin un sucesor directo capacitado para llevar las riendas.

Rudolf tenía dos hijos, un niño y una niña, pero cuando murió estos eran demasiado pequeños. Se dice que August no pudo superar la muerte de su único hijo y que eso le quitó las ganas de vivir y seguir desarrollando nuevas ideas. En su testamento dejó escrito que uno de sus empleados más allegados Fritz Behringer sería el encargado de la dirección de la empresa hasta que su nieto tuviese la edad suficiente como para dirigirla por el mismo.

Augusto murió en 1918 cuando su nieto tan solo contaba con dos años.

Durante la Primera Guerra Mundial la empresa consiguió mantenerse como una de las firmas más productivas de Alemania. Sus productos de pastelería se hicieron rápidamente hueco en las cocinas de las amas de casa alemanes, que además se mantuvieron fieles al producto nacional, en detrimento de los productos de origen extranjero.

Pero en 1920 la firma sufrió una caída de hasta el 75% de sus pedidos, lo que supuso la imposibilidad de hacer frente a las facturas. Uno de los proveedores intentó comprar la empresa para que esta pudiese saldar sus deudas, pero esto supondría el final de Dr. Oetker como tal.

A principios del año siguiente, antes de que se llevase a cabo cualquier trato, Fritz Behringer murió y el mando de la empresa quedó en manos Rudolf-August Oetker, aunque como aún era menor de edad no podía ejercer como director, por lo que fue aconsejado por Louis Oetker, uno de los hermanos de August y Richard Kaselowsky, el nuevo marido de Ida Oetker, la mujer de Rudolf Oetker.

Rudolf-August Oetker decidió que la empresa no sería vendida y que las deudas se pagarían. Y aunque fue una decisión arriesgada la época de altibajos económicos que vivía Alemania en aquellos años ayudó a que la deuda fuese saldada de manera rápida y sin tener que pagar demasiado por ello.

Y así, en un par de años la empresa Dr. Oetker volvió a estar bien situada y en manos de la familia Oetker.

En 1923 la firma comenzó de nuevo a expandirse, se construyeron nuevas fábricas en diferentes ciudades, como Hamburgo y se desarrollaron más productos que fueron muy bien recibidos por los compradores.

Pero la gran depresión de 1929 también afecto a la empresa familiar y tuvieron que despedir a bastante personal para poder salir lo más indemnes posibles.

En 1933 el Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán, popularmente conocido como Partido Nazi, llegó al poder en Alemania y Richard Kaselowsky el por aquel entonces único director de Dr. Oetker se hizo miembro del mismo e hizo cuantiosas donaciones al partido.

Durante esta época la firma vivió un gran momento, tenía el favor del gobierno y en 1933 comenzaron una activa cooperación con la SS.

Richard Kaselowsky murió durante un bombardeo a la ciudad de Bielefeld en 1944 y fue en ese momento cuando el nieto de August, Rudolf-August Oetker, tomó la dirección de la empresa y fue exhimido en su deber de combatir por el país.


A principios de los años 30 Rudolf-August había entrado a formar parte de uno de los escuadrones de la SS, la Reiter-SS, pero en 1944 se cambio de bando, e ingresó en el frente soviético. Al acabar la guerra fue confinado en una especie de campo de concentración. Todo afiliado de las SS tenía un tatuaje que le identificaba como miembro y cuando se lo descubrieron fue sometido a brutales palizas, de cuyas secuelas tardó años en recuperarse.

A pesar de todo la empresa Dr. Oetker sobrevivió bastante bien a la guerra aunque alrededor del 40% de los edificios y las fábricas quedaron destruidos. Cuando la estabilidad económica fue regresando al país, los pedidos fueron aumentando. Y la empresa comenzó a hacerse fuerte, gracias también a las campañas de publicidad.

En 1947 Rudolf-August Oetker fue liberado del campo de internamiento y tomó las riendas de la empresa. Unos años más tarde la firma se encontraba entre las empresas más productivas de Alemania.

Aunque la firma Dr. Oetker no se dedica tan solo a la producción de levadura y demás productos de pastelería, en la actualidad posee más de 400 empresas y da trabajo a más de 24.000 personas.


El hijo mayor de Rudolf-August Oetker, Richard Oetker, debería de haber dirigido la empresa tras su padre, pero en 1976 fue raptado por Dieter Zlof, el cual pidió un rescate de 21 millones de marcos. Estuvo encerrado en una caja minúscula durante casi 2 días y en este tiempo fue torturado en varias ocasiones con descargas eléctricas y sufrió múltiples fracturas de las que tuvo que ser operado durante varios años.

