27 de junio de 2016

Rostock


Rostock es una ciudad del estado federado de Mecklenburg-Vorpommern. Se encuentra ubicado en la orilla de la desembocadura del río Warnow en el mar del Norte, el cual se adentra unos 12 km en tierra firme.

La capital de este estado, Schwerin, está a unos 90km de distancia y Berlín a algo más de 230, más o menos igual que la frontera con Polonia.

Tiene una población de unos 200.000 habitantes y se encuentra entre las 50 ciudades más pobladas del país.

Las letras en las matrículas de los coches son la HRO, el código postal son los números 18001, 18181 y 18059. Y el prefijo telefónico es el 0381.


No se sabe con exactitud cuando se fundó la ciudad, pero se presupone que ocurrió allá por el siglo XIII, cuando una tribu de pueblos eslavos construyó su asentamiento en la desembocadura del río Warnow, al cual llamaron rastokŭ.

Desde aquel lejano momento han pasado ya muchos años, pero el nombre de la ciudad no ha cambiado mucho desde entonces. Por los escritos que se han ido encontrando se sabe que en 1165 se llamaba Rozstoc y en el 1366 tomó el nombre por el que actualmente conocemos a esta ciudad, Rostock, sin traducción al español. Aunque también posee dos nombres en latín, Rhodopolis y Rostochium, pero se encuentran en desuso.

Debido a su buena localización se hizo famosa y preciada por los comerciantes y marineros. En poco tiempo su población aumentó de forma considerable y se unió a la Liga Hanseática. Pero toda fama tiene su lado malo. Rostock era una ciudad comercial y no estaba especialmente preparada para ningún tipo de ofensiva, por lo que durante la Guerra de los Treinta Años fue atacada y tomada por los suecos y los daneses.

Unos años después de que la guerra hubiese terminado un gran incendio destruyó buena parte de la ciudad y fue varias veces ocupada por los suecos, los daneses, los rusos, los prusianos y los franceses de Napoleón.

Todas estas invasiones y destrucciones mermaron de forma muy considerable la riqueza y esplendor de la ciudad, y no fue hasta el siglo XIX cuando volvió a ser la ciudad de antaño.

Pero las dos Guerras Mundiales no pasaron de largo y en las dos ocasiones sufrió daños muy importantes. En especial en la Segunda Guerra Mundial, ya que por su estratégica posición la industria aeronáutica se trasladó a esta ciudad y se convirtió en uno de los principales objetivos de los bombardeos del bando Aliado.

Tras el final del conflicto bélico pasó a ser parte del territorio soviético, el cual reconstruyó la ciudad siguiendo sus propios modelos. Después de la Reunificación de Alemania volvió a ser reconstruida, y en esta ocasión se intentaron seguir los planos originales, quitando prácticamente todo resquicio del socialismo de la República Democrática.


La estación central se encuentra a unos 20 minutos andando del centro de la ciudad.





Kröpeliner Tor


Antiguamente la ciudad de Rostock estaba rodeada de una muralla con 22 puertas. En actualidad tan solo unas pocas de ellas se conservan y esta es una de las más bonitas.

Fue construida durante los siglos XIII y XIX.


Kröpeliner Str.

Esta calle peatonal va desde la Kröpeliner Tor hasta el Neuer Markt, y en mitad de la misma se encuentra la plaza de la Universidad. Es la calle de tiendas más transitada de la ciudad.


En 1968 se hizo calle peatonal convirtiéndose así en la primera calle peatonal de la antigua DDR.

Todos los edificios de la Kröpeliner Str. han tenido que ser reconstruidos en alguna guerra, ocupación o incendio, muchos de ellos presentan hoy en día un estilo hanseático, como el Fünfgiebelhaus.

En esta calle también se encuentra el Spitalpfarrhaus, una casa parroquial que pertenecía al Hospital Espíritu Santo, el cual fue derribado en el año 1818.


