2 de marzo de 2015

La Cenicienta - Aschenputtel

Erase una vez un hombre muy rico que tenía una mujer que estaba gravemente enferma. Cuando esta sintió que se acercaba el final llamó a su hijita a su cama.

- Querida niña, mantente buena y piadosa. Así Dios siempre estará a tu lado. Yo cuidaré de ti desde el cielo y nunca te abandonaré.

Después cerró los ojos y murió.

La niña iba todos los días a visitar la tumba de su madre, lloró mucho, pero se mantuvo buena y formal. La nieve cubrió con un pequeño manto la sepultura y cuando el Sol llegó de nuevo el padre de la niña se casó con otra mujer.

La mujer tenía dos hijas y a las dos las trajo consigo a casa. Bonitas por fuera pero malas y feas por dentro. Y aquí empezó un tiempo muy malo para la pobre hijastra.

- ¿Por qué tiene que estar ella con nosotros? - dijo la madrastra - Si quiere comer que se lo gane. Que trabaje en la cocina.

Le quitó todos sus vestidos bonitos y le dio uno viejo y gris con el que vestirse. Luego la llevó hasta la cocina. Allí había mucho trabajo pesado que hacer desde por la mañana temprano. Llevar el agua, encender los fuegos, cocinar y limpiar. Las hermanastras hacían todo lo imaginable para hacerle la vida imposible. Se burlaban de ella y le esparcían cenizas en los guisantes y las lentejas para que tuviese que volver a separarlas.

Por las noches, cuando estaba tan cansada de haberse pasado todo el día trabajando, no tenía ninguna cama donde dormir, sino que tenía que tumbarse al lado del horno, encima de las cenizas. Y por eso, como siempre estaba llena sucia y llena de hollín la llaman Cenicienta.

Un día, cuando el padre iba a ir a una feria, les preguntó a las dos hermanastras que si querían que les trajese.

- Bonitos vestidos - dijo una.
- Perlas y piedras preciosas- dijo la otra.
- ¿Y tú, Cenicienta? - le preguntó el padre - ¿qué quieres tú?
- Padre, tan solo quiero que en tu viaje de vuelta corta la primera ramita que tu sombrero toque y tráemela.

Y así el padre les compró a las hermanastras bonitos vestidos, perlas y piedras preciosas. Y en su camino de vuelta a casa, cuando pasó a través de un arbusto, la ramita de un avellano se le enganchó en el sombrero. Así que la partió y se la llevó.
Al llegar a casa le dio a las hermanastras lo que le habían pedido y luego le dio a Cenicienta la ramita de avellano. Ella le dio las gracias y se fue a la tumba de su madre. Allí plantó la ramita y lloró tanto que sus lágrimas regaron la planta. Al poco tiempo en ese lugar creció un robusto y hermoso árbol.

Cenicienta iba tres veces al día allí, lloraba y rezaba. Todas las veces un pajarillo se posaba en el árbol y le daba todo lo que ella deseaba.

Sucedió que el rey celebró una fiesta que duraría tres días para que su hijo pudiese encontrar una mujer. Las dos hermanastras estaban invitadas, así que llamaron a Cenicienta para que les ayudase a preparase.
- Cepíllanos el pelo. Limpia nuestros zapatos y abróchanos las hebillas. Vamos a bailar en la fiesta del rey.



Cenicienta así lo hizo, pero lloró mucho porque a ella también la gustaría poder ir al baile con ellas. Tenía muchas ganas de asistir a la fiesta, así que le pidió permiso a su madrastra.

- Cenicienta, no tienes nada que ofrecer y además no tienes ningún vestido que puedas ponerte - dijo la madrastra - ¡Además no sabes ni bailar! Te he echado un cuenco de lentejas en las cenizas, si las separas en dos horas podrás ir a la fiesta.

La chica salió por la puerta de atrás al jardín y gritó.

- Palomitas, tórtolas y todos los pajaritos que vivís en el cielo, venid y ayudadme a separar las lentejas. Las buenas en pucherito y las malas en el buchecito.

Por la ventana de la cocina entraron dos palomas blancas y después las tórtolas. Luego fueron llegando bulliciosas y presurosas el resto de aves que vivían bajo el cielo. Entraban en la cocina y separaban las lentejas de las cenizas. Las palomas comenzaban a picotear y pik, pik, pik, pik y después el resto de pájaros, pik, pik, pik, pik. Una hora más tarde habían terminado y salieron de nuevo a fuera.

Cenicienta le llevó el pucherito a la madrastra. Estaba realmente contenta porque pensaba que al fin podría ir al baile.

