Este fin de semana nos fuimos de excursión a Berlín. Un viaje de esos locos, coger la carretera el viernes al salir del trabajo y
llegar bien entrada la noche para regresar el domingo por la tarde.
Pero ha merecido la pena, en serio. Ha sido un grandísimo
viaje. Me hacía muchísima ilusión volver a Berlín después de dos años. Los cinco
meses que estuve allí viviendo fueron geniales y este fin de semana ha sido un
reencuentro con esa ciudad que tanto me marcó.
Berlín sigue igual, pero al mismo tiempo ha cambiado. Me refiero,
la Puerta de Brandeburgo sigue donde estaba, y la Torre de la televisión
continua en Alexanderplatz. Pero hay muchos edificios nuevos, y las grúas de
las obras actuales reflejan que la ciudad sigue en movimiento, cambia y evoluciona.
Aunque siempre manteniendo el espíritu impregnado en la ciudad. Ese aire
alternativo que caracteriza a Berlín y que sin ninguna duda la hace única.
Me ha encantado poder hacer la ruta turística que yo misma
he diseñado y que poco a poco os voy poniendo en el blog. Y volver a comer el
mejor Kebap que haya probado jamás en mi vida.
Si vais a Berlín no dudéis en ir. Es un kiosco que se encuentra en mitad de la calle, pero que la cola no os desanime, merece la pena la espera. Está claro que si la gente espera es por algo… Cuando vivía allí, llegué a ver cola de bastantes personas esperando bajo la lluvia. Esta vez nosotros estuvimos más de media hora esperando, pero uffff… es imposible de describir el sabor con palabras, de verdad, tenéis que probarlo. Tan solo tienen 3 variedades, pero elijáis lo que elijáis os va a sorprender.
Si vais a Berlín no dudéis en ir. Es un kiosco que se encuentra en mitad de la calle, pero que la cola no os desanime, merece la pena la espera. Está claro que si la gente espera es por algo… Cuando vivía allí, llegué a ver cola de bastantes personas esperando bajo la lluvia. Esta vez nosotros estuvimos más de media hora esperando, pero uffff… es imposible de describir el sabor con palabras, de verdad, tenéis que probarlo. Tan solo tienen 3 variedades, pero elijáis lo que elijáis os va a sorprender.
Mehringdamm 32
U6 U7 Mehringdamm
Justo al lado está una de los
puestos de la franquicia Curry 36. Que se dice, es la mejor Curry Wurst de
Berlín.
Así que ya sabéis, tanto por
el Kebap (sobre todo por el Kebap) como por el curry wurst, hay que ir hasta
allí.
Berlín es una ciudad impresionante, tienes de todo y puedes
encontrar cualquier cosa que busques. Está llena de vida. Pero a pesar de eso
sigo pensando lo mismo que hace dos años cuando me fui. No es mi ciudad.
Es gigante, todo está hecho a lo grande y se tarda muchísimo
tiempo en llegar de un sitio a otro. Está claro que todo es acostumbrarse, pero
esta fue una de las principales razones por las que no me quedé allí y ahora
que vuelvo sigo pensando lo mismo. Es una gran metrópoli, demasiado grande para
mi gusto.
Una de las características de todas las capitales es la gran
multiculturalidad que tienen. Es algo que podemos ver en Londres, Berlín o
Madrid. Puedes encontrar gente de todas partes del mundo. Yo quería y sigo
queriendo vivir en Alemania, y en Berlín, con tanta gente de diferentes
nacionalidades, es muy complicado sentir que estás en Deutschland. De hecho los
propios alemanes lo dicen, Berlín no es Alemania, Berlin ist anders.
Esto de la multiculturalidad conlleva otro aspecto que me
echa para atrás y es que aquí es casi más sencillo oír hablar en inglés
que en alemán. Así que para aquellos que queremos aprender el idioma de Goethe,
esta no es la mejor ciudad.
Creo que si tuviese que describirla con una palabra diría
que es “alternativa”. Es bohemia, diferente, un tanto hippie. En las zonas más
turísticas quizás esto no se pueda apreciar bien, pero si nos adentramos un
poco por la calles ese ambiente de despreocupación, alegría y libertad se nota
bastante bien. Esto no es que sea para nada un problema, pero en algunos
momentos me llegó a dar la sensación de que estaba poco cuidado, que no digo
sucio, sino dejado.
A la gente que le gusten las grandes ciudades, esos que se
sienten encerrados en poblaciones de pocos habitantes, sin duda esta es su
ciudad. Yo, personalmente, me quedo con Colonia.
Cuando fui por primera vez, me enamoré de la ciudad. Y tengo
un muy buen recuerdo de mi estancia allí. Me gusta Berlín y siempre que tenga
la ocasión iré de nuevo. Pero dudo mucho que alguna vez vuelva a vivir allí.
Todo esto que he escrito es una opinión personal,
completamente subjetiva. Cada cual sentirá y pensará de forma diferente. Así
que sois libres de comentar vuestras impresiones sobre esta gran ciudad que es
Berlín.
Un saludo!!
Hola!
ResponderEliminarYo estoy de acuerdo con lo que dices de Berlin.
Y respecto al kebapp oh señorrrrrrr, sigo soñando con él.
Tuve tan mala suerte que después de 40min se acabó la carne y me tocó volver al día siguiente, pero mereció la pena!
saludos
Buenas Monty!!
Eliminar¿Tú también eres de los que hacen cola en la calle para comer un kebap? Estoy contigo, merece la pena la espera. Están riquísimos :D
Un saludo!!