El secuestrador fue encarcelado durante 15 años, y al ser puesto en libertad viajó a Inglaterra con la intención de cambiar los billetes que había enterrado. Aunque casi la mitad del rescate estaba tan mohoso que no era utilizable.

Tanto dinero en tan malas condiciones llamó la atención de la policía y Dieter Zlof volvió a ser encarcelado por dos años. Fue condenado a devolver todo el dinero del secuestro y por lo que parece, actualmente trabaja en un puesto callejero en Múnich.

En el año 2001 se realizó una película sobre este secuestro, se llama "Der Tanz mit dem Teufel", "Bailando con el diablo".

Está protagonizada por Sebastian Koch, actor que también aparece en la famosa película "Das Leben der Anderen", "La vida de los otros". Christoph Waltz "Malditos Bastardos" y Tobias Moretti "Rex, un policía diferente".

Desde el 2010 el director de la empresa familiar es Richard Oetker.


Alguna vez había escuchado el pasado Nazi de esta empresa, pero lo del secuestro no lo sabía. Que de historia tiene esta familia.

Seguro que todos los que vivís en Alemania conocíais esta marca, ¿alguna vez habéis comprado algo? A mí me encantan las pizzas, no son demasiado baratas, pero con diferencia, son las pizzas congeladas más buenas.

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 Espero que os haya parecido interesante conocer la historia de una de las empresas alemanas más conocidas. Si queréis saber más de otras firmas, echadle un vistazo a estas:
¡Un saludo!



29 de abril de 2016

Haribo


Con esta entrada no pretendo hacer publicidad, aunque tampoco es que lo necesite pues seguro que la gran mayoría de vosotros conocéis desde ¿siempre? la marca Haribo. Esta casa de gominolas tiene el monopolio de este producto en Alemania, aquí no se comen otras chucherías que no sean de ellos.

Hace ya casi 100 años que se fundó y aún se siguen consumiendo como si fuese lo más novedoso del mercado. Pero ¿cuál fue su origen?

Todo comenzó en el año 1893 en Friesdorf, un pequeño pueblecito cerca de Bonn, donde nació el fundador de la empresa, Johann "Hans" Riegel.


Después de terminar el colegio estuvo trabajando en la empresa de producción de regalices Kleutgen & Meier durante más de 5 años, y al mismo tiempo realizó un curso de confitería.
Más tarde trabajó en Neuss en una fábrica de chocolates y un año más tarde volvió a cambiar de trabajo. Se fue a una empresa donde fabricaban chucherías y en la que llegó a estar muy bien valorado.

Quien sabe que hubiese pasado a continuación si la Primera Guerra Mundial no hubiese iniciado.
Como hombre adulto fue reclutado por el ejército y una vez acabada la guerra pudo volver a casa, aunque lo hizo parcialmente sordo. Pero a pesar de eso pudo incorporarse pronto al trabajo.

Ese mismo año comenzó a trabajar como confitero para la firma Heinen, y unos meses más tarde se hizo socio de la empresa que pasó a llamarse Heinen & Riegel.
Esta asociación duró 2 años, y los conocimientos que aquí adquirió fueron las bases de lo que más tarde sería Haribo.

En 1920 Hans Riegel se hizo con una casa en Kessenich y en el trastero del mismo construyó de forma casera su primera cocina para crear sus propios dulces. Y así, el 13 de diciembre de 1920 con un presupuesto total de no más de 300 marcos nació la empresa Haribo. Aunque el nombre fue puesto unos meses más tarde en forma de acrónimo, Ha - Hans, ri - Riegel, Bo - Bonn, que era su ciudad de nacimiento, Hans Riegel Bonn - Haribo.

Un año más tarde Hans Riegel se casó con Gertrud Vianden, que fue la primera empleada de la empresa de golosinas Haribo. Más tarde llegó el hermano pequeño de Hans, Paul. Y así se convirtió en una empresa familiar. Los tres hijos del matrimonio Riegel también trabajaron aquí.

El negocio les fue muy bien y poco a poco se fueron expandiendo hasta que en el año 1938 compraron las fábricas en las que hoy en día aún se fabrican las chuches Haribo.