- No Cenicienta - dijo la madrastra - No tienes ningún vestido y no sabes bailar. No puedes ir.

La niña se puso de nuevo a llorar.

- Si me traes en una hora dos pucheritos llenos de lentejas separados de las cenizas entonces podrás ir - le dijo la madrastra pues pensaba que eso no sería capaz de lograrlo.

Así que fueron a la cocina y le mezcló dos pucheros de lentejas con las cenizas y se fue, dejando a Cenicienta sola en la habitación. La niña salió por la puerta de atrás al jardín y gritó.

- Palomitas, tórtolas y todos los pajaritos que vivís en el cielo, venid y ayudadme a separar las lentejas. Las buenas en pucherito y las malas en el buchecito.


Por la ventana de la cocina entraron dos palomas blancas y después las tórtolas. Luego fueron llegando bulliciosas y presurosas el resto de aves que vivían bajo el cielo. Entraban en la cocina y separaban las lentejas de las cenizas. Las palomas comenzaban a picotear y pik, pik, pik, pik y después el resto de pájaros, pik, pik, pik, pik. Cuando había pasado tan solo media hora los pajaritos ya habían terminado, y salieron por la ventana de nuevo.
Cenicienta le llevó los pucheritos a la madrastra. Estaba realmente contenta porque pensaba que al fin podría ir al baile.

- Es inútil niña, no puedes venir. No tienes ningún vestido y no sabes bailar. Solo nos avergonzarías. Después salió con sus dos hijas y su marido en dirección a la fiesta.

Cuando ya no quedaba nadie en la casa Cenicienta corrió hasta la tumba de su madre y debajo del avellano gritó.

- ¡Arbolito, sacude tus hojas,
Y deja caer sobre mi oro y plata!

Y así el pájaro que siempre estaba allí posado le echó un vestido de oro y plata  y unos zapatos adornados con seda y plata.
Al llegar al baile ni la madrastra ni las hermanastras la reconocieron. Iba tan hermosa vestida que pensaron que debía de ser la hija de un rey extranjero. Para nada pensaron en Cenicienta, pues la hacían en casa llorando sobre la ceniza.

El hijo del rey llegó hasta donde Cenicienta se encontraba y cogiéndola de la mano comenzaron a bailar. El no quería bailar con ninguna otra chica así que en ningún momento la soltó de la mano. Y cuando alguna otra chica llegaba les decía.

- Ella es mi pareja.

Bailaron y bailaron hasta que el sol se puso y ella se quiso ir a casa.

- Iré contigo y te acompañaré hasta tu casa - le dijo el príncipe, pues quería saber donde vivía la chica.

Pero Cenicienta consiguió escaparse de él saltando por el palomar. El príncipe espero hasta que su padre llegó y le explicó por donde se había ido la muchacha.
Cuando el padre de Cenicienta se enteró de lo sucedido pensó inmediatamente en su hija.
Pusieron todo el palomar patas arriba, miraron dejado de todas las ramas y dentro de cada rincón, pero no consiguieron encontrar nada.

Cenicienta salió por el palomar y corrió hasta el avellano donde dejó su bonito vestido y el pajarito se lo llevó. Luego se vistió de nuevo con su vieja ropa y se tumbó en las cenizas.
Cuando la madrastra y las hijastras volvieron a casa se encontraron a Cenicienta tumbada sobre las cenizas con su viejo y sucio vestido. En la chimenea había una lámpara de aceite ya casi apagada.

Al día siguiente, cuando los padres y las hermanastras ya se habían dio de nuevo para continuar con la fiesta, Cenicienta fue hasta el avellano

- ¡Arbolito, sacude tus hojas,
Y deja caer sobre mi oro y plata!

El pajarito dejó caer un vestido que era más bonito aún que el del otro día. Y cuando Cenicienta se presentó en el baile con ese vestido todo el mundo la miraba con admiración por lo guapa que iba. El príncipe había estado esperando hasta que ella llegase, y cuando la vio la cogió de la mano y solo bailó con ella. Y cuando alguna otra chica llegaba les decía.

- Ella es mi pareja.

Cuando la noche cayó Cenicienta quiso marcharse. El príncipe quiso acompañarla para así saber donde vivía. Pero ella saltó con agilidad por el peral que había en la parte trasera del jardín de la casa.
El principie espero hasta que su padre llegase y le contó por donde se había ido la desconocida muchacha.
Cuando el padre de Cenicienta se enteró de lo sucedido pensó inmediatamente en su hija.
Pero cuando derribaron el peral nadie salió del interior de sus ramas.
Al llegar a casa se encontraron a Cenicienta en su sitio de siempre, en las cenizas. El pajarito había vuelto a recoger el vestido y Cenicienta se había puesto con rapidez su vieja y sucia ropa.

