No sé donde escuché alguna vez eso que dicen sobre los
alemanes, que no son cotillas cuentan y
que no les gusta chismorrear o enterarse de la vida del resto, aseguran
algunos.
Pamplinas todo.
Lo hacen, igual que los españoles, y además es algo tan
común que hasta tienen una palabra para ello, chismorreos varios, Klatsch und
Trasch made in Deutschland.
Klatsch y Trasch podríamos decir que son palabras sinónimas,
las dos vienen a decir lo mismo, chismes. Pero se utilizan las dos juntas para
definir ese acto de cotillear, marujear y meterse y opinar en la vida de los
demás sacando todos los trapos sucios posibles.
Una de mis compañeras de piso trabaja en una oficina y
alguna vez uno de sus compañeros se ha puesto a comentarle tal y cual cosa de
ese que pasaba. Que si fulanito hizo aquello, que si menganito dijo tal…
Igualito que en España. Y porque ella aún no se maneja del todo con el alemán y
no es demasiado cotilla, pero dos de sus compañeros se pueden pasar horas
muertas chismorreando. Y sí, habéis leído bien, he puesto compañeros, que no
son solo las mujeres a las que les gusta marujear, los hombres también lo hacen
y los alemanes no son una excepción.
De hecho, la vieja del visillo también existe en este país y
también se dice que las paredes tienen ojos y oídos. Y casualmente nos hemos
mudado a un edificio donde tenemos las dos cosas.
El primer día que llegamos el conserje ya nos lo advirtió.
Que tuviésemos cuidado con lo que hacíamos, que cumpliésemos las normas porque
nunca se sabe quien va a estar asomado por la ventana.
Nos puso especial incapié con la vecina que tenemos justo
debajo, que además es quejica por naturaleza. Nosotras nos presentamos a los
vecinos de los lados, sobre todo porque íbamos con el perro, así que queríamos
que lo conociesen y les pedimos que si ladraba o les molestaba cuando se
quedaba solo en casa que nos avisasen. Y nunca nos han dicho nada, les hemos
preguntado en más de una ocasión y siempre nos dicen que jamás le han oído. Los
vecinos de al lado.
Por el contrario la vecina de abajo lo oye todas las noches,
ladra sin parar, desde la medianoche hasta las cinco de la madrugada. De
continuo. Y sé que dice esto porque curiosamente una de mis compañeras de
trabajo va a casa de esta vecina a hacer una visita a domicilio todas las
semanas. Y la señora se dedica a Klatsch y Trasch durante todo el tiempo que
dura la terapia.
El perro ladra y ladra y ladra.
Y nosotras ponemos la lavadora por la madrugada y la dejamos
tooooooda la noche.
Y nos dedicamos a mover los muebles y a golpear las sillas
contra el suelo a todas horas, pero en especial durante la noche, ¡plass!
¡plin! ¡pluf!
Y una vez que tuvimos una gotera, que desgraciadamente iba a
su baño, era tooooodo tan sumamente trágico que el techo se le iba a caer
encima. El agua corría y corría por las paredes a raudales, como si el Rin se
hubiese instalado en su baño. Y el agua no paraba de correr. Y que el techo se
iba a caer, y luego nuestra bañera iba a caer en la suya. Y el agua corría, y
el techo se caía… Por Tutatis!!
Una gran tragedia griega.
Yo me pregunto, ¿cómo es posible que ella oiga al perro
ladrar todas las noches cuando él duerme a mi lado y nunca jamás lo he
escuchado?
Ya os hablé hace unas semanas de las normas de ruido, y
nosotras intentamos cumplirlas siempre, así que nuestra lavadora jamás está en
marcha después de las 11 de la noche. Porque es verdad que al centrifugar hace
un ruido infernal, por eso procuramos que a eso de las 10 como mucho muchísimo
ya haya terminado.
De los muebles y las sillas… esta señora no conoce los
vecinos españoles. Cuando vaya a España voy a pedirles prestado a los vecinos
de arriba esa canica que les dan a todo el mundo con la mudanza. Esa canica, u
otro objeto cilíndrico parecido, que rueda y rueda y rueda sin parar una y otra
vez. A cualquier hora del día.
Parecer ser que esa susodicha canica es tan solo un
privilegio que ostenta todo vecino de arriba español. En Alemania aún no me he
encontrado con ningún vecindario donde las haya. Pero quizás haya sido tan solo
cosa de suerte.
Otra de
las cosas que nos dijo el conserje al mudarnos es que las bicis no pueden
quedarse aparcadas delante del edificio o detrás del mismo. Tenemos un sótano
específico para ellas y ahí debíamos meterlas.
Un
habitáculo donde la bicis están resguardadas del frío y la lluvia, lejos de
posibles maleantes, ¿práctico no? Pues no, o al menos lo sería si no fuese por
el pequeño detalle de que es un sótano con unas escaleras de acceso
potencialmente mortíferas. Cuando vas a dejar la bici toda la noche o por un
periodo de tiempo relativamente largo, bueno está. Pero eso de llegar a casa
para irte a los veinte minutos y que aún así tengas que bajar a dejar la bici…
Ufff…
El
conserje nos dijo que en esos casos las dejásemos detrás del edificio, en un
rinconcillo, pero que procurásemos no ser vistos, porque a los vecinos les
gusta mucho fijarse en lo que hacen los demás y luego se quejan. Las paredes
tienen ojos, nos dijo, literalmente.
