Saarbrücken

Saarbrücken es la capital del estado de Saarland, Sarre en español. Se ubica en el este del país, a menos de 10km de distancia de la frontera con Francia. El río Sarre, Saar en alemán, perteneciente a

la cuenca hidrográfica del Rin, pasa por la ciudad.

A pesar de ser la capital de un estado no es una ciudad demasiado poblada, tiene unos 170.000 habitantes.

El código postal de la ciudad va desde el número 66001 al 66133 y las matrículas de los coches tienen las letras SB.

El nombre de Saarbrücken se compone de dos palabras, Saar y Brücken, es decir, los puentes del Saar, pero este nombre está derivado del celta y no tiene nada que ver con el río que atraviesa la ciudad ni con los puentes que la unen, aunque su nombre indique lo contrario, pues se supone que el primer puente se construyó 500 años más tarde de la fundación de la ciudad.

El nombre original era Sarabriga, Sara significa agua que fluye y Briga vendría a ser algo así como roca. Y se supone que este nombre hace referencia a una gran roca que se encontraba al lado del puente viejo, donde se cree que se ubicó el primer asentamiento que más tarde fue expandiéndose hasta dar lugar a la actual ciudad. Con el paso de los años el nombre de Sarabriga fue transformándose hasta llegar al que actualmente conocemos. El primer escrito en el que aparece este nombre data de finales del siglo X. Y quien sabe, si esto es cierto, quizás el nombre del río viene de la ciudad y no al revés.

Los restos arqueológicos encontrados en la zona nos indican que el primer asentamiento en este lugar se produjo durante la prehistoria, pero no comenzó a crecer hasta que en el siglo I toda la zona entró dentro de las fronteras del Imperio Romano. Los romanos construyeron en este lugar el llamado  vicus de Saravus, que era como se llamaban a las pequeñas aglomeraciones urbanas. Este asentamiento romano fue durante varios siglos un punto de parada de dos rutas comerciales importantes, las rutas que unen las ciudades de Worms y Metz y la de Trier a Strasburg.

En el siglo IV los alamanes se hicieron con el control de la ciudad expulsando a los romanos, y todo el territorio de los alrededores pasó a formar parte, nuevamente, del territorio de los pueblos germanos. Más tarde fueron los francos los que habitaron la zona y después el pueblo merovingio.

A principios del siglo X toda la zona fue incorporada a los territorios del Sacro Imperio Romano Germánico. En el año 1080 se creó el Condado de Saarbrücken y la capital del mismo fue esta ciudad.

Entre los siglos XIV y XVIII la ciudad fue controlada por la Casa de Nassau.

Esta región es una zona de disputas asiduas y a lo largo de los siglos ha ido pasando de mano en mano entre Francia y Alemania (Imperio Germánico, Reino de Prusia).

Las dos Guerras Mundiales afectaron bastante a esta ciudad y en las dos ocasiones sufrió bastantes daños, en la Segunda más del 70% de los edificios quedaron destruidos por los bombardeos.

En 1955 los ministros francés y alemán, Guy Mollet y Konrad Adenauer negociaron el Estatuto del Sarre. Por aquel entonces la ciudad se encontraba bajo jurisdicción francesa y se realizó un referéndum con el que se le preguntó a la población si querían que  las instituciones de la actual Unión Europea fuesen establecidas en Saarbrücken, pero la ciudad quedaría bajo la administración de Francia. Más del 65% de los votantes eligieron el “No”, por lo que al final tanto la ciudad como su territorio colindante pasaron a formar parte de la República Federal Alemana.

En caso de que el “Sí” hubiese ganado todas las instituciones que actualmente se encuentran repartidas entre Bruselas, Luxemburgo y Strasburg estarían en esta ciudad alemana que a día de hoy prácticamente nadie conoce.

La estación central se encuentra a unos 15 minutos andando del centro de la ciudad. Y curiosamente el centro actual de Saarbrücken es el lado derecho del río, el barrio de Sankt Johann, que antiguamente fue una villa pesquera independiente de la ciudad hasta principios del siglo XIV.

St. Johanner Markt

Esta plaza era el centro comercial de la villa pesquera Sankt Johann y cuando en 1322 esta localidad obtuvo el título de ciudad el crecimiento y la importancia de esta plaza fue exponencial.

En la actualidad no queda mucho de la plaza original ya que a lo largo de los siglos ha sufrido bastantes desastres.

En uno de los extremos de la plaza hay una fuente que data del año 1760. Fue construida por F.J. Stengel, un maestro constructor alemán que remodeló la ciudad de Saarbrücken durante el siglo XVIII, en la actualidad prácticamente todos los edificios han sido restaurados siguiendo los planos que este hombre diseñó.

Basilika St. Johann

Esta iglesia católica de estilo barroco fue construida por F.J. Stengel a principios del siglo XVIII. Está ubicada en el mismo emplazamiento que otra iglesia construida en la Edad Media.

Rathaus St. Johann

Es un edificio de estilo neogótico construido entre los años 1897 y 1900. Fue erigido como previsión del aumento de la población con la unión de las ciudades de Saarbrücken y Sankt Johann. Los ayuntamientos de aquellas dos localidades eran demasiado pequeños para albergar todos los archivos y para llevar a cabo las tareas administrativas.

Johanneskirche

Se encuentra muy cerca del ayuntamiento. Se terminó de construir a finales del siglo XIX y lo más curioso de este edificio es que los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial prácticamente no la afectaron, a pesar de que más del 70% de la ciudad quedó destruida.

