Los españoles tenemos la fama de hablar muy alto y quizás
aquellos que estéis en España no os hayáis dado cuenta, pero cuando vuelvo a
casa y voy a un bar siempre me asombra la cantidad de ruido que hay. Es posible
que el problema venga por el tipo de construcción,
quizás en España la insonorización de los locales sea diferente, haya más
eco... o quizás la respuesta más sencilla sea la correcta, hablamos más alto.
Pero bueno, sea lo que sea, la cultura con la que comparo,
la alemana, que es donde vivo, es mucho más silenciosa.
Está claro que cafres los hay en todos lados, y los alemanes
ruidosos existen, en especial cuando se emborrachan... ahí se superan.
Pero si os vais a un restaurante o a una cafetería es muy
posible que os encontréis a un tipo de pareja muy curiosa.
No voy a decir que sean dos personas mayores, pues algunos
deben de rondar los 60 y algo.
Digamos a partir de esa edad, los 60. Un hombre
y una mujer, muy probablemente casados desde hace ya muchos años. Sentados uno
al lado del otro, con un café delante y sin decirse nada.
Tan solo están allí,
mirando a su alrededor, leyendo el periódico o perdidos en sus pensamientos.
Durante muchos largos minutos no se dirigen la palabra, pero
tampoco parece que estén enfadados. Simplemente están allí sentados,
disfrutando del momento y no tienen la necesidad de hacer a la otra persona
partícipe de sus pensamientos...
Hace ya algo más de dos años que me fijé por primera vez en
esto. Justo delante de nosotros había una pareja como la anterior descrita.
Estuvimos en el restaurante como dos horas y durante todo ese tiempo tan solo
hablaron en un par de ocasiones. Tan solo miraban a su alrededor, se
limitaban a estar allí sentados, cada uno con un café y con sigo mismo.
Y ayer lo volví a ver. Estábamos en un restaurante y una
pareja mayor, estos si que rondarían los 70 y muchos, se sentaron a nuestro
lado. Nos saludaron, pidieron algo de beber y se quedaron allí sin decirse
prácticamente nada. Estos tampoco parecía enfadados, las pocas veces que
hablaron lo hacían en un tono normal, cordial. Es como si llevasen ya tanto
tiempo juntos que no tienen nada más que contarse...
Estas parejas silenciosas colaboran al poco ruido de los
restaurantes, pero también hay otro grupo que ayuda a esto.
Estamos en un bar y a nuestro lado tenemos a un grupo de
personas que se dedican a comer, simplemente. Beben, tragan, mastican y
respiran. Pero de sus bocas no sale ni una sola palabra. De hecho al final te
acabas preguntando si realmente se conocen entre ellos o se han sentado juntos
porque no había otro sitio libre.
Pero luego acaban de comer, y de pronto, del absoluto
silencio nace una conversación. Ahí es cuando te das cuenta de que en realidad sí
que se conocen... ¿Están siguiendo quizás los consejos de mamá? Con la boca
llena no se habla.
La primera vez que lo vi me resultó bastante curioso, cuando
como procuro hacerlo con unos ciertos modales y eso de comer y hablar a la vez
queda muy feo, pero una cosa es comer con cuidado y otra es no hablar nada...
Ninguna de estas dos situaciones las había visto nunca en
España, ¿y vosotros?
¿Curioso? ¿Interesante? ¿Descabellado? Los alemanes nunca van a dejar de sorprendernos, siempre habrá algo nuevo que descubrir. Si quieres conocer más "alemanadas", esas costumbres de los alemanes que nos resultan curiosas, échale un vistazo a esta página.
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¿Curioso? ¿Interesante? ¿Descabellado? Los alemanes nunca van a dejar de sorprendernos, siempre habrá algo nuevo que descubrir. Si quieres conocer más "alemanadas", esas costumbres de los alemanes que nos resultan curiosas, échale un vistazo a esta página.
Un saludo!!
Pues si que me suena, la verdad es que ni un extremo ni otro, no crees? Un beso desde Berlín :)
ResponderEliminarBuenas Pepa. La verdad es que si. En España algunas veces me agobio un poco con tanto ruido. Eso de no poder escuchar a quien tengo en frente no me gusta.
EliminarUn saludo!!
Jajaja con lo ruidosos que somos los mexicanos. ahora entiendo a los que se nos quedan viendo en la cantina de la empresa.
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