Seguimos con la historia de la señora esta tan maja y a la que le falta más
de un tornillo.
Disculpad el cambio de títulos que le estoy haciendo, pero es que no me
termina de convencer ninguno...
Psicosis en Stuttgart - Parte I
Psicosis en Stuttgart - Parte II
- ¿Te sigo contando cosas?
- ¡Si! ¡Por favor!!
- Después de lo de los horarios de la cocina, pensaba que ya estaba todo
visto. Pero aún le quedaban un par de ases en la manga...
- Una cosa más, antes de que se me olvide. Cuando vayas a entrar a la
casa desde la calle, llama dos veces al timbre, dos veces, que no se te olvide.
- ¿Que llame al timbre? no voy a tener llaves.
- Claro que vas a tener llaves, pero tú de todas formas llama.
- ¿Por alguna razón en especial?
- No, solo para que sepa que eres tu quien llega.
- ¿Para que sepa que eres tú? ¿Qué significa eso? ¿Cuanta más gente tiene
llaves de la casa?
- No sé, ni idea.
- ¿Y lo hiciste?
- La primera vez no, la verdad. Se me olvidó completamente.
- ¿Y pasó algo?
- Oh si... llegó corriendo al pasillo y se puso a gritarme como una loca. No
se me olvidó volver a hacerlo.
- ¿Al final conseguiste averiguar porqué tenías que hacerlo?
- No. Pero después de la bronca que me cayó ya ni pregunté.
- Lo último fue los horarios para hablar por el móvil.
- Con tu propio teléfono?
- Si... te cuento.
Eran las nueve de la noche y estaba hablando con una amiga cuando la
señora llegó a mi habitación y sin llamar a la puerta ni nada me dijo que antes
de una hora debía de haber terminado de hablar.
- ¿Antes de una hora? ¿Porqué?
- Porque a partir de las diez no puedes tener el móvil encendido.
- ¿Y eso?
- Por que las ondas que producen son perjudiciales para la salud.
Provocan dolor de cabeza y pueden producir daños cerebrales.
Dudo mucho que puedas tener más daños cerebrales de los que ya tienes,
pensé para mí misma.
- Además - continuó diciendo - a las diez tienes que procurar no hacer
ruido, pues con el silencio de la noche se oye todo y me resulta muy molesto.
- Así que a partir de las diez la casa pasaba a ser un convento, ¿no?
- Correcto.
- ¿Y tenías toque de queda? a las once en casa y a las doce se apagan las
luces.
- No... pero creo que no tardaría en implantarlo como una nueva norma.
Saludos!!
13 de marzo de 2013
8 comentarios:
¡Buenas!
¿Te ha gustado esta entrada? ¿Te ha parecido interesante? ¿Estás en desacuerdo? ¿Tienes algo que aportar sobre este tema?
Yo os cuento mis experiencias, y todo aquello que me parece digno de mención sobre este país, ¿te animas a compartir tu opinión y experiencia con nosotros?
Siempre me alegro cuando veo nuevos comentarios, así me da la sensación de que no hablo conmigo misma...
Muchas gracias por leerme y por comentar.
PD: Es posible que algunas veces los comentarios den fallos. Escribís, lo enviáis y luego no aparece... No lo he borrado, es un error que da Blogger y no consigo averiguar que es. Si la entrada no es muy antigua podréis encontrarla en la página del blog en Facebook, allí podéis escribir también.
¡¡Un saludo!!
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Pobre chica, lo que ha tenido que aguantar, gente rara existe en todos sitios :(
ResponderEliminarlo de las ondas he visto a gente que le importaba pero con cosas como el wifi... pero dede luego nunca a llegar a semejantes extremos... habra mas historias de la psicotica?
ResponderEliminarLas habrá, todavía quedan un par de anécdotas que ocurrienron...
EliminarLe has preguntado si nunca la vio con un gorro forrado de papel de aluminio cuando se acostaba? (a poder ser en forma de embudo xD)
ResponderEliminarSaludos!
No... pero probablemente tendría que explicar a que me refiero y sería más complicada la explicación que el chiste en si...
EliminarBuenas noches:
ResponderEliminarYo le comentaria asi con un poco de ironía cuando te toque un poco las peloten: "Creía que Auschwitz estaba en Polonia".
Santurtziarra
Bueno, ahora he quedado intrigada. Vengo de fiesta de enlaces.
ResponderEliminarBuenas Marbel, hay dos entradas más de este tema y todavía me queda alguna entrada más por publicar.
EliminarGracias por comentar.
Un saludo!