Hay un hecho reciente que me tiene inquieta y no
que no me deja dormir por las noches. Y es el traumático descubrimiento de que
algunos teutones son algo así como unos hipócritas, por decirlo de forma suave
y sin ofender a nadie ni a nada.
No vamos a cometer ese horrible hábito de
generalizar y decir que todos los alemanes son así, pues dudo mucho que eso sea
cierto y sería muy injusto. Pero es que ya he vivido esta situación o una
parecida tres veces, con tres grupos de alemanes que no tienen nada que ver
entre si y ni siquiera se conocen.
Estoy hablando con dos señoras que ya sobrepasan
los 70 de forma holgada de cualquier tema intranscendente, probablemente sería
del tiempo, pues parece que la primavera ha hecho un amago y ha vuelto a esconderse, la muy maldita...
En un momento de la conversación empiezan a
hablar de la II Guerra Mundial. Aunque suene muy mal decirlo, me fascina todo
lo que tenga que ver con esta época de la historia, todo lo que ocurrió en
Alemania y las repercusiones que hubo a lo largo de todo el planeta.
Me contaron cosas de sus infancias, que no fueron
fáciles. Escuchando el ruido de los aviones por encima de sus cabezas, temiendo
el momento en que volverían a sentir el impacto de una bomba más contra el
suelo. El miedo, angustia e impotencia que sintieron durante estos años al no
poder hacer nada y ver como sus padres se iban y no saber si volverían a
verlos.
Contaron algunas cosas bastante emotivas, pero lo
que más me llamó la atención fue el hecho de que se referían mucho a alguien en
tercera persona.
"El cometió muchísimas barbaridades".
"El no era una persona inteligente, pero a
pesar de eso muchos le siguieron".
"Solo tuvo suerte".
"Pero nadie le paró antes de que
comenzara".
Y me sentí transportada al mundo de Harry Potter,
porque todo el mundo sabía de quien estaban hablando, pero nadie había
pronunciado su nombre. Me entraron muchísimas ganas de mencionar al
que-no-debe-ser-nombrado y así causar el pánico a mí alrededor... pero no era
el momento para hacerlo y conseguí contenerme, a duras penas, confieso, pues a
pesar de la seriedad del tema era sumamente tentador.
La conversación siguió su curso y se fue desviando
por derroteros insospechados hasta que de forma inexplicable acabamos en la
Inquisición. Fue entonces cuando se centraron en mi.
- Durante la Inquisición murió mucha gente en
España.
- Ajá... pero no solo en España, fue en toda
Europa.
- Pero en España lo fue más. Mataron a muchas
personas.
Y ahí fue cuando llegó esa mirada, como culpándome de algo que pasó hace ya siglos.
¿De verdad estáis echándome en cara algo así
después de las historias que me habéis contado? ¿Me estáis acusando de algo que
sucedió hace tanto tiempo cuando vosotras mismas vivisteis algo no tan
diferente hace no mucho?
¿De verdad tengo que recordar quienes son los
considerados como asesinos en masas? ¿Genocidas?
¿De verdad tengo que hacer eso en Alemania?
Ya van tres veces en las que vivo esta situación
y por ahora siempre me he callado pues prefiero no remover mucho la mierda,
pero es algo que me parece de lo más cínico y surrealista.
Un saludo!!
Esta claro que ese tema es un tema aún candente en la sociedad alemana. Sobretodo en gente de esa edad. En cuanto he leído el post me he acordado de un libro que me leí hace tiempo. Seguramente lo conoces porque se adaptó al cine con Kate Winslet, una buena adaptación, pero el libro era un poco incisivo. Era una crítica social muy fuerte contra Alemania y la gente de esa edad, aunque camuflada de "historia de amor". Me refiero a "El Lector" de Bernard Shlink. Creo que se escribe así. Y venía a hablar exactamente de ese sentimiento de culpabilidad. Esta claro que, por lo que cuentas en el post, esas señoras están echando balones fuera porque se sienten culpables. Cuando señalas con el dedo a otro niño para dejarlo en evidencia cuando tu has hecho algo malo es porque no quieres estar solo en el paredón. A lo mejor estoy las cosas de contexto pero para mi ese tipo de actos dicen mucho acerca de cómo se siente esa gente todavía con esos temas.
ResponderEliminarPost delicado pero esta genial que lo hayas colgado. ;)
Esta claro, que quien no aprende de su pasado esta condenado a repetirlo. Es lo que les pasa a los alemanes ahora, estan convirtiendo Europa en un nuevo polvorín.
ResponderEliminarSaludos soy cielorojo.
Podías haber comentado que la Inquisición en España mató menos gente que en Alemania o Francia. Creo que solo el 1% o el 2% eran llevados a la hoguera en España. Nada comparable con la caza de brujas que se hizo en Alemania, Inglaterra o Suiza por parte de católicos, protestantes o calvinistas. En España la brujería se tenia por un trastorno mental más.
ResponderEliminarEl problema de verdad de la inquisición española fue el cortar o impedir que llegasen ideas nuevas o conocimiento de fuera... no tanto las ejecuciones.
Saludos
Es que no sé cómo te pueden gustar los alemanes. Soy de MALLORCA, he trabajado con ellos, creo que los conozco bien. No me gustan nada. Son gente intolerante, obsesionados con el poder y la importancia y aparentar estar en una posición de superioridad. Creo que sólo a la gente mediocre y con las mismas pateticas aspiraciones les pueden gustar los alemanes. Me quedo con mis ingleses. Les dan mil vueltas en todo. En naturalidad, humanidad, originalidad, sentido del humor... Mis vueltas.
ResponderEliminarBuenas Sergio. La verdad es que no sé muy bien como responder a esto... Viviendo en Mallorca has tenido que conocer a un montón de alemanes, así que seguro que tienes experiencia con ellos, pero quizás no hayas dado con lo mejor del gremio. Son un poco prepotentes, eso es cierto, pero hay de todo.
EliminarUn saludo!!
Hola, me uno a este comentario, ya bastante viejo, pero es que pienso todos los días en esta situación. Vivo desde hace 6 años en Alemania y trabajé un mes en Inglaterra. No creo que a "Alemania entre bastidores" le pirren los alemanes. Creo que admira cosas de la cultura (yo también las admiro), pero tiene también algunas dudas y discrepancias con lo que es considerado aquí como "bueno". Yo particularmente tengo experiencias encontradas :hay gente muy amable, agradable, amorosa, hay gente que no me gusta y me parecen un poco... En general creo que es una cosa de compatibilidad, y yo no soy muy compatible con ese hermetismo. Es realmente muy difícil para mí vivir aquí y creo que no me gustan las personas que "no se dirigen a ti porque no hablas bien" o que te ven con un aire de superioridad o las que están constantemente pendientes del error que cometes. Creo que hubiese sido más feliz en una sociedad más abierta (la alemana me parece muy cerrada) donde el idioma fuese más fácil de aprender no por su dificultad, sino por la disposición de la gente a hablarte e interactuar contigo. A mi no, no me gustan los alemanes y si debo quedarme aquí lo haré por mis condiciones de vida, pero no realmente porque considere que ha sido una estupenda decisión emigrar a un país como este.
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