Flammkuchen

La Flammkuchen proviene de las regiones de Elsass, Alsacia en español y Pfalz, en el suroeste de Alemania. En español lo podríamos traducir como tarta en llamas.

Es uno de los platos más típicos de la gastronomía alemana, pues a pesar de haberse originado en una pequeña zona de la geografía alemana y de Francia, se ha extendido por todo el país.

La Flammkuchen es una especie de pizza, pero con el gran distintivo de una masa extremadamente fina y crujiente. La típica, la elsässer art, tiene muy pocos ingredientes, siendo la cebolla cruda y el bacon los más característicos. Carece de tomate en la masa.
Otra diferencia con las pizzas es que no tienen porque ser redondas, yo me he encontrado con muchas que eran rectangulares y algunas con formas indefinidas.

Cuenta la leyenda que el origen de este plato data de hace más de 100 años, cuando una panadera de alguno de los pueblos de las regiones de Alsacia o Pfalz utilizaba una fina capa de pan para cerciorarse de que la temperatura del horno era la adecuada y así asegurarse que después el pan iba a hacerse bien pero sin llegar a quemarse.

En algún momento llegó a la conclusión de que esa fina capa ya hecha podía utilizarse para algo y así acabó añadiéndole algunos de los productos que tenía más a mano, como cebolla, nata y bacon, aunque algunos asegurar que este último ingrediente fue añadido posteriormente, según ellos la Flammkuchen original era vegetariana.

Pero vamos, quien sabe, si realmente este es el origen es muy posible que la Flammkuchen variase con los días, según de lo que dispusiese ese día.

Si vais a un restaurante donde haya seguramente os encontraréis de varios sabores, la clásica, nunca falla y alguna que otra variación.

Yo nunca he ido a un restaurante en el que solo vendan Flammkuchen, pero según me han dicho en estos sitios las porciones que ponen son pequeñas y el camarero te va trayendo trozos hasta que digas ¡Basta!

Aún no he probado a hacer una yo misma, pero no parece ser especialmente complicada, a ver si un día me animo.

Flammkuchen

Ingredientes:

Para la masa:
2 cucharadas soperas de aceite
125ml de agua
1 poco de sal
250g de harina

Recubrimiento:
2 cebollas
100g de bacon
1 vaso de Crème double
1 vaso de nata agria

Preparación:
Lo primero de todo, precalentamos el horno a 250º.
Para hacer la masa echamos todos los ingredientes en un recipiente hondo y los mezclamos bien hasta tener una masa compacta.
En otro recipiente echamos la Crème double, la nata agria y una pizca de sal, y con una cuchara lo mezclamos todo.

Luego cortamos el bacon en trozos pequeños. La cebolla también la cortamos en tiras finas, la echamos en un cuenco con un poco de agua y la metemos en el microondas durante un minuto a 600 vatios para rehogarla un poco.

Ahora que lo tenemos todo preparado echamos un poco de harina en una superficie lisa y con un rodillo amasamos la masa de la Flammkuchen hasta tener una capa fina. La geometría es igual, pero las caseras suelen ser siempre con formas medio rectangulares.

Cuando tengamos la masa lista untamos la mezcla de la Crème double por toda la superficie y después añadimos los trozos de cebolla y bacon, procurando siempre que la distribución sea lo más homogénea posible.

Por último metemos nuestra Flammkuchen al horno durante 20 minutos y listo.

Suele presentarse en una tabla de madera y por lo general se come con las manos. Eso sí, siempre hay que comerla mientras está caliente, una vez que se enfría no sabe igual de bien.

¡Que aproveche!


Seguro que muchos de vosotros habéis probado las Flammkuchen alguna vez, ¿qué os parecen?

Yo la probé por primera vez hace unos años, curiosamente en la región de Alsacia. Nunca las había visto y la verdad es que desde el primer bocado me conquistaron.

¿Alguna vez habéis hecho una Flammkuchen casera? ¿Cómo os ha salido?

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La gastronomía alemana es muy variada, siempre queda algo nuevo que probar y saborear. ¿Te vienes a descubrir nuevos platos?

Un saludo!!