Saarländisches Staatstheater Saarbrücken

Es un conjunto de edificios culturales donde se encuentran el teatro, la opera y algunas salas de congresos en las que se realizan diferentes actos de artes escénicas.

Alte Brücke - Puente viejo

El puente viejo original fue construido en 1546 y fue el primer puente que unió las dos orillas del Sarre entre las localidades de Saarbrücken y Sankt Johann.

Fue mandado construir por Carlos I de España y V del Sacro Imperio Romano Germánico.

Aquella estructura contaba con un total de 14 arcos, pero en la reconstrucción de 1945 el número de arcos se disminuyó 8 para así facilitar la navegación de los barcos.

(Personalmente, me parece un puente con nulo encanto. Pasa completamente desapercibido y más que un puente medieval parece una pasarela moderna.)

Schlosskirche

Esta iglesia fue construida en el emplazamiento de una capilla que data del siglo XI y que estaba consagrada a San Jorge.

La actual iglesia fue construida en el siglo XV y en el año 1575, tras la reforma protestante, pasó a consagrarse a San Nicolás de Bari.

Está ubicada en el lado izquierdo del río, en lo que sería la original ciudad de Saarbrücken.

Altes Rathaus

Se encuentra en la Schlossplatz, la plaza del castillo, justo en frente del palacio.

Fue construido a mediados del siglo XVIII y originalmente constaba de dos edificios, estos fueron prácticamente destruidos durante la Segunda Guerra Mundial y uno de ellos, el que se encontraba en la parte de detrás, no fue reconstruido y ahora podemos encontrar una plaza, la Nanteser Platz.

Cuando en 1909 Saarbrücken y Sankt Johann se unieron como ciudad este Ayuntamiento dejó de funcionar como tal y todas las labores administrativas se trasladaron al otro lado del río.

Schloss

El palacio de la ciudad data del XVI y se localiza en la misma ubicación que otro antiguo castillo construido a finales del siglo X.

Este palacio ha sido destruido en varias ocasiones, en el siglo XVIII, tras la Primera Guerra Mundial y tras la Segunda. La última reconstrucción data del año 1982, y fue en esa ocasión cuando se construyó la parte moderna de la sección central del palacio, donde actualmente se encuentra el Museo de Historia, dedicado en su mayor parte a la época Nazi. Durante la Segunda Guerra Mundial este palacio fue el cuartel general de la Gestapo de la zona.

Ludwigskirche

Es una iglesia barroca de culto protestante que fue construida en el siglo XVIII. Se encuentra en la Ludwigsplatz.

Friedenskirche

Esta iglesia católica se encuentra en la Ludwigsplatz  y fue construida entre los años 1743 y 1751 por F.J. Stengel.

Stiftskirche St. Arnual

Es una iglesia de estilo gótico y barroco. Fue construida entre los siglos XIII y XIV. En su interior se conservan antiguas esculturas que datan del siglo XV y XVII.

Aparte de esto, hay millones de iglesias más para ver, no sé con exactitud cuántas, pero me parece que más de 30. Y en una ciudad del tamaño de esta eso es bastante.

Si nos encontramos en Saarbrücken y tenemos un poco de tiempo es recomendable hacer una mini excursión al Saarschleife, se encuentra a 57km de distancia, como a una hora en coche. Es uno de los puntos turísticos más visitados del estado de Saarland. El Saarschleife es un meandro de 180º que hace el río Saar.

No sé si se puede llegar en transporte público, me parece que no, ya que se encuentra en mitad de la nada, aunque en el caso de ser posible, seguramente tenga una comunicación bastante mala.

Si os animáis a ir a este lugar, algo que recomiendo al 100%, sabed que hay dos maneras de llegar a este punto, una de pago, bastante cara, cuando nosotros fuimos la entrada era 14€ por persona y la versión barata.

Las dos rutas llegan al mismo lugar, pero con la de pago subes por unas pasarelas con las que se tienen unas vistas limpias de todo el meandro. La zona gratis va por debajo de esas pasarelas y el punto en cuestión está un poco descuidado y no se puede ver el recodo completo, pero a nosotros nos gustó bastante.

Hay un pequeño restaurante y unos quioscos donde comprar algo de bebida y comida, pero todo es bastante caro, así que si queréis aprovechar que os encontráis en plena naturaleza para hacer una ruta de senderismo, es mejor si os lleváis vosotros mismos los víveres.

Aunque el Saarschleife no es el único lugar de los alrededores para visitar. A unos 75km, a una hora aproximadamente en coche, se encuentra la ciudad de Metz, en Francia y es sin duda, una ciudad digna de ver.

Opinión personal:

Fuimos sin ninguna idea preconcebida, había buscando algunos datos sobre la ciudad pero tampoco había investigado mucho y la verdad es que nos sorprendió muy gratamente. El centro de la ciudad está lleno de vida, y pasear por sus calles fue muy agradable.

Y el Saarschleife es bastante curioso, un viaje perfecto para un pequeño fin de semana.

Sin ninguna duda, una ciudad para recomendar.

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Alemania es un país lleno de lugares con encanto que esperan ser descubiertas; grandes urbes, pequeñas ciudades y pueblos que parecen estancados en el tiempo. ¿Te animas a descubrirlas con nosotros?

Un saludo!!