6 de febrero de 2017

La reina de las abejas

Los dos hijos de un rey partieron un día en busca de aventuras y se entregaron a una vida tan salvaje y caótica que nunca más volvieron a casa.

El tercer hijo del rey, el más pequeño, al que llamaban Tontito emprendió camino en busca de sus hermanos.

Cuando por fin los encontró estos se burlaron de él. ¿Cómo pretendía él, con lo tonto que era, abrirse camino en el mundo cuando ellos, que eran mucho más inteligentes, no lo habían conseguido?

Los tres juntos continuaron el viaje hasta que llegaron a un hormiguero. Los dos mayores quisieron destruir el nido de las hormigas y divertirse viendo como los animalillos eran presas del pánico e intentaban poner los huevos a salvo. Pero Tontito se opuso a la idea.

— Dejad a los animales en paz, no permitiré que los matéis.


Los tres siguieron andando hasta que llegaron a un lago en el que nadaban muchos patos. Los dos hermanos mayores quisieron cazar unos cuantos y asarlos, pero Tontito se opuso a la idea.

— Dejad a los animales en paz, no permitiré que los molestéis.



Siguieron andando hasta que llegaron a una colmena de abejas tan llena de miel que esta fluía por el tronco del árbol en la que se encontraba. Los dos hermanos mayores quisieron encender un fuego debajo de la colmena para espantar a las abejas y así poder comerse la miel. Pero Tontito los volvió a detener.

— Dejad a los animales en paz, no permitiré que los queméis.


Los tres hermanos continuaron su camino hasta que al final llegaron a un palacio en cuyas cuadras había caballos de piedra, pero ni una sola persona por los alrededores. Recorrieron todas las salas hasta que llegaron a una puerta con tres cerrojos, pero en el centro había una pequeña ventanita desde la que podían ver el interior de la habitación.



Allí se encontraba un hombrecillo con el cabello gris sentado a una mesa. Lo llamaron una vez, dos veces, pero el hombre no respondió. Cuando lo llamaron por tercera vez se levantó, abrió los cerrojos y salió al exterior. El hombre no dijo ni una palabra pero los guió hasta una mesa repleta de comida. Cuando hubieron comido y bebido los condujo a tres dormitorios separados.

A la mañana siguiente el hombrecillo del pelo gris se dirigió a la habitación del mayor. Lo guió por el castillo hasta una mesa de piedra en la que estaban escritos los tres trabajos a realizar para poder deshacer el hechizo que se cernía sobre el castillo.

El primero decía:

En el bosque, entre el musgo, están escondidas las perlas de la hija del Rey. Son mil y tienen que ser encontradas antes de la puesta de sol. Con que solo una falte, aquel que haya ido a buscarlas quedará convertido en piedra.

El mayor puso rumbo al bosque en busca de las perlas, estuvo todo el día, pero cuando el sol comenzaba a ponerse tan solo había conseguido encontrar cien de ellas y tal y como estaba escrito se convirtió en piedra.

Al siguiente día lo intentó el hermano del medio, pero este tampoco tuvo demasiado éxito en su empresa y tan solo encontró doscientas perlas. Por lo que también se convirtió en piedra.

Le tocó el turno a Tontito y comenzó a buscar las perlas entre el musgo, pero era un trabajo muy complicado y lento. Sabiendo que no iba a conseguir encontrar todas las perlas se sentó en una piedra y comenzó a llorar.

A los pocos minutos llegó la reina de las hormigas que hacía unos días había salvado de morir, junto con quinientas hormigas y no pasó mucho tiempo hasta que entre todas consiguieron reunir las perlas.

Pero hasta que no se realizasen los tres trabajos no se rompería el hechizo. Así que Tontito se dirigió a la mesa de piedra y leyó la segunda tarea, que consistía en encontrar en el lago la llave de la habitación de la hija del rey.

Cuando Tontito llegó al lago, los patos que había salvado de ser asados se adentraron dentro de las aguas y recogieron la llave de las profundidades del lago.

La tercera y última prueba era la más difícil, de las tres dormidas hijas del Rey tenía que encontrar a la más joven y hermosa. Pero todas ellas eran iguales, como tres gotas de agua imposibles de diferenciar. Se sabía que antes de quedar dormidas había estado comiendo distintas golosinas. La mayor un terrón de azúcar, la segunda un poco de sirope y la pequeña una cucharada de miel.

