No se sabe la razón por la cual la guerra que lidiaron los
alemanes y las servilletas no ha sido recogida en la historia. En ningún lado
queda documentada, pero os aseguro que esa batalla existió. Debió de ser muy
sangrienta, con muchas bajas y con un gran odio acumulado, pues a día de hoy,
cuando ya han pasado no se sabe cuanto tiempo, los alemanes aún les tienen
rencor. No me extrañaría mucho que algún día tomasen venganza...
Y es que a no ser que sea algo estrictamente necesario, una
cuestión de vida o muerte, un alemán jamás utilizará una servilleta mientras
come.
Si os invitan a una comida en una casa alemana es altamente
probable que las servilletas falten en la mesa, es más, es posible que por no
haber, no haya ni una sola en toda la casa.
A no ser que vayan a comer algo especialmente pringoso, en
plan comer con las manos o rozando ese extremo, nunca utilizan las servilletas.
¿Cómo se limpian? Porque ya os aseguro yo que al igual que
todo mortal, los teutones se ensucian la boca cuando comen spaguetis con
tomate. La técnica alemana de limpieza sin servilleta ha sido depurada con los
años, generación tras generación. Consiste en realizar un sencillo gesto.
Pasarse lo más disimuladamente posible un dedo por la boca, en un gesto suave y
seguir comiendo como si no te acabases de limpiar el chorretón con la mano.
Cuando llevamos poco tiempo en el país es posible que no nos
demos cuenta de este hecho, pero conforme van pasando las semanas y vamos
conociendo autóctonos terminamos sociabilizando con ellos, lo que en muchos
casos implica comer con ellos. No en todos los restaurantes podemos ver las
secuelas de aquella terrible batalla, pues curiosamente en estos lugares las
servilletas siempre están en las mesas. Pero cuando vamos a un local en el que
nos servimos nosotros mismos, donde los cubiertos y demás no están en la mesa,
es aquí cuando vislumbraremos este hecho.
Imaginaos que somos los últimos en llegar a la mesa y cuando
lo hacéis veis que se os han olvidado las servilletas, os vais a levantar y
preguntáis si alguien más quiere una. Casi pregunta retórica, cuestión de
educación, todo el mundo va a querer una servilleta, obvio, ¿no? Pues no. Para
nuestra mayúscula sorpresa muchos de ellos nos van a decir que no, danke, que
no hace falta... Y luego los veis poniendo en práctica la técnica perfeccionada
de limpiado de boca con la mano...
Si por algún casual lleváis servilletas para todos y las
repartís, es improbable que no os la vayan a aceptar, pero muy posiblemente
alguien os mire con cara rara, en plan, "¿para que diablos me traes esto?
Solo me voy a comer un filetaco con patatas."
Es algo que siempre me ha llamado la atención, los he visto
hasta comer spaguetis con tomate sin usar las servilletas... No sé que problema
tendrán con eso, pero creo que es algo que realmente deberían hacerse mirar...
Queda horroroso... Una chica super mona, con su maquillaje bien puesto y su
ropa elegante limpiándose la boca con la mano... Le quita todo el glamour.
No sé si soy yo la única que ha vivido esto, por mi propia salud
mental espero no serlo. Por favor, decidme que no solo a mi me ha pasado esto,
que vosotros también lo habéis visto, que no me estoy volviendo loca...
Pero esto no es todo, hay muchísimas cosas más, situaciones curiosas que solo hacen los alemanes, Alemanadas.
Un saludo!!
Yo se lo he preguntado a muchos y su argumento es que es un gasto inutil, para qué gastar servilletas pudiéndote no manchar? Además son antiecológicas: las servilletas de papel van a la basura y contaminan, las de tela hay que lavarlas y el jabón es malo para el medio ambiente. No es que comparta su opinión, sólo repito lo que me han contado ellos. La otra curiosa costumbre de no usar manteles tiene el mismo origen. Enhorabuena por tu blog
ResponderEliminarBuenas Toni. La verdad es que a mi nunca se me ocurrió preguntar, pero es un buen argumento, al menos lo del medio ambiente. Lo de no mancharse... ¿y si te pasa? No tienes nada con lo que limpiarte.
EliminarEn fin... otra diferencia cultural, diría yo.
Un saludo!!
... luego en el WC usarán papel... Espero...
EliminarUna pregunta un poco tonta. Depende que comas de ensucias. ¿Cómo se limpian?
ResponderEliminarSobre poner un mantel en la mesa (en casa) no cuesta ponerlo de plástico, cuando acabas de comer se limpia perfectamente y la mesa queda intacta.
Creo que estos alemanas son exagerados tampoco hay que llegar a ese extremo
Buenas!! Si te ensucias te limpias con el dedo, disimuladamente. Solo cuando no hay más remedio cogen las servilletas.
EliminarAunque por lo que parece ser esto va un poco por zonas, y parece que a mi me ha tocado vivir en la que no las usan.
Un saludo!!
Mi duda es, ¿como se limpian el dedo? ¿se lo chupan? ¿se limpian en la espalda del de al lado? ¿lo restriegan debajo de la mesa?
EliminarBuenas!! Pues esa es una muy buena pregunta... Me fijaré a ver donde terminan los dedos sucios.
EliminarUn saludo!
Este post me pilló estando de vacaciones y lo acabo de descubrir. ¡¡¡Me he reído muchísimo!!! Sq es imposible plasmar mejor las fases por las q uno pasa con este tema...jajajajajja
ResponderEliminarBuenas Roseta. Tú también lo has vivido, ¿verdad? A mi aún me sigue sorprendiendo la maestría con la que lo hacen.
EliminarUn saludo!!
¿Y no acaban alguna vez limpiándose en la manga?
ResponderEliminarBuenas!
EliminarPues la verdad es que nunca les he visto llegar a tal extremo, pero quien sabe...
Un saludo!!
Yo trabajo en un restaurante y vi que sólo ponían una servilleta y que casi nunca nadie la utilizaba, sinceramente me parece de tacaños y de guardo, que lo son y muuuuucho,porque me regañaban si opinaba de porque no utilizan el método que he visto en España. Si... Te regalan por.preguntar e incluso opinar, muy... Ya, me entendéis.
ResponderEliminar:DDDDDD Gracias infinitas!!! La mirada "para-qué-diablos-me-traes-esto?"... No te puedes imaginar lo que me he reído con este post :DDD La verdad es que suelo identificarme y reirme un montón con todos ellos y nunca me había animado a comentar. La puntualidad obsesiva, la falta de espontaneidad en los planes, el estoicismo, etc., son grandes clásicos, pero es que este post de la servilleta me ha llegado al alma!! Llevo años con mi teutón y pese a la mirada pa-qué-diablos? y a que su servilleta vuelve siempre impecable al cajón, yo sigo poniéndola y hasta me levanto a por ella si falta en la mesa (errequerre como mañica que soy). Y yo que me pensaba que era una rareza suya!!! Ya ves, cada loco con su tema, porque mi obsesión con la servilleta (y el mantel, que esa es otra) debe ser igual de alucinante para los alemanes.
ResponderEliminarBuenas!!
EliminarHay algunas veces en las que pensamos que algo solo nos pasa a nosotros y cuando lo comentamos con alguien nos damos cuenta de que no estamos solos, que no somos los únicos "raros" que comen con servilletas...
Me alegro de que te hayas sentido identificada, me alivia saber que yo tampoco soy la única rara.
Un saludo!!