Blogparade - Mitos en Alemania

Hace unos meses los blogueros hispanos que nos encontramos en Alemania comenzamos a realizar una serie de entradas temáticas, Blogsparade. En esta ocasión os vengo con la tercera propuesta que se ha lanzado. Viene de la mano del blog Romundeando y vamos a tratar el tema de los mitos alemanes; esas cosas que siempre hemos escuchado de ellos y comprobaremos si se cumplen o no.

He hablado en diferentes entradas sobre algunos de los mitos que tenemos sobre los alemanes, pero en esta ocasión vamos a hacer un vistazo general.

Antes de empezar quiero aclarar que aquí vamos a generalizar mucho, mucho. Está claro que no todos los alemanes cumplirán los mitos que vamos a nombrar. Y por supuesto, esto es algo muy subjetivo. Os voy a hablar desde mi experiencia. Igual en otras partes de Alemania o incluso en otro barrio de mi misma ciudad, se dan circunstancias diferentes u opuestas.

Aquellos que se cumplen:

- Lo estrictos que son a la hora de cumplir la burocracia. El papeleo, en todos los países, siempre es pesado, pero en Alemania hay que rellenar miles y miles de formularios. Y no puede faltar ni uno solo. Todo tiene que ir colocado tal y como está especificado, sin una cruz de menos o de más.

- Sentido del humor. No voy a decir que nulo, pues sería mentira. Mejor dirá extraño o diferente. Te puedes reír con los alemanes, por supuesto, y hay gente muy graciosa, pero por lo general, su sentido del humor es un poco diferente al nuestro, y algunas veces eso puede chocarnos y parecer que no tienen gracia, o hacer que para ellos tú no la tengas.

-Chanclas con calcetines. Sí. En verano todas las que quieras. Y cuanto más estirados estén puestos los calcetines y más blancos sean, mejor.

-Beben mucha cerveza. Otra verdad gigante. De hecho, el agua es más cara que la cerveza. Con eso lo digo todo.

-Racismo. En general, muy general, creo que puedo decir que los alemanes no son racistas. Quitando esa extrema derecha, AfD. Yo nunca me he sentido excluida por ser extranjera, pero también debo decir que soy de España. Creo que hay un racismo por países: los turcos, rumanos, polacos… de esas nacionalidades sí que he escuchado comentaros despectivos. Pero voy a ser sincera, nada que no haya escuchado en España con anterioridad. Por lo que si no considero mi país y mi gente como un país racista, no puedo decirlo de Alemania, donde he escuchado comentarios muy similares.


Los que no se cumplen:
-Respeto por las normas. Este es el primer mito que se te cae. Pues además, esto de las normas es un concepto muy amplio. Si bien es verdad que los semáforos los respetan muchísimo más que en España, no hay día que no vea a alguien saltándose uno, ya sea un peatón, un coche o una bici.

Muchísima gente se sube a los transportes públicos sin haber comprado el billete.

Cuando en un supermercado abren una caja nueva… es el fin del mundo. Se lanzan allí y tonto el último.

Lo de dejen salir antes de entrar… Igual alguien lo ha escuchado alguna vez, si eso.

Y trabajos o pisos pagados en negro, los que quieras.

-La puntualidad. De la de los alemanes en sí no me voy a quejar, pero de la Deutsche Bahn, es decir, el servicio de trenes, eso es lo más pésimo que existe. Y no solo ésta compañía, sino también los autobuses de ciudad, al menos los de Colonia. El “Zug fällt aus”, este tren no transita, es el pan de cada día en las estaciones, y hay pocos que lleguen a su hora.

En Colonia la empresa que maneja el transporte es la KVB, Kölner Verkehrs-Betriebe, pero más de un alemán me ha dado una variación del nombre, KVB: Komm Vielleicht Bald, viene, si eso, pronto. Así que os podéis hacer una idea de la puntualidad del transporte.

-Son fríos. Incluso me han llegado a preguntar si es verdad que no son familiares. La verdad es que nunca sé muy bien cómo responder a esto. Hay de todo, pero cuando voy a los sitios con una sonrisa, siempre recibo otra.

Es cierto que hacer amigos es algo más complicado, pero es que en España se hacen “amigos” con mucha facilidad. Y lo pongo entre comillas porque amigos, amigos, yo más bien diría que conocidos. Tejer una amistad de verdad, de esas buenas, es igual de difícil en los dos países. ¿En España dar el primer paso es más sencillo? Probablemente sí, pero eso no quita que los alemanes sean fríos.

-Todos hablan inglés. [Insertar risa larga, muy larga]. No sé quien me dijo alguna vez, antes de venir a Alemania, que aquí no tendría problema para hablar con la gente, que todos hablan inglés y las series y las películas están en su idioma original subtituladas. Patrañas. El nivel de los alemanes es superior al de España, pero es que eso con poco, sin embargo, eso no significa que aquí te puedas desenvolver en ese idioma. Igual si tienes suerte y trabajas en una empresa internacional, sí. Pero para cualquier actividad que quieras realizar fuera del trabajo tendrás que aprender alemán sí o sí.

Y no es que me parezca mal que en Alemania se hable alemán, igual que en España se habla español, pero es una idea que yo tenía en la cabeza, una idea muy errónea.

-Solo comen codillo, salchichas y chucrut. Bueno… solo, solo. Los codillos solo se hacen en las cervecerías, la gente no suele preparárselos en casa.

Tampoco comen tantas salchichas, eso se ve más en los puestos de las ferias, en estos eventos es imposible que no se vendan las curry wurst. Pero si te fijas en lo que la gente compra en el supermercado, hay pocas salchichas.

Chucrut, primero un pequeño apunte, esa palabra no existe en alemán, se llama Sauerkraut, con el otro nombre no lo conocen. Y no, no es algo que se coma de manera habitual, semanalmente.

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En general, creo que puedo decir que la idea que nos llega de los alemanes está un poco distorsionada. No sé cómo se ha formado, pero por mi experiencia fue alguien que no vivió mucho tiempo en este país.

¿Qué os han parecido? ¿Estáis de acuerdo? ¿Añadirías algo? ¿Quitarías algo? ¿Cuál es vuestra experiencia?

La verdad es que me gustaría mucho conocer vuestra opinión, pues puede ser que mi experiencia sea muy diferente a la que vosotros hayáis vivido.


Si queréis participar en la Blogparade solo tenéis que escribir la entrada, tenéis hasta el 30 de noviembre, y comentar en el post de Romundeando que es la que organiza esta iniciativa. ¡Muy sencillo!

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¿Curioso? ¿Interesante? ¿Descabellado? Los alemanes nunca van a dejar de sorprendernos, siempre habrá algo nuevo que descubrir. Si quieres conocer más "alemanadas", esas costumbres de los alemanes que nos resultan curiosas, échale un vistazo a esta página.

¡Un saludo!