La reina de las abejas, la que había salvado de ser quemada, se dirigió a la boca de las tres hijas del Rey y se paró sobre la que había comido la miel.


Y así fue como el príncipe averiguó cual de todas era la correcta. El hechizo se rompió y todos despertaron de su largo sueño. Y aquellos que se habían convertido en piedra recuperaron su forma humana.

Tontito se casó con la princesa más joven y bella y heredó el trono tras la muerte del Rey. Sus dos hermanos obtuvieron a las otras dos princesas.



Confieso que cuando terminé de leer este cuento lo primero que se me vino a la cabeza fue: vaya cuanto más estúpido.

Como siempre tópicos muy recurrentes de los cuentos de los Hermanos Grimm, el pequeño es siempre el héroe de la historia y las mujeres son siempre bonitas.

Tampoco me ha convencido el final, los otros dos hermanos se quedan con las otras princesas, y lo escriben así como, pobres de ellos, se han quedado con las otras, que son igual de hermosas que la otra, pero no.

Y bueno, el matrimonio con la princesa o príncipe es siempre el resultado de casi todas las andanzas de los protagonistas de estos cuentos, que casualmente siempre tienen una apariencia perfecta. En fin… cuentos de nuestra infancia…

Hay otra cosa que me ha llamado la atención, y es que me parece que el título es poco acertado. Si se llama “La reina de las abejas”, se supone que esta debe de ser la protagonista, ¿no? Vale, tiene un papel importante en la historia, pero al fin y al cabo se cuentan las aventuras del hermano pequeño y la reina de las abejas aparece en un único momento. ¿Qué opináis vosotros?

¿Moraleja?

Se bueno con el resto de seres vivos, nunca sabrás cuando los vas a necesitar.
Porque a alguien le llamen de una manera, no significa que sea así.

¿Qué os ha parecido el cuento? ¿Lo habíais escuchado alguna vez?

La reina de las abejas - Die Bienenkönigin, es el cuento número 62 del libro "Cuentos de la infancia y del hogar" escrito por los hermanos Grimm.

________

Y colorín colorado, este cuento se ha acabado... pero aún quedan muchos más cuentos que leer, muchas historias por recordar y otras tantas por descubrir. ¿Te vienes? Cuentos de los hermanos Grimm.

Un saludo!!




2 comentarios:

  1. Quisiera alimentar al Monstruo que se alimenta de comentarios :D .....

    Comparto contigo la ideade que es un cuento un tanto "peculiar" y mas para la visión que tenemos hoy en día.. siempre "el Principe rescata a su amada que cae ante sus pies" ... incluso nos parecen simplones los cuentos (tal vez? no lo sé) .. pero también puede ser que a día de hoy falten mas cuentos que hablen de lo mismo, pero no igual (la princesa podría salvar al chico de vez en cuando también no creen? xd).. Y siempre partiendo de la bellísima herencia que nos han dejado los Hermanos Grimm... tal vez nuestros niños necesiten un poco mas de estas historias y menos de toooodo lo que pueden ver por la televisión, maquinitias y peliculas con muchos efectos especiales...

    No lo sé.. tal vez me equivoque ^^ .. solo es mi impresión

    Un Saludo a todos!

    PD: Nos encanta tu blog! (No hago mas que buscar la película de Willkommen bei den Hartmann Familie" en español o al menos substitulada en inglés... Animo! sigue así ^^ que nos encanta leerte

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    1. Buenas Jorge.
      Gracias por alimentar al monstruo, el pobre parece estar a dieta.

      Los cuentos de los hermanos Grimm tienen algo muy bueno y es que hacen fluir la imaginación, conforme vas leyendo te vas imaginando todas las escenas y como estas siempre suele darse en lugares idílicos, es bonito de imaginar. Y eso estaría muy bien que los niños volviesen a hacerlo, leer desarrolla nuestra mente mucho más que cualquier película, por muchos efectos especiales que tenga.

      Me encantaría leer un cuento de los hermanos Grimm en el que la princesa sea la fuerte, inteligente o suertuda. Pero creo que por aquella época no había historias de esas, así que probablemente me quedaré con las ganas...

      Espero que tengas suerte encontrando la película, aunque el título que has puesto no es el correcto, se llama "Willkommen bei den Hartmanns".

      Un saludo!!

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