En esta semana me han ocurrido un par de situaciones
curiosas que creo podríamos clasificar con la etiqueta de alemanada, pues
muchas de ellas tan solo pueden ocurrir en este país, para bien o para mal.
Empezamos la semana por todo lo alto, con policía incluida.
Una de las pacientes de la clínica, un tanto mayor, tiene una hemiplejía
bastante severa y no se puede mover con demasiada soltura. Ese día llegó a la
clínica con una cara de susto importante. En la entrada de nuestro edificio hay
un pequeño parking y parece ser que un coche había echado marcha atrás y la
había golpeado, largándose sin decir nada y sin mirar a ver si le había pasado
algo, sin disculparse ni nada. Obviamente ella no puede correr detrás del coche,
pero por más gritó, no se detuvo.
Cuando subió nos contó la historia, y como había podido
coger parte de la matrícula uno de mis compañeros insistió en que llamara a la
policía. Así que por teléfono les contó la historia. La verdad es que no sé si
se lo estaban tomando en serio o no, pero fue decirles, que tenía una
discapacidad grave cuando el asunto se tornó un poco más serio.
Y así empezamos el lunes, con dos gigantes policías en la
clínica tomando declaración a la señora y a los testigos…
Lo que yo no sé es si realmente el conductor llegó a verla o
no. No sé, quiero darle un voto de confianza a la humanidad, quiero pensar que
todavía no hemos llegado hasta ese punto de yo miro por mi y a los demás que
les den. Mantengo la fe en que todo el mundo si ve que ha estado a punto de
atropellar a alguien se va a disculpar e intentará ayudar.
Y para acabar la semana con más emociones fuertes. Al llegar ayer a la clínica me encontré con una de mis compañeras, alemana, toda
emocionada.
-¡Irene! ¡Lo que te has perdido!
-¿Qué ha pasado?
-Estaba en la calle cuando vi que en el edificio de enfrente
había un gatito atrapado en una ventana de esas abatibles. El pobre quería
salir al alféizar pero no se podía mover y se había quedado con medio cuerpo dentro
y medio fuera. Una pena de animal.
-Pobre ¿y que hiciste?
-Llamé a todos los porteros del edificio para ver si daba con
la casa y avisar, pero nadie me abrió.
-Cuando yo he venido no he visto ningún gato atrapado, aunque
tampoco me he fijado.
-No, no. Como nadie me abría llamé a los bomberos.
¿Disculpa? ¿Llamó a los bomberos por un gato atrapado en una
ventana? Que no digo yo que el salvamiento de un minino no sea importante, pero
¿los bomberos? ¿De verdad?
-¿Y que pasó? ¿Vinieron?
-Claro que vinieron. Dos coches de bomberos, además. Con
escaleras y todo. El pobre estaba en un segundo piso. Cortaron la calle para
poder sacarlo.
-¿En serio? Vaya…
Lo que yo me pregunto es, ¿les contó por teléfono a los
bomberos cual era la emergencia? Y si así fue, vinieron dos coches de bomberos…
a rescatar a un gato… como en las pelis malas estadounidenses.
Aunque lo que más me sorprende es el despliegue que tuvieron
que montar para cortar la calle entera. Porque no estamos hablando de una
callecita normal, no señores. Es una de las avenidas principales de Colonia. De
cuatro carriles, con muchísimo tráfico. Cortada para sacar a un gato de una
ventana.
De verdad…
-¿Y no le hiciste ninguna foto?
-No, estaba tan emocionada que se me olvidó.
-Cachis…
No les quiero quitar para nada la importancia a estas dos
situaciones. Por suerte no lo fue, pero el atropello podría haber sido grave.
Aunque sigo amparándome en el principio de inocencia y quiero pensar que el
conductor no se dio cuenta.
Y del gato… tampoco es plan de dejar al pobre atrapado, que
seguro estaría sufriendo, pero ¿realmente era necesario llamar a los bomberos y
cortar la calle? ¿En serio?
No sé si estas situaciones en España se habrían dado, aunque
lo dudo bastante. Por estos lares son en algunas ocasiones muy peliculeros y
montan una de estas por cualquier cosa.
¿Alguna vez habéis vivido algo así?
Pero la compañera que te cuenta lo del gato es alemana o española?
ResponderEliminarSaludos
Buenas Eduardo. Es alemana 100% de esas rubias, altas de ojos claros. Lo pondré en la entrada para que conste.
EliminarUn saludo!!
si, es de lo mas normal,
ResponderEliminaryo conté en mi blog, como para embarcar el perro en el aeropuerto, vino hasta el jefe el departamento
y eso que eran las tres de la mañana.
Saludos maitea
Buenas Maitea. Eso si que es exageración al más puro estilo alemán :S
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