Cuando al tercer día los padres y las hermanastras se fueron, Cenicienta se dirigió al tumba de su madre y le dijo al avellano.

- ¡Arbolito, sacude tus hojas,
Y deja caer sobre mi oro y plata!

Esta vez el pajarito dejó caer el vestido más hermoso que nadie hubiese visto, con unos zapatos de oro. Cuando Cenicienta llegó a la fiesta todo el mundo se quedó sin palabras. El príncipe solo bailó con ella. Y cuando alguna otra chica llegaba les decía.
Ella es mi pareja.

Al caer la noche Cenicienta quiso marcharse, y el príncipe insistió en acompañarla a casa. Ella volvió a escapar, pero esta vez el príncipe había sido precavido y hecho pez en las escaleras, así que cuando la chica salió uno de sus zapatos se quedó pegado en el suelo.
El príncipe recogió el zapato y al día siguiente salió en busca de aquella chica a la que le entrase el zapato. Cuando la encontrase esa sería su esposa.
Las hermanastras se alegraron mucho de esto, pues ellas tenían unos pies muy bonitos.

La más mayor fue hasta el probador junto con su madre para probarse el zapato, pero el dedo gordo era demasiado grande, y no entraba bien. El zapato era demasiado pequeño para ella. Su madre con un cuchillo en la mano le dijo.

- Si quieres ser reina córtate el dedo. Cuando lo seas no tendrás que ir a ningún lado andando.

La hermanastra se cortó el dedo gordo, lo tiró y fue a donde el príncipe se encontraba. Como el zapato le valía pensó que ella sería su esposa, así que la subió a su caballo y se fueron.

Pero cuando estaban pasando por la tumba de la madre, dos palomas que estaban posadas en el avellano gritaron.

- Rucke di gu, rucke di gu,
Hay sangre en el zapato,
Es demasiado pequeño,
La verdadera novia todavía está en la casa.

El príncipe vio que realmente había sangre en el zapato, así que le dio media vuelta al caballo y dejó a la falsa novio de nuevo en la casa.

- Esta no era la correcta, que la otra hermana se pruebe el zapato.

La otra hermanastra entró en el probador con su madre. En esta ocasión los dedos si que entraban, pero el talón era demasiado grande. Su madre con un cuchillo en la mano le dijo.

- Si quieres ser reina córtate el talón. Cuando lo seas no tendrás que ir a ningún lado andando.

La hermanastra se cortó el talón, lo tiró y fue a donde el príncipe se encontraba. Como el zapato le valía pensó que ella sería su esposa, así que la subió a su caballo y se fueron.

Pero cuando estaban pasando por la tumba de la madre, dos palomas que estaban posadas en el avellano gritaron.

- Rucke di gu, rucke di gu,
Hay sangre en el zapato,
Es demasiado pequeño,
La verdadera novia todavía está en la casa.

El príncipe vio que realmente había sangre en el zapato y las calcetas estaban completamente rojas. Así que dio media vuelta al y dejó a la falsa novio de nuevo en la casa.

- Esta tampoco es la correcta - les dijo a los padres - ¿No tenéis otra hija?
- No - dijo el padre - Bueno, de mi mujer muerta tengo una sucia Cenicienta. Pero ella no puede ser la novia.

El príncipe la mandó llamar, pero la madrastra se lo impidió.

- No se moleste, está siempre muy sucia y no podemos permitir que la vea.

Pero el príncipe insistió y al final la hicieron venir.
Cenicienta se lavó un poco las manos y la cara y al llegar le hizo una reverencia al príncipe. Él le quitó el sucio zapato del pie izquierdo y con gran facilidad consiguió que el zapato de oro entrase sin ningún problema, encajaba a la perfección.


El príncipe estaba impresionado, y cuando levantó la vista reconoció la cara de Cenicienta.

- ¡Esta es la correcta!

La madrastra y las hermanastras estaban confundidas y muy furiosas. Pero el príncipe subió a Cenicienta a su caballo y salieron de la casa.
Cuando  estaban pasando por la tumba de la madre, dos palomas que estaban posadas en el avellano gritaron.

- Rucke di gu, rucke di gu,
No hay sangre en el zapato,
No es demasiado pequeño,
Es la chica correcta, se la lleva a casa.