Universitätsplatz


Es la plaza de la universidad, la cual se encuentra en uno de los lados. Fue construida entre los años 1867 y 1870 en un estilo neorrenacentista.

Delante de la universidad se encuentra una estatua bronce que representa a Blücher, un mariscal prusiano nacido en esta ciudad.

En el medio de la plaza está la Brunnen der Lebensfreude, que en español han traducido como la Fuente de la Alegría de vivir. Una fuente bastante peculiar con estatuas bastante pintorescas.



Kloster zum Heiligen Kreuz - Monasterio de la Santa Cruz

Este antiguo monasterio fue mandado construir en 1270 por la reina Margarita I de Dinamarca y le fue entregado a las monjas cistercienses.


Tras la reunificación hasta el año 1920 pasó a manos de las monjas protestantes.

En el refectorio hay una colección de arte sacro, donde se encuentra el Dreikönigsaltar, el Altar de los Reyes Magos.

En la actualidad una parte del monasterio se ha convertido en un museo donde se recoge la historia de la ciudad, desde sus orígenes eslavos hasta la Reunificación, el llamado Kulturhistorisches Museum.
Está abierto de martes a domingo desde las 10 de la mañana hasta las 6 de la tarde y la entrada es gratis.

Otra parte es una residencia de profesores y en la antigua iglesia del convento se instaló la facultad de teología, aunque de vez en cuando también se realizan conciertos.


Neuer Markt


En uno de los extremos de la Kröpeliner Str. se encuentra el Neuer Markt, la nueva plaza del mercado.
Tan solo las fachadas del lado oeste se conservan intactas desde su construcción, entre los siglos XVII y XVIII.


Uno de los principales edificios de esta plaza es el ayuntamiento. Fue construido en estilo barroco en el siglo XIV, pero la fachada actual fue añadida en el año 1727.


Justo detrás del ayuntamiento se encuentra el Kerkhoffhaus, que data del siglo XV y es uno de los edificios más antiguos de Rostock.



Marienkirche

Es la principal iglesia de Rostock. De la primera que se construyó, en 1260, tan solo queda la portada. Durante mucho tiempo se estuvieron haciendo reconstrucciones y ampliaciones, que no acabaron hasta la mitad del siglo XV.



Lange Str.

Es una de las avenidas que se reconstruyeron durante el gobierno socialista, lo que se nota en su arquitectura. Los edificios son moles gigantes que intentan adaptarse la estética de la zona.



Stadthafen

Al otro lado de la Lange Str. se encuentra el puerto, donde podemos ver desde buques históricos, hasta pequeñas embarcaciones de recreo.


Los antiguos almacenes también han sido conservados y restaurados.


Steintor

Otra de las puertas que se conservan es la que daba entrada a la ciudad por el lado sur. Fue construida en el siglo XVI pero a lo largo de los años ha sido muy reconstruida y ya no queda nada de la puerta original.

Justo enfrente de la Steintor se encuentra el Ständehaus, un edificio de estilo neogótico construido a finales del siglo XIX.


Kuhtor

Esta es la puerta más antigua que se conserva, data del siglo XIII y a su alrededor se han mantenido algunos fragmentos de las murallas que rodeaban la ciudad.



Nikolaikirche

Esta iglesia de estilo gótico se comenzó a construir en el año 1230 y en el siglo XV se realizó una ampliación, en la que se le añadió el coro y la torre.

En la Segunda Guerra Mundial quedó seriamente dañada y su reconstrucción no se terminó hasta el 1987, obra que no estuvo exenta de polémicas, ya que el tejado y la torre de la iglesia se habilitaron como viviendas y oficinas.

Bajo la torre se construyó un pasadizo transitable para todo el mundo, el Schwibbogen.



Schifffahrtsmuseum.

Está ubicado al norte de la ciudad, dentro del barco Traditionsschiff Typ FRIEDEN.


