Sighisoara

Sighisoara es una ciudad rumana ubicada en el distrito de Mureș. Se encuentra en la zona centro-norte del país, dentro de lo que se conoce como la región de Transilvania.

Tiene una población de unos 28.000 habitantes, pero esto va en disminución.

Es una de las ciudades medievales mejor conservadas de toda Europa y en el año 1999 fue incluida en la lista de la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.

Fue fundada entre los siglo XII y XIII por los sajones transilvanos, un pueblo alemán que fueron invitados a poblar el sudeste de lo que en aquel entonces era el Reino de Hungría a cambio de defender la frontera. Comenzaron a construir esta población encima de un fuerte romano llamado Castrum Sex, a la que denominaron Segesvár.

Nunca fue más importante que el resto de ciudades de los alrededores, pero sus habitantes la cuidaron con esmero.

La ciudadela, de la que aún se conservan una gran parte de los edificios, está rodeada de una muralla defendida por catorce torres, actualmente solo quedan nueve. Estas torres llevan el el nombre del gremio que las usaba, el cual también estaba encargado de su mantenimiento y defensa.

Todo Rumania, y mucho más esta región, Transilvania, están íntimamente relacionada con la leyenda de Dracula, pero esta ciudad es especial, ya que aquí nació Vlad Tepes, del que se dice, Bran Stoker, tomó la inspiración para crear a su personaje.

Aunque pueda parecer mentira, en Sighisoara no han aprovechado ese importante dato para darle promoción a la ciudad. En cambio, son sus edificios y su aire antiguo medieval, lo que hace que los turistas visiten esta población.

La estación de tren se encuentra a pocos minutos de la ciudadela.

Cetatea Sighisoarei - Ciudadela de Sighisoara

El mayor atractivo turístico de Sighisoara es perderse por las calles que se encuentran dentro de los muros de la ciudadela. Hay algunos puntos de interés que ahora vamos a señalar, pero, sin duda, lo mejor es pasear por las callecitas y descubrir sus rincones.

Turnul cu Ceas - Torre del Reloj 

Esta torre se encuentra en una de las puertas de la ciudad y es la que se suele utilizar para entrar dentro de la ciudadela.

Tiene 64 metros de altura y data del siglo XIV.

En el interior hay dos museos: el Museo de Armas y la Sala de Torturas. Y desde la parte de arriba de la torre se tienen unas grandes vistas de toda la ciudad.

Algunas de las torres más interesantes, esparcidas a lo largo de la muralla que rodea la ciudadela son: la torre Cositorilor, la de los Herreros (Turnul Fierarilor), la de los carniceros (Turnul Macelarilor), la Torre de los Tintoreros o la Torre de los sastres.

Casa de Drácula

Es la casa de nacimiento de Vlad III, posteriormente conocido como Vlad Tepes, que traducido al español sería Vlad el Empelador.

El nombre de Drácula proviene por el apodo de su padre, Vlad Dracul, “Vlad el Dragón”, pues pertenecía a “La Orden del Dragón”, y por eso a Vlad III se le conoció como Dracula, “Hijo del Dragón”.


Vlad Tepes era un hombre realmente sanguinario y le gustaba empalar a sus enemigos. Aunque también se cuentan montones de historias en las que se dice que hacía matanzas en los sitios más pobres de la ciudad, asesinaba a los comerciantes a sangre fría y algunas lindezas más.

También se dice que le gustaba beberse la sangre de sus víctimas y es posible que sea esto lo que inspiró a Bram Stoker para escribir su historia sobre Drácula.

La casa se puede visitar, la entrada es barata pero la verdad es que no merece mucho la pena. Por la parte de detrás se puede entrar a un restaurante con un retrato gigante de Vlad Tepes.

Piata Cetatii - La plaza de la Ciudadela

Es la plaza central, donde se situaban los gremios más importantes de la ciudad, como los orfebres o los carpinteros.

Biserica Mănăstirii Dominicane - Iglesia del Monasterio Dominicano.

Se encuentra en la Piata Cetatii. Es una iglesia luterana construida en el siglo XIII en un estilo románico gótico. Debido a dos grandes incendios tuvo que ser restaurada en los siglos XV y XVI.

Estatua de Vlad Tepes

Es un busto de Vlad Tepes. Se encuentra a un lado de Biserica Mănăstirii Dominicane Iglesia del Monasterio Dominicano.

Casa Venetiana - Casa Veneciana

Este edificio del siglo XVI y de estilo veneciano se encuentra en la Piata Muzeului.

Strada Scolii - Escalera Escolar

Esta escalera, construida en 1642, unía las dos partes de la ciudad, la alta con la baja, y como su nombre indica, servía para que los niños pudiesen acceder al colegio incluso en invierno, cuando la nieve lo cubría todo.

Biserica din Deal - Iglesia de la colina

Está en la zona alta de la ciudadela. Es una iglesia protestante de estilo gótico transilvano. Data de finales del siglo XV.

Cementerio Alemán

Está al lado de la Biserica din Deal, en la pendiente de la colina. Se construyó en honor a los fundadores de la ciudad, que recordemos tenían origen alemán.

Plaza Petőfi Sándor

Este pequeño parque tiene el nombre de un poeta húngaro, Petőfi Sándor, y en el centro se encuentra una estatua del mismo.

A un lado de la plaza se encuentra la Torre de los Carpinteros (Turnul Cizmarilor).

Y a otro lado hay una iglesia católica que data del 1895. Se construyó en un estilo neoclásico, pero en 1983 un incendio destruyó la nave central y el techo del templo y estos tuvieron que ser enteramente reconstruidos.

Iglesia Ortodoxa

Se encuentra fuera de la ciudadela. Fue construida entre los años 1934 y 1937 en un estilo neobizantino.

Sighisoara tiene un aire medieval que la envuelve por completo. Es como si la ciudad entera se hubiese quedado anclada en el tiempo. Si no fuese por las tiendas de regalos en las que podemos comprar camisetas de Dracula, bien podríamos pensar que hemos retrocedido en el tiempo.

Opinión personal: Visitamos esta ciudad en el año 2014 y fue una auténtica sorpresa. Nos llevó un amigo que vivía en Rumanía, no sabíamos lo que nos íbamos a encontrar y nos quedamos completamente prendados de la ciudad.

Tiene un algo que la hace muy especial, pues realmente, da la sensación de que está estancada en el tiempo.

Las casas, los edificios, las calles, todo te hace pensar que te encuentras en la Edad Media.

Los precios de entrada a los museos, al igual que la comida, son irrisorios. Y uno se puede permitir el lujo de inflarse a comer, y probar toda la gastronomía por muy poco dinero.

Sobre la seguridad, en ningún momento sentimos que pudiésemos estar en peligro. Durante un buen tiempo la visité con una amiga, es decir, dos chicas solas.

Nos pareció una ciudad preciosa, con una magia extraña. Pero muy, muy recomendable. Se aleja mucho del resto de urbes que habíamos visitado alguna vez y fue un descubrimiento increíble.

Una cosa más que nos llamó la atención es que la ascendencia alemana aún se mantiene. Nuestro rumano es malillo y aunque en algunos momentos nos podíamos entender en español, hubo varios lugares en los que pudimos hablar con la gente en alemán, un tanto extraño, pero alemán al fin y al cabo.

Una ciudad que ver una vez en la vida.

¿Conocías esta ciudad? ¿Alguna vez la has visitado?

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El mundo es muy grande y Alemania es tan solo una pequeña parte del mismo. Hay mucho que descubrir, millones de sitios que visitar. ¿Te animas a descubrirlos con nosotros?

¡Un saludo!