Cenicienta llamó a las palomas y estas fueron a su encuentro, posándose cada uno en uno de sus hombros
En el día de la boda las hermanastras se presentaron allí y muy zalameras quisieron congraciarse de su suerte.
Cuando el cortejo de la novia se dirigió a la iglesia, yendo la mayor a la derecha y la menor a la izquierda, las palomas les picaron en un ojo y se los sacaron. Al salir, yendo la mayor a la izquierda y la menor a la derecha, las palomas les picaron los otros ojos y también se los sacaron. Y así, debido a su maldad y falsedad fueron castigadas a vivir ciegas por el resto de su vida.


Hacía ya mucho tiempo que quería traducir este cuento, pero dada su gran longitud nunca me animaba. Pero bueno, creo que no me ha quedado demasiado mal. Si veis errores avisadme por favor.

Y ahora pasemos al cuento. ¿Qué os ha parecido? Esta es sin duda una historia conocida por todos, al menos lo que viene siendo el argumento principal. Creo que el cuento original nunca lo llegué a leer, aunque sabía esas situaciones macabras de cortes de pies... Ha sido algo interesante, por llamarlo de alguna manera, ver como se iba desarrollando la historia. Y ese trágico final por parte de las hermanastras, un tanto injusto debo decir, ya que para mí aquí quien tiene la mayor parte de la culpa en el mal trato de Cenicienta es la madrastra. Bueno, no, miento, el responsable es el padre, que permite que la traten así, y hasta él mismo la menosprecia llamándola Cenicienta. Para mí los que tendrían que haber salido peor parados son los padres, no las hermanastras.
Moraleja, ¿cuál creéis que es? Todas malas acciones producen malas reacciones y quien las da las toma. ¿Si eres bueno recibirás cosas buenas a cambio?

Personalmente, y sin que sirva de precedente, la versión de Disney me gusta mucho más. He echado en falta al hada Madrina, la calabaza, los ratoncillos y la medianoche.


Incluso la película con actores reales , Por siempre jamás de Drew Barrymore, Dougray Scott y Anjelica Huston, me ha gustado más que la versión original.
Demasiado macabro para mi gusto, y esto sin duda ratifica aquello que decían los hermanos Grimm, que sus cuentos no son historias para niños. Yo sin duda, nunca le contaría esta historia, así tal cual, a ningún niño.

La Cenicienta - Aschenputtel, es el cuento número 21 del libro "Cuentos de la infancia y del hogar" escrito por los hermanos Grimm.
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Extraño, ¿verdad? No recordabas el cuento así, la versión que a ti te contaban cuando eras pequeño no se parece mucho a esto que acabas de leer... Pero he aquí, el cuento original escrito por los hermanos Grimm. Y lo mejor de todo es que este no es el único raro, la gran mayoría de las historias que conocemos son diferentes a los originales.
¿Quieres leer los cuentos originales de los hermanos Grimm? Pincha aquí, toma asiento y déjate sorprender.
Un saludo!!





11 comentarios:

  1. Hola, interesante como siempre tu entrada :-) No tengo mucho tiempo, pero quería poner mi grano de arroz en este tema tan emocionante... Éste realmente es el cuento original, el de Disney está hecho sobre una versión que también existe, aunque sin los ratoncitos, pues cada historia tiene muchas versiones. Estos cuentos se supone que vienen por tradición oral en la cultura europea, pero muchos escritores alemanes del siglo 18-19 (Los Hermanos Grimm, Wilhelm Hauff, etc.) han hecho sus versiones... Las moralejas tienen que ver con el llamado "viaje del héroe", o sea, una experiencia terrenal, en la cual la persona tiene que pasar por muchos obstáculos y dificultades para aprender una lección y progresar espiritualmente... No es una moraleja simple, los cuentos tienen muchísimos símbolos (por ejemplo, las palomas, el avellano, los granos de lenteja, etc.) y para interpretarlos se puede escribir un libro :-) Yo escribí mi tesis de la universidad sobre símbolos y concepciones mágico-religiosos en Michael Ende y para eso me empapé del tema gustosamente, porque él es neorromántico contemporáneo que sigue la tradición de los cuentos de antanio (no tengo "enie" en la compu, lo siento). En conclusión, estos cuentos - lejos de ser macabros - eran una lectura para la gente interesada en su desarrolllo espiritual :-) Saludos y buen día!

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    1. Buenas Diana. No conocía eso del "viaje del héroe", me informaré a ver que es, pues parece interesante.
      Según me contaron en todas las historias de los hermanos Grimm podemos encontrar una moraleja mucho más profunda que lo que le queremos enseñar a los niños. En la Bella durmiente que por muy mal que estén las cosas y por mucho que parezcan durar todo tiene un fin, algo así al dicho "No hay mal que cien años dure".
      De Caperucita se dice que el hecho de que la caperuza sea roja es para representar el periodo de la mujer. Cuando una chica lo tiene por primera vez se enfrenta a una serie de trampas. Y los lobos son los que se deben evitar.
      Me contaron unas cuantas más, pero ahora no me acuerdo.
      Un saludo!!