Para cuando la Segunda Guerra Mundial estalló Haribo había dado el paso al extranjero abriendo una pequeña fábrica en Dinamarca. El total de empleados en aquellos años llegaba a los 400.
La empresa sobrevivió a la guerra, cosa que no hizo Hans Riegel, el fundador murió el 31 de marzo de 1945, pocos meses antes del final del conflicto bélico.
Una vez que la Segunda Guerra Mundial llegó a su final los hijos de Hans Riegel, Hans junior y Paul levantaron de nuevo la empresa y se expandieron por todo el mundo. En los años 60 era posible encontrar los productos de Haribo en más de 100 países.

En el centro de Bonn hay una tienda de Haribo y quizás haya sido cosa del subconsciente, pero siempre que he comprado Haribos allí me sabían mejor. Era como un sabor más fresco... no sé...


Pero ¿dónde está el secreto del éxito de esta empresa de chucherías?
Ellos mismos piensan que la clave de todo se encuentra en tres puntos clave, a saber;
- La enorme variedad de productos que venden. Pues aunque los Ositos de oro, con 6 sabores diferentes sean el mayor estandarte, no son lo único, también hay regalices, chuches ácidas, ladrillos y un sin fin de cosas más.

No sé si en otros países existen, si venís a Alemania y os gustan las chucherías tenéis que probar los HARIBO TROPIFRUTTI. Son mi perdición. En casa suelo tener alguna bolsa y me contengo bastante, hasta que la abro... una vez abierta no me dura ni 24 horas, es un vicio tremendo.


Además hay envases para todos los gustos, desde las típicas mini bolsas con unos cuantos ositos, hasta cajas enormes rellenas de droga en forma de chuchería.

Pero además de los productos estandar siempre innovan con algo, sacan sabores nuevos, diferentes formas o especial de Pascua, de Navidad...

- Una buena y muy efectiva publicidad. En Alemania no hay persona que no conozca la canción con la que se anuncian desde principios de los años 60. Haribo macht Kinder Froh und Erwachsene ebenso (Haribo hace felices a los niños y también a los mayores).


Corta y pegadiza, éxito asegurado.

En español se tradujo como Haribo, dulces sabores / para pequeños y mayores. Que aunque también tiene rima me suena peor que la original.

- Otro de los puntos clave es la tradición, los paquetes en los que se venden las chuches han ido evolucionando a lo largo de los años, pero básicamente siguen siendo muy parecidos a los primeros que se hicieron. Los abuelos conocen Haribo de su infancia y eso es lo que les enseñan a sus hijos y nietos.

Aunque también es posible que el éxito provenga en la gestión. Haribo se sustenta a sí misma, no gastan más de lo que ganan y no tienen deudas con los bancos, y eso, en los tiempos que corren, es bastante importante.

Algunas curiosidades:

Desde los años 30 Haribo organiza trueques donde se cambian castañas y bellotas por chucherías. Los niños pueden ir al almacén de la empresa en Bonn y cambiar 10 castañas o 5 bellotas por un producto Haribo. Estos frutos se llevan a la finca de la familia Riegel y con ellos se alimentan a los animales que allí tienen.
En la actualidad esta tradicción aún se mantiene y todo los años tiene una muy buena aceptación.

Al extender todos los discos de regaliz que se fabrican en un año podríamos cubrir la distancia que nos separa de la Luna.

Si colocamos todos los Ositos de oro que se fabrican en un año uno detrás de oro se puede crear una cadena de 160.306 km, que le daría la vuelta a nuestro planeta cuatro veces.


Seguro que alguna vez habéis probado los Haribo, ¿cuál de todos es vuestro favorito?

Si tenéis la posibilidad de haceros con una bolsita de ositos de oro Haribo, de los normales, probadlos con los ojos cerrados, ¿seréis capaces de averiguar el sabor que es?

Os dejo las 6 opciones diferentes:


Fresa el rojo claro.
Naranja el naranja.
Piña el blanco.
Frambuesa el rojo oscuro.
Limón el amarillo.
Manzana el verde.

Yo he hecho la prueba y no he conseguido averiguar ni uno... Aunque cuando el osito es algo más grande sí que soy capaz de identificar algunos sabores.

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 Espero que os haya parecido interesante conocer la historia de una de las empresas alemanas más conocidas. Si queréis saber más de otras firmas, echadle un vistazo a estas:
¡Un saludo!




  

25 de enero de 2016

Ritter Sport

Con la entrada de hoy no pretendo hacer ninguna publicidad pero es un producto tan sumamente famoso en Alemania que todo aquel que viva en este país debe de conocer sí o sí.