En este museo hay una enorme recopilación de textos, imágenes, maquetas y exposiciones de lo que fue la historia naval en el mar del Norte y el Báltico.

Horarios:
De martes a domingo. Menos en julio y agosto que abren todos los días.
Desde las 10 de la mañana hasta las 6 de la tarde. Pero en los meses de noviembre a marzo la jornada se acorta hasta las 4 de la tarde.

Precios:
Adultos - 4€
Niños desde los 7 a los 14 - 2,50€
Niños menores de 7 años - gratis.

Schiffbau- und Schifffahrtsmuseum Rostock
Schmarl Dorf 40
18106 Rostock


Antes de irnos de esta ciudad no podemos hacerlo sin mencionar las Strandkorb.



Fueron una invención de Wilhelm Bartelmann, un cestero nacido en Rostock, que en 1882 diseñó este peculiar asiento en forma de cesta para protegerse del fuerte viento que sopla casi de continuo en el mar del Norte.

Si vais a alguna ciudad de esta zona de Alemania muy probablemente os vayáis a encontrar pequeñas figuras de regalo con forma de estas peculiares sombrillas asiento, pues con el paso de los años se han convertido en algo muy típico.


Opinión personal: Rostock me pareció una ciudad muy tranquila. Me dio la sensación de que la vida en esta ciudad tiene que ser bastante buena, sin temperaturas muy extremas, gracias a la cercanía del mar, pero con muuuucho viento, o al menos nosotros tuvimos mala suerte.

No hay grandes monumentos que ver, pero aun así me llevé una buena impresión.
Si os encontráis por la zona os recomiendo que aunque sea de paso os paséis por allí.


Seguro que hay alguien por aquí que viva en Rostock, ¿cómo es la vida en esta ciudad?

¿Alguien la ha visitado de turismo? ¿Qué os pareció?

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Alemania es un país lleno de lugares con encanto que esperan ser descubiertas; grandes urbes, pequeñas ciudades y pueblos que parecen estancados en el tiempo. ¿Te animas a descubrirlas con nosotros?

Un saludo!!


2 comentarios:

  1. Acabo de llegar por casualidad a tu blog. Preguntabas por la vida en Rostock.... y yo que vivo aquí te doy la razón: es tranquila. Mucho.
    Es cierto que no es una ciudad muy monumental, pero se hace querer. La cercanía de las playas y los bosques que la rodean hacen de ella un lugar estupendo para el verano, aunque aquí el verano sea muy corto. Lo mejor son las rutas en bici que pueden hacerse: hay caminos por todos lados en plena naturaleza, como por ejemplo el camino Copenhage-Berlín o el camino de la costa del Báltico. El clima en invierno es frío, pero tampoco extremo; bien arigado se sobrelleva. Lo peor suele ser el viento y la falta de luz, que hace que la ciudad se quede muerta en cuanto anochece (a las 4!). Los días en verano, por el contrario, son larguísimos y se nota que la ciudad revive. Eso sí, estamos hablando de la zona centro de Rostock; los barrios periféricos son un horror.
    Me alegra que te haya gustado Rostock. Por una vez, no es una opinión negativa. Yo estoy contenta viviendo aquí :)

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    Respuestas
    1. Buenas Rostockera.
      Gracias por animarte a darnos tu opinión.
      Lo de las playas y las rutas en bici suena bastante bien, los días de buen tiempo tiene que ser un lugar estupendo donde vivir y estar en contacto con la naturaleza.
      Yo viví el viento cuando fui, eso fue un tanto desagradable, pero imagino que todo es cuestión de acostumbrarse. Aunque a las noches eternas creo que no hay nadie que pueda hacerse a eso. Por Colonia no anochece tan temprano, pero casi, y eso lo llevo fatal.
      En general me pareció una ciudad bonita, tranquila, pero con lo necesario para vivir.
      Un saludo!!

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