Hace unas semanas hablando con un par de amigos extranjeros,
los dos médicos, que están trabajando en un hospital privado, me parece, en
Alemania, me estuvieron contando historias para no dormir de lo que pasan en
esos sitios.
Uno de ellos tiene una visión de los alemanes un tanto
desmejorada y todo lo que hacen o dicen tiene un doble significado, rebuscado y
profundo, donde se esconde una burla y desprecio hacia todo extranjero.
El otro, por el contrario, es algo más normal, pero no se te
ocurra decir Herr… no tengo ni idea de cómo se llama de apellido… pongamos Papadopoulos,
por eso de que el chaval es griego. Pero lo dicho, referirte a el como Herr Papadopoulos
va a provocar una mirada amenazadora en sus ojos y una respuesta inmediata,
automática, Doctor Papadopoulos, del tipo Capitán Jack Sparrow, Ca-pi-tán. Que
te quedas sin saber que decir exactamente, usted perdone. De hecho en el buzón
de su casa ha puesto el Doctor… pero un chico muy majo a fin de cuentas.
Entre todas las anécdotas que me contaron hubo una que me
horrorizó por el poco tacto y empatía que desprendía la enfermera en cuestión.
El primero es médico, pero está en periodo de prácticas, así
que no tiene demasiada autoridad en el hospital, por lo que cuando se encontró
el percal poco pudo hacer, al final terminó llamando al otro chico, al Doctor.
La estampa que se encontraron fue la siguiente.
En una planta en la que están los pacientes con problemas
neurológicos hay un hombre, ya bastante mayor que durante el fin de semana debió
de haberse ido de fiesta y montarse una juerga épica, pues el pobre hombre
parecía Frankenstein, con grapas en la frente y un chichón gigante al lado.
Porque tendrá grapas en la cabeza?? Se preguntaron.
Así que fueron a preguntarle a la enfermera, encargada y
responsable de lo que pasa en esa planta.
Su respuesta, que se cayó y como la herida necesitaba unión se
la graparon. Dijo como si no pasara nada. Y ahí estaba el hombre con seis
grapas en toda la frente.
El Doctor le preguntó que porque no habían avisado a ningún
médico, que nadie se iba a molestar en coser la herida y dejar una cicatriz
aceptable, no la cosa esa horrible que habían improvisado. La respuesta de la
enfermera.
- Que más da, si está demente, no se entera de nada.
A lo cual ninguno de los dos supieron que responder en ese momento.
- Que más da, si está demente, no se entera de nada.
A lo cual ninguno de los dos supieron que responder en ese momento.
Eso señores es a lo que se le llama falta de sentido común,
nula empatía, poco amor por tu trabajo y muy pocas ganas de estar allí.
Otra de las cosas que me contaron, y que yo nunca me había
dado cuenta, es que los alemanes aceptan las cosas tal y como vienen. Entender
que esto es generalizando y basándome en la experiencia de estos dos chicos y
la mía propia, que luego habrá de todo.
Por lo que me han contado, en el hospital todavía no han
escuchado a ningún paciente alemán, con enfermedades chungas y dolorosas,
quejarse más allá de - me duele, dame algo - , o recochinearse en el dolor y airear
penas por doquier, a cualquiera que le escuche y a quien no también.
La gente acepta las enfermedades, la asume y tiran para
delante, intentando salir del bache como buenamente puedan.
De hecho una señora italiana se puso a contar penalidades de
su vida y allí nadie le hizo caso. La miraban con cara de, y a mi que mierdas
me importa.
Quizás sea es la razón por la cual nadie cuenta nada, si
nadie va a mostrar un poco de empatía, te vas a sentir más miserable aún.
Tendrán poca empatía pero lo de esa enfermera tampoco es normal,"Que más da, si está demente, no se entera de nada", con semejante respuesta denota una falta de tacto y de profesionalidad impresionante, en fins en todos los sitios se cuecen habas ¬¬
ResponderEliminarIrene!! me parece muy bien que quieras vivir allí pero no te vuelvas una apática por favòò :P
Tranquila Gut!! que no tengo pensado germanizarme hasta tal extremo. Y que haces levantada tan temprano!?
EliminarYo sobre las 8 (hora de aquí) ya estoy dando guerra, aunque la guerra hoy me la ha dado un gato que ha asaltado el armario de la comida y se ha dedicado a mordisquear los bricks de leche....resultado? un río de leche en la cocina y aqui estoy yo diciendo de todo menos bonito al gato mientras limpio el estropicio grrrr
Eliminarun gato cazador de tetabricks de leche?, eso es una nueva especie! tetabrikJägerKatzenmilch!
ResponderEliminarLo de aceptar las cosas tal y como vienen...lo de no quejarse...Eso es lo que ha mí más me ha impactado, en todos los sentidos, porque abarca muchas más cosas, es la punta del iceberg. de hecho, es un tema recurrente en mi blog, aunque aún no lo he desarrollado como debiera. Al leer tu frase (que bueno, he leído en muchos blogs y periódicos lo de la no-queja), me he sentido menos sola y menos loca. Qué bueno tu blog, lo acabo de descubrir. Un abrazo!
ResponderEliminarBuenas! Me alegro de que te haya gustado el blog.
EliminarUn saludo!
No puedo estar más de acuerdo!! Yo vivo en Tübingen, Alemania. Hoy me he subido en el autobús cargada con la bolsa de deportes, el bolso, el abrigo, y una caja desplegada gigante de cartón (estoy de mudanza). Estaba que no podía con mi vida, encima el autobús lleno de gente y yo tambaleándome. Se me ha dado la vuelta el bolso, y se me ha caído TODO. (Cartera, movil, llaves, el maquillaje..) y ha salido rodando por todas partes. A todo esto yo no podía ni moverme sin perder el equilibrio o dejar de agarrar algo. ¿Tú te crees que me ha ayudado alguien?? NADIE!!! Me miraban todos como pasmarotes!!! Total que he tardado media hora en recoger mis cosas. Nula empatía!!!
ResponderEliminarBuenas Marta. Ufff, que faena, y además lo que fastidia que todo se disperse. Por aquí no he vivido la experiencia de que se me caiga algo y nadie me ayude, pero si la situación contraria y he procurado ayudar.
EliminarEspero que lo hayas encontrado todo.
Un saludo!
Yo no estoy de acuerdo...una cosa es empatia y otra ser un quejica..y no tirar para adelante....
ResponderEliminarCreo que nos estas juzgando con una lectura unica basada en tu cultura...
Veras, si nos alizas con mas detenimiento sabras ver mayor nivel de empatia que en muchas otras sociedades, sobre todo de "respeto" al prójimo... A nadie le gusta los quejitas y hay poco tiempo para lamentarse si uno se concentra en salir adelante... por otro lado muy bonito el blog
Ya decir que a nadie le gusta los quejicas demuestra que tipo de persona eres. No todas las personas son iguales ni tienen las mismas experiencias en la vida... Nadie es menos que otros de quejen más o menos porque no sabes como le afecta ni física ni psicológicamente que en este país la parte psicológica la tienen nula da igual que seas más o menos quejica.
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