También fue el solsticio de verano, eso significa que ayer
fue el día más largo del año en el hemisferio norte y el día más corto en el
sur.
De hecho, ayer en el Círculo polar ártico el Sol nunca se puso, nunca llegó a anochecer del todo, y por la misma situación, pero a la inversa, en el polo Sur, los pingüinos ayer no vieron el Sol.
Por nuestra parte, en Alemania, vimos el atardecer más largo
del año, en el que seguíamos teniendo luz solar hasta más allá de las 11 de la
noche.
Esta pasada noche, coincidiendo con San Juan, (felicidades
Johann!!!), es el principio del fin, pues es el comienzo en el retroceso del
amanecer y el atardecer. En los próximos días empezará a amanecer un poco más
tarde y a anochecer algo más temprano, hasta llegar el momento en el que en las
Teutonías anochezca a las 4 de la tarde y amanezca a las 8 de la mañana,
dejándonos con escasas siete horas de luz solar. ¿Cuando es el culmen de este
hecho? A finales de este año, dentro de siete meses, el 21 de diciembre, es
decir, en el solsticio de invierno.
Y es que veréis queridos amigos, no es que me alegre de que
empiece a anochecer más temprano, para nada, que eso de que a las cinco de la
tarde sea noche cerrada da un bajón importante. Pero que los amaneceres se
retrasen está bien. A estas alturas ya me he acostumbrado, que ya llevo unos
meses por aquí, pero la primera vez que puse un pie en Alemania, hace dos años,
me llevé un susto importante.
Llegué un domingo por la tarde, y después de tantas horas de
viaje, estaba claro que una estaba cansada, así que caí en la cama redonda. Al
despertarme, con un sueño atroz, pero ver toda la luz que entraba por la
ventana, el primer pensamiento que me vino a la cabeza es, me he dormido,
mucho, voy a llegar tarde a clase, muy tarde.
Al levantarme para ir al baño me di cuenta de que había algo
raro, con lo tarde que parecía ser había demasiado poco ruido. Vi que el reloj
del pasillo marcaba las 5. No puede ser, se habrá tenido que estropear, pensé.
Pero seguía habiendo algo raro. Así que contraste hechos con el móvil, las
05:12 marcaba el susodicho… por lo que con las mismas me volví a acostar y
ahora cada vez que me despierto por “la noche” y veo que ya hay luz, antes de
hacer nada le echo un vistazo al reloj.
Yo no llegué muy allá, pero tengo un amigo que se duchó,
desayunó, se vistió y salió a la calle completamente convencido de que iba
tarde, hasta que llegó al metro y vio que el tren llegaba en media hora. Fue en
ese momento cuando cayó en el hecho de que era el único por la calle, con la
excepción del basurero y el ponedor de calles, claro está.
La verdad es que yo también pasé por algo parecido, pero en la siesta. El primer día a penas nos dejó dormir la suegra y al día siguiente nos echamos una siesta. Cuando desperté a las 6 de la tarde ya era de noche y pensé que mi suegra se había perdido porque no volvía del trabajo. ¡Menudo susto!
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