Mi otra
compañera de piso suele hacer eso pues muchas veces viene a casa y al poco se
tiene que volver a ir.
En una
de estas ocasiones cuando fue a por la bici esta no estaba por ninguna parte.
Se le ocurrió bajar al sótano a buscar y ¡voilá! Allí estaba, bien colocada en
uno de los huecos libres.
Y debo
decir que “el buen samaritano” que le colocó la bici en su sitio tuvo mucho
mérito pues la bajó con el candado puesto, es decir, a pulso, por las escaleras
infernales… ¿Será algún tipo de indirecta…?
Y
volviendo a nuestra vecina de abajo, yo nunca la he visto en persona, pero me
consta que nos tiene bien fichados a todos. Algunas veces cuando bajamos a
sacar al perro al parque puedo ver por el rabillo del ojo como la cortina de su
cocina se mueve de forma sospechosa. Pero en una ocasión que estábamos en la
puerta esperando a que un amigo viniese a recogernos con el coche estuvo
escondida detrás de las macetas del balcón, y por lo poco que pude ver llevaba
los rulos puestos. Imagino que debió de ser muy decepcionante estar cotilleando
a alguien cuando no puedes entender lo que están diciendo, pues hablábamos en
español, pero no se despegó de la ventana hasta que no nos hubimos marchado.
Así que
ya sabéis, ese mito que algunos tienen y otros cuentan sobre los alemanes y lo
poco cotillas que son es total y absolutamente falso. Lo son igual que
nosotros, la señora del visillo que vigila cada salida y entrada del edificio
también existe.
Lo
único que quizás no hacen es chismorrear sobre la ropa, eso parece que les da
más igual. Pero por el resto, sin diferencias.
¿Habéis
tenido alguna vez una experiencia parecida?
Un saludo!!
Jajajajaja Dios qué buenoooo!!!! Totalmente cierto!!!! sobre todo lo de la Ley de Ruido!!
ResponderEliminarPor cierto, no se´si os habrá pasado, quizás podrías dedicar un post a la búsqueda de un piso de alquiler CON COCINA Y PERSIANAS, de verdad que para nosotros está siendo una odisea el no tener que comprar cocina y alquilarla con ella... por no hablar de esas persianas fantasmas que son substituidas por los "tapetes de ganchillo colgados en las ventanas" ajjajajajj.
Me siento muy identificada con tus posts.....Son geniales.
Besos.
Vanessa
Buenas Vanessa!
EliminarDe esas dos cosas que comentas hice ya hace mucho tiempo unas entradas. Son cortitas, pues son de las primeras que escribí:
http://alemaniaentrebastidores.blogspot.de/2012/11/alemania-alquiler.html
http://alemaniaentrebastidores.blogspot.de/2012/11/cronicas-germanicas-la-farola-la.html
Me alegra que te sientas identificada con lo que escribo, está bien saber que no soy la única que ve estas cosas de forma rara, saber que no soy la única loca, que quizás los locos son ellos, o no...
Un saludo!!
Señoras solas no importa su culto o religión serán chismosas o cotilleras. No tienen más que hacer, es su hobbie, es lo que le da un poco de acción a sus vidas y por eso lo sobredimensionan, para que algo cotidiano y aburrido sea algo que valga la pena contar. Seguramente no se refiere a su perro como el cachorro o el perrillo, nah! seguramente le dice Höllenhund o algo parecido.
ResponderEliminarPero claro esta, es entendible la conducta pero no deja de ser bastante molesta. Pero ven, es decir que las mujeres alemanas no cotillean de la ropa?! Pero es lo que toda mujer, al parecer, disfruta más! "Pero mira esa mujer lo que lleva, pero que le pasa? No se ve al espejo antes de salir?" jajaja
Buenas creepo!
EliminarLa verdad es que no sé si le ha puesto algún "mote" al perro, le preguntaré a mi compi a ver que me dice.
Lo de la ropa, hay de todo, está claro. Seguro que hay alemanes que si critican la ropa, pero por lo general esto no es lo común, por aquí es normal que cada cual lleve lo que quiera, sin conjuntar siquiera. Lo primero que tienes a mano en el armario. Así que estarán acostumbrados a combinaciones imposibles.
Un saludo!!
Una alemana con rulos?
ResponderEliminarNo he visto ninguna aquí. Es mas lo de la peluqueria lo llevan fatal.
Lo demás correctísimo. Cotillas son un rato.
Pues como las hadas, haberlas haylas. Pero es verdad que no se ven mucho.
EliminarUn saludo!!
Si que debe ser cierto porque hasta los libros para aprender alemán reflejan estas situaciones
ResponderEliminarBuenas!!
Eliminar¿En serio en los libros de alemán se dicen cosas de estas? Nunca me lo había encontrado.
Un saludo!!