Oscuridad

En más de una ocasión hemos comentado la poca iluminación que hay en este país. Y ahora que los días son cada vez más cortos el tema tenía que volver a salir.

La noche empieza a caer cada vez más pronto y eso se nota muchísimo en el estado de ánimo de la gente. Uno mismo puede sentirlo. Porque mirar a la ventana y ver una noche cerrada quita las ganas de hacer cualquier cosa, por mucho que sean las 6 de la tarde. Estos anocheceres prematuros son una especie de succionador de energía, la falta de luz solar hace mella, pues en los peores momentos a las 16.30 empieza a caer la noche.

Pero Alemania no es solo un país oscuro por su falta de luz natural, la artificial también brilla mucho por su ausencia.

En mi calle tan solo tenemos farolas en una de las aceras y no hay ningún parque en este país que esté iluminado. No porque las bombillas estén rotas, es que directamente no hay farolas.

Algunas veces, en especial si vas solo, tienes una sensación de inseguridad bastante grande. No ves el final de la calle y en general todo está en penumbras.

Aunque según esta foto, cualquier país comparado con Bélgica esté en penumbra... 

En las grandes avenidas esto no se aprecia, pues los letreros de las tiendas también aportan su luz, pero en el resto de calles es increíble. Farolas cada muchos metros en un lado de la acera o en el centro de la calle, sin importar lo ancha que sea la misma.

Andando ya os digo que la sensación que algunas veces tengo es de inseguridad, pero con la bici me parece peligroso. Tengo luz, pero las luces de las dinamos no es que alumbren gran cosa, es más bien para que uno sea visto. Así pues si yo voy con mi bici por una calle con escasa iluminación, como suelen serlo muchas, tengo que esperar que no haya nada en el suelo que me haga caer, como un bache, un agujero en la carretera o una botella rota...

Y bueno, esta es la parte mala de lo poco iluminadas que están las calles alemanas. Pero esto tiene su lado bueno. Desde mi balcón, dentro de una ciudad grande, puedo ver las estrellas (si es que las nubes me conceden ese gran honor), y eso, aunque parece poca cosa es algo que no mucha gente puede decir. Además del ahorro económico que supone para el país tener muchas menos farolas que encender.

Personalmente preferiría ver menos estrellas pero poder acertar a la primera en la cerradura de mi casa.

No tiene que ser un "hagase la luz" como en España, quizás allí tenemos demasiada iluminación, pero ni tanto ni tan poco.

¿Qué pensáis vosotros?

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¿Curioso? ¿Interesante? ¿Descabellado? Los alemanes nunca van a dejar de sorprendernos, siempre habrá algo nuevo que descubrir. Si quieres conocer más "alemanadas", esas costumbres de los alemanes que nos resultan curiosas, échale un vistazo a esta página.

Un saludo!!