Iba relegando esta entrada con la esperanza de que el
invierno no llegara todavía, a pesar de los -3º que vi el martes. Aunque tras
un día muy largo, la espera de 20 minutos del autobús la hiciese de pie, porque
como te sientes de ahí ya no te levantas, o quizás si, pero sin trasero pues
este ha quedado reducido a una masa amorfa congelada que no siente nada más que
hielo a su alrededor.
Esta mañana mi ilusión se mantenía, 2ºC van bien, todavía
podemos decir que está siendo un otoño un poco fresquito.
Esperando al autobús, por supuesto, de pie, vi pasar un
camión esparciendo sal, pues vaya, hace frío pero tampoco creo que hiele, no es
para tanto, pensé.
Pero de pronto el cielo comenzó a cerrarse y las nubes eran
tan blancas que no auguraban nada bueno. Miro al suelo y ala!! eso es nieve!!
Pero bueno, seguro que no cuaja y se queda en nada.
Lo que pasa es que una que está acostumbrada a los tiempos
del centro de España, para que nieve en La Mancha hay que rezar mucho y para
que la nieve se quede se necesitan por lo menos dos milagros y medio.
Entré a un edificio a hablar por teléfono, por eso de
resguardarse del frío y del viento que se había levantado en ese momento. No
fueron más que diez minutos, contados están en el móvil, cuando terminé salí a
la calle y la estampa que me encontré fuera era muy muy diferente...
A 30km/h que teníamos que ir por las grandes avenidas porque
sino el coche derrapaba, nadie estaba preparado para la que ha caído!
Las líneas que separan los carriles no se veían y las que indican
por donde va el Metro tampoco...
En escasos veinte minutos hemos tenido una ventisca que lo
ha dejado todo absolutamente blanco y ahí veías a la gente, preparara para el
invierno pero no para la nieve.
Un trayecto para el que en un día cualquiera necesitamos
apenas un cuarto de hora, hoy lo hemos hecho en más de una hora, y durante el
camino hemos visto varios accidentes leves de coches, por toques y algún que
otro paseo por los matorrales.
Aunque parezca mentira, con este tiempo también hay
valientes en bici que sobreviven entre nieve y hielo... pobre hombre, si llega
sano y salvo a su destino puede considerarse afortunado.
A pesar de que ya no nieve tan copiosamente como antes,
todavía caen algunos copos que lo mantienen todo blanquito, bueno, eso y el
frío que hace.
Creo que tras este día podemos decir con certeza y sin ninguna duda que el otoño ha pasado a mejor vida y el invierno ha llegado y se ha instalado en Alemania en todo su esplendor. Porque como siga nevando vamos a empezar a rivalizar con Invernalia. Der Winter naht!!! dirían los Stark...
Saludos!!
Mmmmm... bueeeenooo bueeeno... y luego me quejo. Joeeeee. Ya sabes como acabaría yo si estuviera ahí no??? Acabaría como una de esas estatuas del parque. Sin garganta e ingresado en el hospitatilo porque madre mía. Frío everywhere. XDDDD
ResponderEliminarSolo te puedo recomendar mucho abrigo y cuidado donde pisas. ;)
Eso sí, las estampas son espectaculares. :)
ResponderEliminarHombreeee!!! Según el parte mañana te va a hacer sol. Menos un grado pero oye, sol.
ResponderEliminarSabes cual es el problema de eso? que la nieve se derrite y se congela, es en ese momento en el que aparecen las placas de hielo por la calle. El leñazo que me metí lo veía venir y pude amortiguar la caída, pero el cardenal no me lo quita nadie :S
EliminarJoer nos has hecho caso con lo de las fotos, así da gusto, premio para Igene :)
ResponderEliminarBufff a mi no me gusta la nieve de ninguna de sus formas, por lo menos en ciudad. Sí, es mu bonita cuando cae, pero en el momento que cuaja la cosa cambia. La emoción de la nieve y de tirarse bolas, hacer muñecos.... dura un rato, luego la nieve se transforma!! cambia de blanca a gris ceniza, da sensación de guarrería, hay hielo, caídas y pies que por más que te pones calcetines gordos no terminan de calentarse. Brrrr aguanto el frío, pero no a los invocadores de nieve XD
Después de estos dos días de nieve, coincido contigo al 100%
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