5 de junio de 2013

Verdad verdadera

¿Os acordáis de que hace unos meses os hablé de un regalo de navidad un tanto curioso pero muy poco deseado? Todo ello protagonizado por una de las compañeras de piso más especial que te puedas encontrar y mi china, que no se pispa de nada, aunque no os creáis, que a veces pienso que se hace la tonta y si que se entera de lo que pasa por el mundo, lo que pasa es que lo disimula con gran maestría.

La compañera de piso sigue haciendo cosas que podrían considerarse como un pase previo a la visita del psicólogo o hasta del psiquiatra en algunas ocasiones.

Está saliendo y entrando del baño, su habitación y la cocina, por la noche, así que para poder ver por dónde anda y sobre todo y tremendamente importante, para poder ver donde están las cosas en el interior del habitáculo, tiene las luces de las tres salas encendida, en esto que llega la compañera de la calle y … [música de terror]

- ¡¿¿Que hacen todas las luces encendidas??!!!!
- Estoy entrando y saliendo.
- Y eso que importa!! 
- No voy a estar encendiendo y apagando las luces cuando voy a volver en cuatro segundos.
- Si no estás en la habitación TIENES que apagar la luz.
- Pero que voy a volver en cuatro segundos.
- Da igual!!!!
Tras lo cual se fue al baño y a la cocina, y sin más apagó las luces.

En fin…

Otra. Entras al baño y al salir te encuentras unos calcetines, que no son tuyos, colocados pulcramente justo delante de la puerta, con algún tipo de significado oculto que no eres capaz de descifrar. Todavía no hemos sido capaces de averiguar cual era el misterio de los calcetines.

Otro ejemplo. Cuando te levantas por la mañana, aún con la legaña pegada, que vas andando casi a ciegas porque un ojo está cerrado y el otro medio entornado, para eso de no estrellarte contra nada. Y ahora recordemos que mi amiga es china, con esos ojos-puñaladas, y que además es cegata perdida. Te plantan el tendedero con la ropa que tendiste hace dos días, ya seca pero que no te ha dado tiempo a recoger, justamente delante de la puerta de tu habitación, para que te lo comas de lleno de buena mañana, y así empezar bien el día, que se dice.

Y te echan la culpa de que el fregadero se haya atascado cuando la quelo  usa como basura es ella. Pues la pulpa y las hebras de las verduras no atascan las tuberías. Sin importar que cuando el fontanero consiguió limpiarlo solamente hubiese restos verduleros en el atasco.

Y…

Y…

Un sinfín de situaciones que ponen a prueba la paciencia del más paciente. Pero a pesar de todo, un día, muchas semanas después de Navidad, llega y te dice que si te gustó la toalla que te regaló. Y de ahí ya no sabía cómo salir. Os aseguro que hizo el intento, pero si no llego a parar su plan cuando todavía no había culminado su meta, se lía la tercera guerra mundial.
Pues veréis el día de su cumpleaños le compró una tarjeta de esas de felicitación y se puso a escribirle algo. Estoy acostumbrada a que tarde centurias en decidirse que es lo que va a pedir en un restaurante, aunque en la carta solo haya cinco platos. Así que algo que tenga que escribir ella motu proprio, con todas las palabras que hay en alemán y el sin fin de combinaciones existentes, puede llevarle como un vida y media. Por lo que saqué el libro que llevo conmigo a todas partes, sobre todo si voy con ella, para matar el tiempo de espera en sus decisiones, más que nada, y me puse a leer.
Cinco páginas después veo la tarjeta llena de tachones y que sigue a medio escribir. Por curiosidad me pongo a leer que es lo que ha escrito y …

"Gracias por el regalo que me hiciste en Navidad, siento no haberte dicho nada, pero lo verdad es que no sabía que decir. Nuncha me había regalado una toalla tan aspera y tan fea..."

- No puedes escribirle eso!!!!!
- ¿Por qué no?
- Porque no.
- Pero es la verdad, nunca...
- No puedes, ya se que es la verdad, pero esas cosas no se dicen!!!
- No voy a metirle y decirle que me gustó.
- No tienes que porque hacerlo. Puedes decir solo un gracias a secas y omitir el resto.
- Pero sería como mentir.
- Nooo, eso se omitir la verdad y en algunas ocasiones, y esta es un gran ejemplo, es la mejor solución.
- ¿Crees que no debería decir nada más?
- Si, eso creo.

Al final conseguí que le comprara otra tarjeta, con un escueto Alles gute zum Geburtstag y escribiera una posdata del tipo, “Siento no haberte dicho nada antes, pero gracias por el regalo de Navidad.”


Un saludo!!

2 comentarios:

  1. Pues yo la habria puesto algo como "nunca me hicieron un regalo tan " jajajaja

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    Respuestas
    1. Lo dejarías en el tan y que luego ella imagine, no? xDD es una buena posiblidad.

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