Los Ritter Sport son una marca de chocolates que fueron creados por Clara y Alfred E. Ritter en el año 1912. La fábrica se ubicó en la pequeña ciudad de Kanstatt , en el estado de Baden Württemberg.

Los primeros chocolates de esta pareja se vendían bajo el nombre de AlRiKa Krem Schokolade que es el acrónimo de Alfred Ritter Cannstatt.

20 años más tarde a Clara se le ocurrió la idea de hacer unos chocolates de un tamaño más pequeño de lo normal, que las tabletas pudiesen caber en el bolsillo de una chaqueta deportiva, pero que la cantidad de chocolate no disminuyese. Y de ahí salió la forma actual, cuadrados y un poco más gordos que el resto de tabletas de chocolate, algo muy práctico, ya que se rompen con menos facilidad.

A demás de la forma, también cambiaron el nombre, que pasó a ser Ritter´s Sport Schokolade.

Durante la Segunda Guerra Mundial la producción fue disminuyendo de forma paulatina hasta que en 1940 se suspendió y unos años más tarde, en 1946 comenzaron a producirlos de nuevo. En 1952 Alfred Ritter murió, y es su hijo el que tomó los mandos de la empresa. 7 años más tarde fallece Clara.

En los años 70 comenzaron a pensar más en la publicidad, hicieron una pequeña modificación en el nombre, Ritter Sport Schokolade y añadieron un slogan, el cual no se ha cambiado desde entonces, Quadratisch, praktisch, gut - Cuadrado. Práctico. Bueno.


Unos años más tarde llegó otra de las características de estos chocolates, comenzaron a utilizar colores para diferenciar los sabores. Y en el 1976 cambiaron la forma de apertura por la actual, otra de sus señas de identidad, ya que para abrirlo hay que partir la tableta por la mitad, más o menos explicado, si alguna vez habéis abierto uno de estos chocolates sabréis a lo que me refiero.

A principios de los 80 llegaron los mini Ritter Sport y en el 2006 la versión grande, que no cabe en ningún bolsillo. También existen los Diet, aptos para diabéticos y en 2008 sacaron la versión Bio (una empresa de productos alimenticios alemana tenía que tener una sección de estas, por supuesto.). Y hace poco anunciaron que van a sacar unos chocolates para veganos.

Para los indecisos, los que no sepan que sabor elegir, crearon una salvación, un pack con tabletas de diferentes sabores, que además es muy útil para hacer regalos...
Sobre los sabores, los hay de todo tipo, desde los normales de chocolate solo, con leche, avellanas, con menta… Hasta combinaciones más arriesgadas, como con coco, mazapán o de yogurt.

Todos los años sacan unos cuantos sabores especiales por un tiempo limitado y estos siempre son interesantes. Hace poco probamos uno con sabor a crema catalana. Estaba increíble.
Los Ritter Sport son algo así como las grajeas de todos los sabores del mundo muggle… (lo siento, mi vena friki ha aparecido y he tenido que soltarlo).


Hay hasta gente con mucho tiempo libre que se dedica a crear sabores falsos, en los que obviamente la mezcla de eso con chocolate es cuanto menos repulsivo.


En Berlín, en la Franzosische Strasse 24, justo al lado de la Gendarmer Markt, hay una tienda de esta firma.
Aquí podréis encontrar todos los sabores que tienen, además suele ser unos céntimos más barato que en el resto de lugares.



También tenemos la opción de elegir nosotros mismos los ingredientes y en el momento nos crean un Ritter Sport único y personalizado.


No es muy caro, pero armaos de paciencia, pues siempre hay bastante cola para esto y hasta que podamos comernos nuestro chocolate tendremos que esperar un rato.

Sé que en España es posible comprarlos en algunos supermercados, aunque para nada tienen la variedad que hay en Alemania.

Yo soy muy clásica y el sabor que más me gusta es el Alpenmilch, aunque tampoco le hago ascos al Knusperkeks, al Vanille-Mousse o al Knusperflakes.



Seguro que si vivís en Alemania los habéis probado alguna vez, ¿cuál es vuestro favorito?

Si queréis más información o ver todos los sabores que tienen aquí tenéis la web: Ritter Sport.

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 Espero que os haya parecido interesante conocer la historia de una de las empresas alemanas más conocidas. Si queréis saber más de otras firmas, echadle un vistazo a estas:
¡Un saludo!