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    2. Hola, Marlene, después de largos siglos de "oscurantismo" (lo pongo entre comillas porque no soy partidaria del punto de vista) religioso, llega la ciencia y se instala como el nuevo Dios a partir de la Ilustración. Como reacción opuesta al dominio de la ciencia aparecen dos corrientes, en sí con fines iguales, pero por caminos distintos: clasicismo y romanticismo. La ciencia le transfiere poder de evolución al hombre por medio del intelecto; el clasicismo y el romanticismo, por medio del sentir espiritual. El clasicismo se centra en las antiguas religiones y rituales, el romanticismo emplea una gama de símbolos de diferentes religiones, antiguas y contemporáneas. Los sucesos en la vida de las personas se interpretan por medio de los símbolos... Un representante importante de aquella época es Novalis, pero sus libros no son tan entretenidos como los cuentos de hada (Märchen). Una aventura del héroe que desea convertirse en una mejor y más sabia persona, que quiere elevar su conocimiento espiritual de comprensión de la realidad física mediante experiencias místicas, y que usualmente termina en un desenlace revelador de los valores místicos - a eso se le llama "el viaje del héroe". En la literatura latinoamericana actual hay muchos neorrománticos, de los cuales Borges es mi preferido :-) Hay películas que también reflejan "el viaje del héroe", como por ejemplo "Star Wars", la trilogía "The Matrix", por supuesto "La historia interminable", etc. Si te interesan los símbolos en estos cuentos, te recomiendo que los leas con un Diccionario de los símbolos en la mano (muy buenos el diccionario de Chevalier y el de Cirlot). Creo que se abrirá un mundo maravilloso ante tus ojos y vas a distrutar estos cuentos de manera totalmente distinta... Sólo acuérdate que en la espiritualidad los conceptos de bien y mal no coinciden con la moral del mundo físico (el cazador mata al lobo en Caperucita)... ;-) Suerte y buen día!

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    3. ¡Hola! Disculpen la irrupción en plática ajena, pero tengo curiosidad. ¿dónde se puede leer sobre los símbolos de Michael Ende? Sólo le conozco dos libros pero son de mis favoritos y me encantaría leer más. Saludos y gracias por compartir la historia (original)

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  2. En forma de aniadidura (no tengo "enie" en la compu), lo del cuento de la Bella Durmiente, yo lo interpretaría por el camino del suenio como meditación y revelación de lo divino mediante la intuición, pues durante el suenio el intelecto no es dominante - el "suenio" como símbolo y medio de revelación divina... El príncipe "correcto" llega apenas cuando el proceso de meditación se ha completado exitosamente, etc. - un análisis sería muy largo... Lo de Caperucita yo lo vería en relación con la tentación en el personaje del Lobo - digamos, el "diablo", la INvolución, que toma diferentes formas (primero de lobo, después de abuela) para desviar a Caperucita de la evolución espiritual, pero ella logra vencer todas las pruebas y su fortaleza interior da como resultado la liberación definitiva de los miedos y las amenazas en el camino del "héroe"... :-) Ahora sí, me despido... Saludos!

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  3. Oh, perdón, nada más para decir que para mí el rojo no tiene que ver con el período de la mujer, aunque el "viaje del héroe" es convertirse de ninia en adulta, pero no sexualmente, sino espiritualmente... El rojo es un símbolo de lo físico-terrenal (sangre, guerras, pasiones primitivas)... En "The Matrix" el "héroe" tiene que escoger entre el mundo físico y el mundo de la ilusión... La capa es otro símbolo que tiene que ver con la capa del "Ermitanio" (el Ermitanio como símbolo de la intuición, en oposición del intelecto, como camino de revelación divina)...

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    1. Buenas Diana, se nota que sabes bastante del tema, parece todo muy interesante. Ver las historias de siempre desde otra perspectiva. Le tendré que echar un vistazo a todo esto que cuentas.
      Muchas gracias por la información.
      Por cierto, me llamo Irene, no Marlene ;)
      Un saludo!!

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  4. Oh, perdón por lo del nombre... Una conocida mía que veo a diario se llama Marlene... Perdón! Qué pena...

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    1. Nada mujer, me hacía gracia que me llamases así, pero me gusta más mi nombre :D
      Un saludo!!

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  5. Jo, todo el tiempo esperando a la madrina y nada ;)

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    1. Buenas C. Sí... la madrina es invención completa de Disney... yo también la estuve esperando, pero nada.
      Un saludo!!

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